Chipre hunde su rescate en medio de la confusión y busca ayuda de Rusia. | Foto: Afp

Economía

Chipre le toca las puertas a Rusia

Los políticos chipriotas mantenían negociaciones de emergencia para evitar un desastre financiero después de rechazar las condiciones de un rescate por parte de la U.E.

20 de marzo de 2013

El rechazo de un impuesto sin precedentes a los depósitos bancarios como condición del rescate europeo de 10.000 millones de euros lanzó a los 17 países de la moneda única a aguas desconocidas, después de que Grecia, Portugal, Irlanda -y España en el caso sus bancos- aceptaran duras condiciones de austeridad en los últimos tres años para conseguir la ayuda europea.

El presidente Nicos Anastasiades, que apenas lleva un mes en el cargo, convocó a los dirigentes de los diversos partidos y al gobernador del banco central a su despacho. También iba a celebrar una reunión del gabinete y otras con responsables comunitarios, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, el ministro chipriota de Finanzas, Michael Sarris, viajó a Moscú en medio de un aumento de las especulaciones de que Rusia podría intervenir con un plan de rescate que salvaguarde los elevados depósitos de ciudadanos rusos en bancos chipriotas.

Tras reunirse con su homólogo ruso, Anton Siluanov, Sarris dijo que aún no había acuerdo.

"Hemos tenido un encuentro muy sincero, hemos subrayado la dificultad de la situación", declaró a los periodistas. "No hubo ofertas, nada concreto. Estamos contentos con un buen comienzo".

Chipre ha pedido a Rusia una extensión de cinco años de un crédito de 2.500 millones de euros que vence en el 2016, así como una disminución del tipo de interés del 4,5%.

Anastasiades habló el martes por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, después de que la asamblea de la pequeña isla mediterránea rechazara el impuesto propuesto por 36 votos en contra, ninguno a favor y 19 abstenciones, ante los aplausos de los manifestantes en el exterior del edificio.

Tanto la bolsa local como los bancos permanecían cerrados.

Los chipriotas, indignados, acabaron con el efectivo de los cajeros después de que se conociera el fin de semana que se iba a tasar sus depósitos para conseguir 5.800 millones de euros a cambio por el rescate, rompiendo un tabú en la gestión europea de la crisis de la deuda.

Esta situación comprometida no tiene precedentes en esta isla de 1,1 millones de habitantes, que sufrió una guerra y una división en 1974 entre una mitad turca y otra griega (que es la que está en la UE) en la que una cuarta parte de su población se vio desplazada.

CASO ÚNICO

Aunque Bruselas ha enfatizado que la quita se trata de una medida única para un país que representa solo el 0,2 por ciento del Producto Interno Bruto de Europa, han aumentado los temores a que en otros países europeos de mayor tamaño se produzcan fugas de depósitos.

Incluso la Iglesia chipriota se mostró dispuesta a ayudar.

"Toda la riqueza de la Iglesia está a disposición del país (...) para que podamos aguantar de pie y no dependamos de estos extranjeros", dijo el arzobispo Chrysostomos tras reunirse con Anastasiades el miércoles.

La Iglesia de Chipre es uno de los principales accionistas del tercer banco del país, Hellenic Bank.

El BCE había amenazado con acabar la asistencia de emergencia para los atribulados bancos chipriotas, golpeados por su exposición a la crisis financiera en la vecina Grecia.

"La pelota está sobre el lado de Chipre", dijo el ministro holandés de Finanzas, Jeron Dijsselblom, que preside el Eurogrupo, después de la votación parlamentaria chipriota.

El principal pagador europeo, Alemania, que afronta unas elecciones generales este año y está cada vez más frustrado por el coste de los rescates a sus socios del sur, dijo que Chipre no tiene que culpar a nadie más que a sí mismo de la situación.

"Para un programa de ayuda necesitamos un modo calculable para que Chipre pueda volver a los mercados financieros. Para eso, las deudas de Chipre son demasiado elevadas", declaró el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

Hay una especulación creciente de que Rusia podría intentar aprovechar la crisis, tras haber mostrado su malestar con la propuesta de impuesto europeo.

Algunas noticias han dicho que el gigante petrolero y gasístico ruso Gazprom ha planteado su propio plan de asistencia a cambio de los derechos de exploración de los yacimientos de gas chipriotas.

Las autoridades rusas han negado que vayan a ofrecer más dinero.

Una cuestión importante en la negociación ha sido el elevado nivel de depósitos en los bancos de la isla en manos de ciudadanos y empresas no europeos, sobre todo de Rusia, ya que Chipre se ha convertido en un importante proveedor de servicios financieros.

El flujo de dinero e influencia rusa desde el colapso de la Unión Soviética ha llevado a muchos responsables comunitarios a quejarse en privado de que Chipre actúa en ocasiones como un "burro de Troya" de Moscú en la UE, a la que pertenece desde el 2004.

Reuters/D.com