El índice de penetración a la red en ese país es de tan solo el 5% y en el caso de la banda ancha este porcentaje se reduce al 1%. | Foto: Bloomberg

Tecnología

Cuba emprende una nueva revolución que tiene a la tecnología como protagonista

Desde que Cuba reactivó sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos han empezado a ocurrir grandes cambios no solo desde el punto de vista político, económico y social, sino también tecnológico.

20 de noviembre de 2015

Con una población de casi 11 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) superior a los US$77.000 millones, Cuba emprende una 'revolución digital’ para ponerse a la vanguardia con las nuevas tecnologías.

La isla, gobernada desde el año 2008 por Raúl Castro, tiene un evidente atraso en materia de conectividad a internet. El índice de penetración a la red en ese país es de tan solo el 5% y en el caso de la banda ancha este porcentaje se reduce al 1%.

Esta cifra contrasta con el promedio de penetración a la red de América Latina, en donde el 47% de la población es internauta. Incluso, entre 2006 y 2013 “se ha más que duplicado el número de usuarios” en la región, según lo reseña un estudio del experto en telecomunicaciones Raúl Katz.

La investigación, apoyada por la Fundación Telefónica, además expone que la digitalización “ha contribuido en US$195.000 millones al PIB latinoamericano entre el 2005 y el 2013”.

El desarrollo de ese sector provocó beneficios de hasta US$1.305 millones únicamente Cuba, que a su vez percibió un aumento del 1,83% del PIB por cuenta de la digitalización en ese período.

Un porcentaje que sigue siendo bajo si se compara con el de naciones que también están rezagadas en esta materia como Bolivia (5,62%), El Salvador (4,98%) y Honduras (6,04%), agrega el documento titulado “El ecosistema y la economía digital en América Latina”.

Cuba le apuesta al internet y la telefonía móvil

Acceder al servicio de internet en Cuba es todo un desafío a menos que se tenga un permiso especial (médicos, intelectuales u otros profesionales), se acceda a un servicio ilegal o se ingrese en un computador de una institución académica.

Esta situación de a poco empieza a cambiar debido a una serie de acciones implementadas por el monopolio estatal de las Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), que ha liderado un programa para llevar la conexión de Wi-Fi a todos los rincones del país.

La empresa cubana prevé abrir 20 puntos nuevos de conexión inalámbrica a la red antes de finalizar el año, los cuales se suman a los 35 centros que fueron instalados el pasado mes de julio.

Etecsa también le ha apostado a los teléfonos inteligentes y por ello acaba de firmar un acuerdo con la firma china Huawei con el objetivo de comercializar esos dispositivos y mejorar los servicios de telecomunicaciones (voz y datos).

La alianza contempla la compra de las piezas, así como la capacitación técnica en caso de que se requieran reparar los artefactos electrónicos. Ambas organizaciones tienen como premisa "negociar sobre la base de la protección mutua”, según lo declaró en una entrevista, replicada por la agencia Efe, el director de ventas de Huawei en Cuba, Javier Villariño.

Cuba y China sellan sus lazos comerciales con nuevos negocios. Cifras oficiales revelan que en los primeros nueves meses del año el intercambio comercial entre los países alcanzó los US$1.596 millones, un incremento del 57% con respecto al año anterior.

Sin embargo estas no son las únicas alianzas que ha forjado esa nación caribeña en los últimos meses, ya que en la reciente visita de Raúl Castro a México - la primera que hace un mandatario cubano en 60 años a ese país- también hubo un importante acercamiento económico.

En el marco de este encuentro el director general de ProMéxico, Francisco González, destacó que al menos 150 firmas de su país están interesadas en transar negocios en distintas áreas en Cuba.

Y es que el flujo comercial entre ambas naciones ronda en los US$350 millones anuales, un monto que de seguro se podría incrementar en los próximos años gracias a la renovada postura económica con la que Cuba de a poco se inserta en la globalización.