¿Dónde invertir?

Ecuador es un lugar de oportunidades para los inversionistas. Este es el momento de apostarle.

26 de octubre de 2001

La promoción de la inversión extranjera, junto con el estímulo a las exportaciones, fue declarada prioridad nacional por el gobierno ecuatoriano. "Antes considerábamos que el país no tenía las condiciones para atraer la inversión extranjera, pero ahora llegó el momento porque podemos hablar de estabilidad macroeconómica en el país. No podemos darnos el lujo de no atraerla", dice Ricardo Estrada, director de la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones, Corpei.

Así, en colaboración con la conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), financiaron un análisis de clima de inversiones que concluyó con el señalamiento de los sectores que tenían potencial y competitividad para inversión. Aquí están algunos de ellos.



Sector camaronero



En el 98, la de los camarones era una industria de US$900 millones y cayó a US$300 millones por la enfermedad de la mancha blanca. La oportunidad está en invertir en nuevas tecnologías, para volver a las cifras del 98.



Hay más de US$600 millones en juego.



Agroindustria



Hay oportunidades para cultivos de soya, maíz y arroz. "La luminosidad de Ecuador presenta ventajas comparativas que podrían ser aprovechadas por inversionistas colombianos. La tierra es más barata que en Colombia. La oportunidad está en cultivar en Ecuador y abastecer el mercado colombiano que es consumidor de estos productos ecuatorianos.



Turismo



Según la Corpei, tiene un potencial enorme. Ecuador es un país pequeño, pero megadiverso.



Las oportunidades están en el turismo de nicho, que es el que finalmente más paga; el ecológico es un ejemplo. El país tiene tesoros únicos como Galápagos y, al igual que Colombia, climas y ecosistemas diversos, pero cuenta con una gran ventaja, las garantías de seguridad para los turistas.



Minería



Hay oportunidades en la explotación de oro y plata.



Atún



Varias multinacionales traen atún, no necesariamente pescado, de aguas ecuatorianas para su procesamiento en el país. Ahí también hay un potencial que, de hecho, ya cuenta con inversión peruana, española y estadounidense.



La inversión más grande de la historia ecuatoriana

Los reconocen por tres letras OCP (Oleoducto de Crudos Pesados), pero sobre todo por su inversión de cerca de US$1.300 millones que, según Estrada, "nos mantendrá el producto interno bruto en crecimiento en los próximos tres años". Y no solo lo dice él. Las proyecciones de crecimiento del país, que alcanzan el 4,5%, lo confirman; una cifra récord en Latinoamérica, que crecerá tan solo al 1% este año.



El oleoducto con sus 503 kilómetros, entrará a operar en el 2004. Este atraviesa casi todo el país, desde Lago Agrio hasta Esmeraldas .



Dinero habló en exclusiva con el director del proyecto, que prefiere no ser identificado por problemas de seguridad. Se trata de un ex coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que, junto con un colombiano, representa, entre otros, los intereses de la Oxy, Repsol y Pérez Companc, compañías que respaldan la OCP. Para el director del proyecto, "desde el ángulo comercial hemos sido muy exitosos". Sin embargo, en el tema político se han encontrado con la fuerte oposición de grupos ecologistas y alcaldes que incluso han frenado la construcción del oleoducto en varias ciudades. Por estos problemas, se calcula que la compañía ha perdido cerca de US$4 millones.



"Creo que muchos inversionistas potenciales extranjeros nos van a mirar como un benchmark para su inversión", dice el director del proyecto OCP. Su primera recomendación de inversión es la de dedicarle tiempo a saber en qué se están metiendo y a reconocer cuál es el mercado y quiénes son los proveedores locales, porque hay mucha presión para utilizar los servicios ecuatorianos. También recomienda ser cuidadoso con las leyes, porque algunas se contradicen entre sí.



OCP tiene un contrato de inversión garantizada con el gobierno central, que le mantiene las condiciones de ley del momento de la firma.