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INTERNACIONAL

Compañías que podrían verse afectadas por una guerra comercial entre EE.UU y UE

La Unión Europea amenaza con subir los aranceles a marcas icónicas estadounidenses y Trump prepara su artillería contra los autos europeos. En el centro de la disputa: las nuevas barreras contra el acero y el aluminio.

Alianza BBC
8 de marzo de 2018

La guerra comercial, al menos en el terreno dialéctico, ya comenzó. La Unión Europea (UE) amenazó con subir los aranceles a la importación de icónicas marcas estadounidenses como Harley-Davidson, Levi Strauss o Jack Daniel‘s, si Estados Unidos eleva los aranceles al acero y el aluminio que importa desde el extranjero, como anunció hace unos días el presidente Donald Trump.

El bloque ha elaborado una lista de 100 productos cuya exportación a suelo europeo representa US$3.500 millones, según información obtenida por la BBC.

Entre ellos hay motocicletas, alcohol, jeans, mantequilla de maní y muchos otros productos emblemáticos estadounidenses.

La propuesta, que está circulando entre los 28 gobiernos de la Unión Europea, abarca una amplia variedad de sectores como la industria, la agricultura y los cosméticos. Muchos de ellos fueron escogidos por la UE con el objetivo de lograr un mayor efecto político.

Por ejemplo, el bourbon se produce en Kentucky, el estado al que pertenece el líder de la mayoría republicana en el Senado de EE.UU., Mitch McConnell.

Y el jugo de naranja se exporta principalmente desde el estado de Florida, que históricamente juega un rol clave en la elecciones estadounidenses. Varias empresas como Levi Strauss han criticado públicamente la posible introducción de barreras comerciales.

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"La imposición de aranceles unilaterales provocan el riesgo de represalias y desestabilización de la economía global, en cuyo caso las marcas estadounidenses, los trabajadores y los consumidores terminarán sufriendo", dijo la compañía.

Y en otras partes del mundo las reacciones no se han hecho esperar. El gobierno de México anunció que tomará represalias contra "productos altamente sensibles" si Trump impone aranceles al acero y aluminio.

El punto más controvertido, es que el presidente de EE.UU. advirtió que si su país lograba un mejor acuerdo en las negociaciones que hay en curso sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), podría abandonar sus planes sobre la imposición de nuevas tarifas a la importaciones de acero de Canadá y México.

Frente a este condicionamiento, el secretario de Economía mexicano, Indelfonso Guajardo, advirtió que el anuncio de Trump "es la manera equivocada" de negociar un nuevo TLCAN.

¿Cuál es el plan de la Unión Europea?

Cecilia Malmström, comisionada de Comercio en la Comisión Europea, dijo en una entrevista con la BBC que están estudiando varias opciones.

"Estamos mirando las posibilidades de contraatacar, lo que significa que aumentaremos impuestos o aranceles a productos estadounidenses que ingresen a la Unión Europea".

Malmström agregó que si Washington decide seguir adelante y aplicar aranceles más altos al acero europeo, entonces recurrirán a la Organización Mundial de Comercio (OMC). La comisionada dijo que la idea era "tomar represalias, pero no escalar" la situación.

Sin embargo, el presidente Trump ha continuado echando leña al fuego al publicar un mensaje en Twitter en el que aseguraba que "si la Unión Europea quiere aumentar aún más sus gigantescos aranceles y barreras a las compañías estadounidenses, nosotros simplemente aplicaremos un impuesto a sus automóviles que circulan libremente en Estados Unidos".

Y ahí la batalla puede ser campal, dado que Estados Unidos es el principal mercado de exportación de los autos europeos (concentrando un 25% de los envíos del bloque al resto del mundo).

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La cronología

Trump ha dicho que quiere poner fin al "déficit comercial (de EE.UU.) de US$800.000 millones anuales debido a estúpidos acuerdos y políticas comerciales".

Hasta hace poco no era más que una declaración de intenciones sin nombres ni detalles. Sin embargo, el 1 de marzo Trump anunció un alza de 25% del arancel sobre las importaciones de acero y del 10% sobre las de alumino, generando un revuelo internacional de grandes proporciones.

Y no es la primera vez que lo causa. En enero ya había agitado las aguas cuando anunció que establecería gravámenes sobre paneles solares y máquinas lavadoras fabricados en el extranjero.

Dentro del gobierno estadounidense el tema ha causado fracturas. El máximo asesor económico de Trump, Gary Cohn, quien se opone a los nuevos aranceles, renunció a su cargo.

Y este miércoles el secretario de Comercio, Wilbur Ross, dijo que su país no está buscando una guerra comercial y que el polémico anuncio tarifario estaba siendo "pensado con detenimiento".

¿Cómo han reaccionado en otras partes del mundo?

Zhang Yesui, portavoz del plenario de la Asamblea Nacional Popular de China, dijo que su país tomaría "las medidas necesarias" si ve que sus intereses son afectados.

El gobierno de Canadá, por su parte, dijo que la imposición de aranceles causaría alteraciones en ambos lados de la frontera. "Estamos seguros de que podremos seguir defendiendo la industria canadiense", dijo el primer ministro, Justin Trudeau. Brasily Japón también anunciaron que considerarían pasos en represalia al anuncio, si el presidente lleva sus planes a la práctica.