El caso griego dispara las alarmas. | Foto: Efe

Crisis Financiera

España y Portugal no quieren que los asocien con Grecia e Italia

Grecia e Italia acaparan todos los titulares referidos a la crisis de la eurozona, pero entre los sombras, varios otros países como España y Portugal están preocupados por su destino.

Alianza BBC
22 de septiembre de 2011

Este jueves Atenas amaneció paralizada por una huelga del transporte público, que afecta también a los vuelos por la participación de los controladores aéreos.

Los sindicatos del transporte público griego protestan así contra la fusión de diversas empresas del sector y el despido o la jubilación anticipada de numerosos trabajadores, medidas que forman parte del plan de ahorro requerido para que el país siga recibiendo ayuda externa con el fin de evitar la bancarrota.

Mientras tanto en Italia la prima de riesgo sube hasta los 411 puntos básicos. La prima de riesgo se mide calculando la diferencia entre el bono nacional y el alemán. Mientras, la Bolsa de Milán abrió a la baja después del anuncio de la agencia Standard & Poors de que rebajaba la calificación de siete bancos italianos.

Perfil bajo
Como dice el corresponsal de asuntos económicos de la BBC Chris Morris, si algo no quiere ningún país europeo por estos días es ser el centro de atención. Y ese es el caso en la península ibérica, donde España y Portugal intentan no quedar demasiado cerca de la línea de fuego grecorromana.

Portugal intenta no quedar asociado a Grecia cuando se habla de rescates, y cuando el tema de conversación es el temido contagio, apunta Morris, España intenta tomar distancia de Italia.

Sí, a los portugueses les va mejor que a los griegos. Pero han tenido que apelar al rescate, y su economía es poco competitiva y demasiado dependiente de la ayuda internacional, indica Morris.

Cuando los ministros de economía de la eurozona se reunieron hace unos días, Portugal y su compañera de rescate, Irlanda, recibieron una palmada en la espalda que insinuaba que se estaban portando mejor que Grecia.

Pero si Grecia entra en cesación de pagos (para muchos no se trata de "si" sino de "cuándo"), ¿podrá Portugal evitar el mismo destino? Parece difícil. Ni Portugal ni España tienen, en términos porcentuales, tanta deuda soberana como Grecia o Italia. Pero sí tienen bancos vulnerables y enormes deudas en el sector privado, cada vez más difíciles de controlar.

España tiene otros problemas estructurales y ha tomado medidas para reducir su déficit público anual. El posible cambio de gobierno en noviembre no cambiará el curso de las medidas de austeridad. Pero como otros países europeos, enfrenta el doble desafío de crecimiento bajo y alto desempleo.

Aunque no atraigan tantos titulares como Grecia o Italia, ni España ni Portugal están fuera de peligro y dada la naturaleza impredecible de esta crisis, ninguno tiene el control completo sobre su destino, finaliza Morris.