Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.

ECONOMÍA

El crecimiento mundial puede pagar los platos rotos de una guerra comercial

Estados Unidos anunció el viernes sanciones contra China, que a su vez activó represalias inmediatas, esbozando la amenaza de una escalada hacia una guerra comercial, que podría afectar el crecimiento económico mundial.

15 de junio de 2018

En los últimos meses, algunos indicadores revelan esas preocupaciones. Por ejemplo, la moral de los inversores alemanes, medido por el instituto ZEW, cayó en junio a su nivel más bajo en cinco años.

El director de la Organización mundial del comercio (OMC), Roberto Azevedo, confirmó esa primeras señales inquietantes: "hay reticencia en invertir, y eso también se ve en el comportamiento de compra de empresas" afirmó esta semana al diario alemán Handelsblatt. 

Adam Slater, économista de Oxford Economics, minimiza no obstante este impacto sobre el crecimiento... por ahora.

"La ralentización observada en las cifras sobre el comercio no tiene probablemente relación directa con estas medidas proteccionistas" explica.

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Pero se apresura a advertir que una "escalada" podría "agravar esa ralentización" como ya lo indicó la Ocde a fines de mayo, cuando esta organización pidió a los países evitar una guerra comercial para no lastrar un recuperación de la economía que ya ha recuperado su nivel anterior a la crisis.

Estos riesgos se producen en momentos en que la economía mundial empieza a sufrir los efectos de la subida del precio del petróleo y, sobre todo, del alza de los tipos de interés estadounidenses, lo que complica la situación de países emergentes como Argentina o Turquía, incapaces de frenar la caída de sus divisas.

China contraataca

Una escalada entre Estados Unidos y China empeoraría la situación. "Si ello degenera en guerra comercial, podría tener un impacto mucho más preocupante", advierte Benoît Coeuré, miembro del directorio del Banco central europeo (BCE), en la radio Europe 1.

China anunció este viernes que impondrá en represalia aranceles a los productos estadounidenses "equivalentes" a los que Washington decidió infligirle.

"Vamos a tomar inmediatamente medidas en materia de derechos de aduana, de una magnitud equivalente" indicó el ministerio chino de comercio, en un comunicado en el que llama a los demás países a una "acción colectiva" contra esta "conducta retrógrada" de Washington.

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Estados Unidos anunció horas antes aranceles de un 25% sobre importaciones de productos chinos por  valor de 50.000 millones de dólares.

Una guerra comercial abierta, con un Donald Trump que cumpliera además su amenaza de imponer aranceles a las importaciones de autos, por ejemplo, sería negativo para la economía, en particular la europea, que comienza a renquear tras haber recuperado un fuerte crecimiento el año pasado.

El Banco Central Europeo rebajó este jueves del 2,4% al 2,1% su previsión de crecimiento de la zona euro para 2018.

Por su lado el Bundesbank rebajó fuertemente su previsión de crecimiento para la economía de Alemania en este año, a 2% contra 2,5% anteriormente, integrando el frenazo del primer trimestre y las múltiples "incertidumbres" económicas.

Igual que en la zona euro, la economía de Alemania se ralentizó en el primer trimestre con una progresión de 0,3% respecto al anterior trimestre (+0,6% en el último trimestre de 2017 respecto al tercero).

Solo perdedores

En este contexto, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió el jueves que una guerra comercial generalizada no tendrá vencedores sino solamente "perdedores de ambas partes".

El FMI presentó su informe sobre la economía estadounidense y en sus conclusiones alertó sobre la adopción unilateral de aranceles por parte de Washington, que puede tener consecuencias nefastas para el comercio mundial.

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