Chile vive un clima de convulsión con las protestas más multitudinarias desde el retorno a la democracia en 1990. | Foto: AP

Internacional

Chile: el balance tras dos días de huelga general

Barricadas y grandes fogatas se podían observar en la madrugada del jueves en varios sectores de Santiago, la capital chilena, en la segunda y última jornada de paro convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

Alianza BBC
26 de agosto de 2011

Medios chilenos informaban de violentos enfrentamientos entre carabineros y grupos de jóvenes, que lanzaban piedras y artefactos incendiarios contra las fuerzas de seguridad. Además, en varias comunas de la capital se produjeron saqueos de supermercados y otros establecimientos, y en zonas periféricas de la ciudad se escucharon disparos. También se vio en algunas autopistas a encapuchados lanzando piedras y neumáticos ardiendo a los vehículos que pasaban por esas vías. También se reportó la muerte de un joven de 14 años, quien recibió un disparo en el pecho mientras ocurrían los desórdenes en Santiago.

Chile vivió dos días de paralización nacional que incluyeron una multitudinaria marcha por las calles de Santiago, el jueves, y dos noches consecutivas con algunos saqueos y conatos enfrentamiento en distintos puntos de la capital.

La protesta convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) llegó luego de tres meses en que el país ha estado marcado por las manifestaciones de los estudiantes, que exigen un cambio en el sistema y llevan adelante una campaña que, según encuestas, cuenta con un importante respaldo popular.

En el gobierno de Sebastián Piñera criticaron la realización de este paro por considerar que no se justificaba, y el balance tras el segundo día de movilización fue negativo, reportando 210 detenidos a nivel nacional y 26 policías heridos, cinco de ellos por impacto de proyectiles. En un hecho que deberá investigarse, un menor de 14 años resultó muerto tras recibir un balazo en el pecho mientras transitaba en compañía de su hermano y un amigo, en un barrio del este de Santiago.

Según el último balance de la mañana del viernes, entregado por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, fueron 1.394 detenidos en todo el país durante las jornadas de protestas, con 153 carabineros (policías) lesionados y 53 civiles heridos, además del joven muerto. El subsecretario pidió no especular sobre la muerte del adolescente Manuel Gutiérrez, asegurando que "el gobierno espera que se esclarezca de manera rápida la muerte de este joven", agregando que "los antecedentes fueron entregados a la fiscalía, que ya encargó las primeras diligencias de investigación".

El ministro vocero del gobierno, Andrés Chadwick, cifró en un 14,3% la adhesión en la administración pública, y aseguró que el objetivo de la protesta era "paralizar nuestro país y generar un enorme daño a todas las personas que necesitan de su trabajo para poder vivir". Sus palabras fueron contradichas por el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, uno de los mayores convocantes al paro, quien aseguró, en conferencia de prensa, que la principal demanda planteada al gobierno era la realización de "una reforma tributaria para aumentar los impuestos a los más ricos, las grandes empresas y las transnacionales, con el fin de aumentar los recursos en educación".

La información en La Moneda señaló que hubo 175.000 personas a nivel nacional en las marchas del jueves, lo que contrastó con lo que reportaron los organizadores, al cifrar en 600.000 los manifestantes a lo largo del territorio.

"Pierde el país"
Durante la madrugada del jueves hubo barricadas, ataques a locales comerciales y saqueos, a lo que luego se sumaron enfrentamientos de encapuchados con carabineros (policía) y variados desmanes en el centro de Santiago, al finalizar la marcha que partió en cuatro puntos y se desarrolló mayoritariamente en forma pacífica.

La imagen de un Santiago con focos incendiarios o gases lacrimógenos en sus principales esquinas se ha repetido en los últimos meses y ha dado la vuelta al mundo, lo que genera preocupación entre un empresariado que teme algún posible efecto a nivel internacional. "Estas movilizaciones dañan la imagen país y muestran una cara poco representativa de lo que realmente es Chile: un país que crece, que da empleos, atractivo para los inversionistas, donde las reglas se cumplen y las instituciones se respetan", dijo a BBC Mundo el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, Lorenzo Constans.

El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Arturo Martínez, atribuyó las barricadas y los focalizados saqueos a grupos de ultraizquierda que actúan por cuenta propia. "El movimiento social siempre ha tenido dos enemigos: la represión de la derecha y sus gobiernos, y la ultraizquierda que hace el trabajo para la derecha," dijo. Para el gobierno de Sebastián Piñera las movilizaciones han sido un problema constante desde que los estudiantes decidieron salir a las calles, y ante el paro anunciado por la CUT calculó las pérdidas económicas en US$200 millones al día.

El subsecretario de Hacienda, Julio Dittborn, explicó a BBC Mundo que esta cifra apuntaba a un escenario de paralización total, por lo que la perspectiva es más auspiciosa al término de las dos jornadas de protesta. "Si en verdad los paros hubiesen sido masivos y no se hubiera trabajado nada ese sería el monto, pero mi impresión es que las jornadas laborales en el sector privado y público han sido bastante normales, por lo tanto creo que el costo es muy inferior a lo que se mencionó", sostuvo.
Otros efectos

La movilización de los estudiantes secundarios y universitarios tiene a unos 250.000 escolares -de un total de 3,5 millones a nivel nacional según datos del Ministerio de Educación- con serios riesgos de perder el año académico.

Las protestas estudiantiles se han multiplicado a lo largo del país y una de las que generaba mayor preocupación era la que mantenían cinco escolares de un liceo de Buin, localidad ubicada en la periferia de Santiago, en especial porque una joven había pasado a una huelga de hambre seca. Pero Gloria Negrete y sus compañeros decidieron deponer su protesta el miércoles luego de 37 días de ayuno, cerrando una de las medidas con que buscaban presionar al gobierno para que escuchara sus demandas.

Aún así, el movimiento que llevan adelante los estudiantes secundarios, universitarios y el Colegio de Profesores planea nuevas formas de manifestar su descontento. Y hoy se sumaron los líderes sindicales, anunciando que van a seguir movilizados hasta conseguir el objetivo de mejoras laborales. Chile vive un clima de convulsión con las protestas más multitudinarias desde el retorno a la democracia en 1990 y ante este escenario las autoridades insisten en que el camino para avanzar es el diálogo y no la violencia, que en caso de mantenerse podría traer negativas consecuencias. "Puede ser que nos afectara si estas manifestaciones son masivas, sistemáticas a través del tiempo y violentas, con esas tres características. Y si eso se da en un contexto en que el mundo está pasando por circunstancias económicas serias, obviamente todo eso afecta a Chile, que es una economía abierta al mundo", advirtió Julio Dittborn.

Por su parte, la presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile, Camila Vallejo reiteró, tras tomar parte en la marcha de los estudiantes, que "si el gobierno quiere diálogo, tienes que reconocernos como contraparte válida."