La preocupación por la privacidad de los correos electrónicos ha aumentado en Brasil en el último mes tras revelaciones sobre un programa de espionaje electrónico de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos. | Foto: Archivo Semana

Internet

El E-mail es secreto

Brasil pretende dar a los correos electrónicos el mismo nivel de protección legal que tiene una carta enviada por el correo postal, dijo el ministro de las Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva.

15 de agosto de 2013

Una disposición para criminalizar la invasión de mensajes de correo electrónico debe ser incluida en el marco civil de internet, un conjunto de disposiciones legales que regulan a la red en Brasil y que está en discusión en el Congreso.

La preocupación por la privacidad de los correos electrónicos ha aumentado en Brasil en el último mes tras revelaciones sobre un programa de espionaje electrónico de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA por sus siglas en inglés), en que este país sudamericano sería uno de los más vigilados del mundo.

Tales revelaciones surgieron de documentos divulgados por Edward Snowden, ex agente de la NSA, publicadas en la prensa por el periodista estadounidense Glenn Greenwald, del diario británico The Guardian.

La idea del gobierno, dijo Silva, "es equiparar la protección constitucional dada a la carta (postal) al correo electrónico", según un comunicado del Ministerio, después que el funcionario participó en una audiencia en el Congreso. "Todo el mundo sabe que hay espionaje y que los gobiernos buscan información, estamos hablando de espionaje en masa", sostuvo Silva, al señalar que las empresas de internet de Estados Unidos son obligadas a pasar informaciones solicitadas por el gobierno de ese país. "Eso nos lleva a tener la certeza de que tenemos que mejorar nuestra legislación para que el ciudadano brasileño tenga preservada su privacidad".

El tema fue abordado esta semana durante la visita del secretario de Estado norteamericano John Kerry a Brasil, donde defendió el programa de intercepción de comunicaciones telefónicas y electrónicas como un factor que garantiza la seguridad no sólo de Estados Unidos sino de otros países. Al respecto, Silva dijo que tales intercepciones son una violación de la soberanía nacional y defendió que la ley brasileña exija a empresas de internet que guarden sus datos en el país sudamericano y no en servidores de Estados Unidos.