Un borrador de 85 páginas detalla los intentos del gobierno de modificar un régimen regulatorio que, según el equipo de Obama, se ha vuelto demasiado poroso para las innovaciones y complejidades de los mercados financieros actuales.

Es hora de reformar el sistema financiero: Obama

El presidente Barack Obama quiere fortalecer la autoridad del gobierno sobre las instituciones financieras para modernizar una trama de reglamentaciones financieras que no supo detectar las primeras señales de la crisis mundial.

17 de junio de 2009

El presidente Barack Obama propuso el miércoles 17 de junio, nuevas reglas financieras para proteger a los estadounidenses de futuras crisis económicas devastadoras y restaurar la confianza en el sistema financiero.

 

Obama atribuyó el problema actual del país en gran medida a "una cascada de errores y oportunidades perdidas" a lo largo de varias décadas.

 

Reiteró que "una cultura de la irresponsabilidad echó raíces en Wall Street, en Washington y en la población en general".

 

La amplia serie de modificaciones en las regulaciones financieras daría a la Reserva Federal nueva autoridad y crearía una nueva agencia para proteger a los consumidores en sus transacciones bancarias.

 

Obama dijo que una ausencia de control sobre Wall Street posibilitó abusos sistemáticos que incrementaron los riesgos financieros, tanto para las familias como para las grandes empresas.

 

El presidente dijo que su plan era "una reforma general del sistema regulatorio financiero, una transformación en una escala inédita desde las reformas que siguieron a la Gran Depresión".

 

El documento de 88 páginas presentado por el gobierno provocará debates encendidos en el Congreso, donde sus detractores ya afirman que impone demasiadas restricciones, afirmando que perjudicarán la capacidad de las compañías financieras estadounidenses de competir en la economía global.

 

El plan detalla los esfuerzos del gobierno para modificar un régimen regulatorio que, según el equipo económico de Obama, se vio superado por la creación de nuevos productos financieros y la complejidad creciente de los mercados.

 

Dado que el Congreso está embarcado en proyectos de ley de salud, los plazos que propone Obama son ambiciosos, ya que pretende que los legisladores aprueben el nuevo régimen regulatorio hacia fines de año.

 

Obama dijo el martes que su gobierno presentaría "un conjunto muy fuerte de iniciativas regulatorias que creemos pueden impedir que se repita este tipo de crisis".

Christina Romer, presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, dijo el miércoles por la mañana que el proyecto del gobierno logra "el equilibrio apropiado" y no pretende "torpedear todo el sistema".

 

Sin embargo, el jefe del bloque republicano de la cámara baja, John Boehner, pronosticó que "el gobierno federal pretenderá decidir el interés a cobrar en las tarjetas de crédito y la clase de productos financieros que estarán disponibles".

 

"Sería una imposición demasiado grande para un sector que sufre problemas financieros", dijo Boehner en un programa matutino de la televisora ABC. En el mismo programa, Romer dijo que el cambio global es crucial para la salud económica de Estados Unidos. Anteriormente, dijo, "hubo lagunas, hubo fallas en nuestro sistema regulatorio y tenemos que mejorarlo".