Industria Automotriz

Brasil y México suspenden diálogo sobre comercio de vehículos

Ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de Brasil y México decidieron suspender una nueva ronda de discusiones prevista para el miércoles para resolver una disputa en torno al comercio de automóviles, informó el gobierno brasileño.

29 de febrero de 2012

Un portavoz de la cancillería brasileña dijo que "la reunión presencial prevista para hoy (miércoles) no se realizará más, pero el diálogo continúa fluidamente y al más alto nivel". El portavoz no se identificó por política de la institución.

Agregó que "habrá una nueva reunión para avanzar el diálogo, pero el lugar y la fecha no han sido definidos".

Recordó que en la cita, iniciada el martes, dos ministros mexicanos fueron recibidos en Brasilia por dos ministros brasileños para abordar el reclamo del país anfitrión sobre un repunte en su déficit en el comercio de autos. La cita del martes se extendió hasta altas horas de la noche y los ministros habían previsto continuar dialogando el miércoles.

Participaron del encuentro los ministros brasileños de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, y de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel. De México participaron la canciller Patricia Espinoza y el secretario de Economía, Bruno Ferrari.

Los dos países tienen un acuerdo que libera el comercio de vehículos desde 2003, pero Brasil comenzó a cuestionarlo luego de que el año pasado registró un fuerte déficit con su socio.

Brasil pidió a México renegociar el tratado luego de que en 2011 la importación de vehículos mexicanos creció 40% desde el año anterior a 2.000 millones de dólares, mientras Brasil vendió ese año 372 millones en autos y repuestos a México.

Los modelos que Brasil importa de México son los Nissan March, Tiida y Sentra, así como el Ford Fusion, el Fiat 500 y el Volkswagen Jetta.

Entre las iniciativas propuestas por Brasil para equilibrar el intercambio están la inclusión de camiones y autobuses en el acuerdo y el establecimiento de límites a la importación de autos libres de gravámenes.

No obstante, el gobierno mexicano ha dicho que no pretende renegociar los componentes del tratado.