A pesar de lo que se pudiese pensar, la religión todavía tiene un papel protagónico en la vida y economía de las personas. Foto: Bloomberg | Foto: Bloomberg

Turismo

La fe y el soplo divino que mueve las cifras del turismo

El turismo religioso se mantiene más vigente que nunca gracias a que cada año más de 300 millones de personas viajan para conocer los templos sagrados de todo el mundo, lo cual se traduce en ingresos cercanos a los US$18.000 millones.

11 de febrero de 2016

Este segmento turístico representa una gran oportunidad para los países que brindan ese tipo de experiencias, dado que el 63% de la población global aún se considera religiosa, según lo explica un informe de la consultora WIN/Gallup.

Uno de los datos más sorprendentes que revela esa investigación es que las personas menores de 34 años tienden a ser más religiosas que el resto de la población (66% frente a 60, respectivamente).

Ese dato es importante en la medida en que los miembros de esa generación están en una edad económicamente activa o se integrarán próximamente al mercado, lo cual impulsaría al turismo religioso en las próximas décadas.   

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“La religión sigue dominando nuestra vida cotidiana”, complementó el presidente de esa organización, Jean-Marc Léger, quien considera que el número de creyentes seguirá en aumento en los próximos años.

Otro de los organismos internacionales que se ha manifestado al respecto es la Organización Mundial del Turismo (OMT, por sus siglas en inglés), la cual destaca la participación del segmento religioso en las cifras globales.

 El turismo católico en México

México, un país con arraigadas tradiciones católicas en su cultura, se ha convertido en uno de los principales destinos para los viajeros que quieren profundizar en los temas relacionados con la religión, bien sea por convicción o interés histórico.

Datos del Consejo de Turismo de esa nación, citados en un documento de la organización VisitMéxico, revelan que unos 35 millones de viajeros se movilizan en el país con el propósito de visitar los  principales centros religiosos.

Y es que la historia de esa nación se cuenta a través de “monumentos arquitectónicos, templos y ex conventos, que componen una riqueza cultural que merece ser visitada”, según lo explica el documento.

La Basílica de Santa María de Guadalupe con más de 20 millones de peregrinos al año, así como la de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos y de la Virgen de la Concepción, son solo algunos de los sitio de interés religioso que ofrece México a los visitantes de todo el mundo.

Sin embargo no son los únicos, ya que también son de gran relevancia para ese país los santuarios de Nuestra Señora de Juquila y del Señor de Chalma.

Es tal la importancia que tiene ese país para la iglesia católica que el papa Francisco realizará una visita entre el 12 y el 17 de febrero próximo a la capital y las localidades de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua.  

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Eugenio Lira, manifestó en una rueda de prensa que en total fueron distribuidos 882.225 boletos para asistir a los eventos del Papa en ese país.

Distintos medios de comunicación han afirmado que la gira papal le generará ingresos de hasta 2.500 millones de pesos mexicanos al país, producto de la actividad de hoteles, restaurantes, comercio y transporte.  Este monto solo sería equiparable al flujo económico que se genera en temporadas como la Navideña.

Los preparativos

Antes de su viaje, el sumo pontífice participó en una entrevista de la agencia de noticias mexicana Notimex en la que aseguró que el motivo de su visita es orar para que los problemas de violencia y corrupción se solucionen.

No voy a pasar la canastita, quédense tranquilos, pero voy a buscar la riqueza de fe que tienen ustedes (los mexicanos)", aclaró el papa Francisco, quien además invitó a los ciudadanos de ese país a luchar de forma conjunta contra los problemas sociales que los aquejan desde hace ya varios años.

El papa Jorge Mario Bergoglio, quien pertenece a la orden religiosa de los jesuitas, se ha caracterizado por tener una postura crítica frente a la acumulación de riqueza y el daño medioambiental al cual ha incurrido el hombre en las últimas décadas.  

En una de sus más recientes alocuciones, el Papa le pidió a los países europeos que enfrenten el problema de la migración con una mayor determinación, dado que esta es una situación que podría desembocar en crisis más agudas.