Golpeados por la recesión, los griegos buscan recetas en libros de cocina para comidas de bajo costo. | Foto: AP

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Con crisis encima, los griegos aprenden a cocinar con menos

Los griegos están hallando medios para aprender a vivir con el cinturón apretado: ¿No hay carne? Entonces cámbiela por una berenjena al procesarla en la trituradora. Mastique bien los alimentos el tiempo suficiente para que su cuerpo se sienta satisfecho. No olvide juntar las migajas de la mesa y meterlas en un frasco.

6 de diciembre de 2011

Estos son algunos de los consejos a los que los griegos recurrieron para sobrevivir durante la ocupación en la Segunda Guerra Mundial y que han sido recogidos en "Recetas de hambre", un libro de cocina que ha vendido 2.000 ejemplares rápidamente, mientras millones de griegos luchan por sobrevivir en medio de la crisis económica.

Durante los lúgubres años de la ocupación, los hambrientos atenienses inventaron formas de mantenerse vivos, ayudados por columnas de consejos en los diarios de la capital, llamadas "guías de supervivencia".

La historiadora y profesora de secundaria Eleni Nikolaidou pasó 18 meses compilando recetas y consejos de supervivencia: más de 6.000 recortes de periódicos digitalizados del tiempo de la ocupación nazi, 1941 a 1944, para producir su libro. "Recetas de hambre", fue lanzado este año y ya se prepara un nuevo tiraje.

"Todo era cuestión de sobrevivir con muy poco", dijo Nikolaidou, sentada en su casa de Atenas, con libros por todas partes, apilados hasta el techo.

Dijo que se topó con muchos detalles sorprendentes: Se utilizaban herraduras para reforzar el calzado viejo, se usaba arena muy caliente para preservar limones. La gente cazaba gatos y perros callejeros en las calles de Atenas para poder comer.

"La gente hallaba nuevas formas de engañar al estómago: Había entremeses diseñados para reducir el apetito y se aconsejaba masticar la comida muy, muy lentamente, para que se sintiera como si estuvieran comiendo más", dijo Nikolaidou.

Después de décadas de gastar con exceso, Grecia se vio obligada a corregir sus finanzas arruinadas desde finales de 2009 mediante impuestos duros y otras medidas. Debe sobrevivir con préstamos de rescate del FMI y la Unión Europea.

Como resultado, nueve de cada 10 griegos están cambiando sus hábitos de compra de alimentos, según una encuesta en septiembre de la organización de consumidores KEPKA: La gente está comiendo menos afuera, reduciendo el consumo de carne y los extras, y cambiando las marcas de alimentos de calidad por sustitutos más baratos.

Las revistas han respondido a la creciente demanda de alimentos al alcance del presupuesto, mientras se publican libros de cocina para la nueva realidad económica, como "La economía en la cocina" y "Comidas para toda la familia por 5 euros: 110 recetas para la crisis financiera".

Las dificultades extremas en tiempos de guerra tienen poco en común con la crisis actual, pero Nikolaidou dice que esta crisis también ha traído indicios preocupantes de la pobreza repentina.

"Hay niños que van a la escuela sin alimento suficiente", dijo. "Las circunstancias (durante la ocupación nazi) fueron por supuesto mucho más extremas, pero ahora hay gente que abre sus alacenas y ven poco más que un saco de harina, así que piensan '¿qué puedo hacer con esto?'''.

Elegir alimentos industrializados baratos es el error más grave que pueden hacer los consumidores a tratar de cuidar su presupuesto, advirtió el chef FT Bletsas, anfitrión del programa de cocina de la televisión griega "La cocina de mamá".

Bletsas, de 31 años, dice que sus consejos principales los consumidores en problemas incluyen el aceite de oliva, las sardinas en conserva, las lentejas y la carne de buena calidad, pero con moderación.

También tiene un consejo sencillo para los griegos que lidian con la crisis: "Nunca, nunca tirar nada: Pueden conservarlo, congelarlo, cocinarlo, volver a utilizarlo o dárselo a alguien que lo necesite más que tú".


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