Espacio

Discovery inicia su última misión, con un androide a bordo

El más veterano de los transbordadores, partió con sus seis tripulantes y un androide a la Estación Espacial Internacional (EEI) en un viaje que marcará el principio del fin de la era de esas naves.

24 de febrero de 2011

Después de ocho retrasos en el calendario por diversos problemas técnicos y un susto de última hora por un fallo en uno de los ordenadores que se pudo arreglar a tiempo, el Discovery partió a las 21.53 GMT en un despejado día desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. La misión STS-133 será la última del transbordador antes de que la NASA lo retire de funcionamiento, pero todavía le espera por delante una misión de 11 días que estará llena de actividades.

El Discovery lleva a la EEI el Módulo Permanente Multipropósito italiano "Leonardo", que va cargado con 5 toneladas de piezas de repuesto y equipos, además de una serie de experimentos para instalar en el laboratorio internacional. Además, lleva en sus bodegas al androide Robonaut 2, R2, que será el primer robot "humanoide" en viajar al espacio y permanecerá como un tripulante más de la Estación Espacial para ayudar en labores de mantenimiento y otros trabajos científicos.

El androide, cuyo nombre recuerda al del autómata de la película "Star Wars", servirá para analizar cómo funciona en gravedad cero y si en un futuro pudiera reemplazar a los humanos para hacer reparaciones en el exterior. "Despegamos ¡allá voy! un pequeño paso para un robot pero un gran paso para los de mi especie", tuiteó antes de partir el robot, que contará su experiencia a través de la red social.

El comandante Steve Lindsey, el piloto Eric Boe y los especialistas Alvin Drew, Steve Bowen, Michael Barratt y Nicole Stott componen la tripulación de esta misión. "Es estupendo estar aquí", dijo Lindsey al entrar en órbita, poco después de que se apagaran los tres motores principales que impulsan el vehículo y se separara el tanque de combustible externo.

Mañana dedicarán el primer día en el espacio inspeccionando la cobertura térmica de la nave para asegurarse de que no ha sufrido ningún desperfecto durante el lanzamiento y se prepararán para el acoplamiento a la EEI. Una vez que se encuentren con los miembros de la expedición 26 de la EEI, Bowen y Drew tienen programadas dos salidas extravehiculares para hacer trabajos de mantenimiento e instalar nuevos componentes.

El primer paseo espacial, que durará unas seis horas, se producirá en el quinto día de misión y tendrá como objetivo instalar un cable de prolongación eléctrica del módulo Unity al Tranquility. Además, trasladarán un módulo con una pieza de bombeo estropeada, de la placa de sujeción de carga en el sistema de base móvil a la plataforma de almacenamiento externa 2 e instalarán una cámara, que fotografiará las próximas misiones.

En la segunda salida, tendrán que reparar una abrazadera en la viga sobre la que se almacena el radiador del puerto 1, sustituir una placa de adaptador de carga del módulo Columbus e instalar un sistema de inclinación y giro en una cámara del sistema robótico canadiense Dextre, además de eliminar las cubiertas térmicas del Carrier 4.

La misión STS-133 será el viaje número 39 del Discovery, que desde que inició su aventura espacial en 1984 ha recorrido más de 230 millones de kilómetros, rodeado la Tierra 5.628 veces y en total ha estado en órbita 352 días, casi un año entero.

Con este viaje, la NASA comienza la operación de retirada de sus transbordadores a la que seguirá el Endeavour, cuyo último vuelo está previsto para el 19 de abril, y el Atlantis el 28 de junio. Tras la retirada de los transbordadores, la NASA utilizará las naves rusas "Soyuz" y "Progreso" para abastecer la EEI y espera aliarse con el sector privado para que desarrolle la nave del futuro.

Eso permitirá a la agencia espacial estadounidense centrarse en sus próximos proyectos, enviar vuelos tripulados más allá de la órbita terrestre baja (OTB o LEO, por Low Earth Orbit, en inglés), posiblemente un asteroide para 2015 y Marte en 2030.

Como un guiño al público, la NASA convocó un concurso para que votaran las canciones con las que quiere que despierten a los astronautas, además lleva un pequeño transbordador realizado en piezas de LEGO para despertar el interés de los niños en la ciencia y la tecnología.

 

EFE