La economía brasileña cerró 2008 con una expansión de 5,1%, aunque en el último trimestre del año tuvo una contracción de 3,6%.

Brasil ya comienza a salir de la crisis

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que la economía brasileña ya está saliendo de la crisis financiera global, aunque admitió la necesidad de adoptar más medidas.

7 de abril de 2009

En un discurso pronunciado durante la inauguración de una planta termoeléctrica impulsada a biodiesel en el estado central de Minas Gerais, Lula vaticinó que Brasil saldrá de la crisis antes que los demás países.

"La economía está dando pequeñas señales de recuperación, trabajamos con la idea de que tendremos un segundo trimestre mejor que el primero y un tercero mejor que el segundo para llegar a fin de año con la situación normalizada", expresó.

Su manifestación coincidió con la versión de analistas de mercado consultados por el Banco Central, quienes proyectaron una contracción de 0,19% en la economía brasileña para este año, según el boletín Focus que publica semanalmente el instituto emisor.

Una agencia gubernamental de investigación económica proyectó la semana pasada un crecimiento de 2% del producto interno bruto (PIB) para este año.

La economía brasileña cerró 2008 con una expansión de 5,1%, aunque en el último trimestre del año tuvo una contracción de 3,6%.

Lula enfatizó la necesidad de mantener las inversiones en obras públicas para contrarrestar los efectos de la crisis, debido a que Estados Unidos, Europa y Japón han disminuido sus importaciones, lo que ha afectado a los exportadores brasileños.

"Por eso esta crisis exige que hagamos más inversiones, que gastemos más dinero en cosas que generen empleo" insistió el presidente brasileño, al recordar que la semana pasada lanzó un programa para la construcción de un millón de casas populares en dos años.

Según Lula, disposiciones adoptadas por su gobierno han permitido la recuperación de algunos sectores productivos, como la industria automovilística y la construcción civil, y adelantó que "vamos a anunciar más cosas para enfrentar la crisis, porque no podemos quedarnos parados". No ofreció detalles de los anuncios que haría.

Europa y EE.UU anuncian sus recetas
La semana pasada durante la Cumbre del G-20, donde se reunieron los 20 países más ricos del planeta, se estrenó en este tipo de encuentros el nuevo presidente de Estados Unidos Barak Obama, quien precisamente propone un plan urgente de reactivación económica. Europa prefiere que antes de emprender ningún plan de ese tipo se arreglen los problemas de descontrol financiero que han dado origen a la crisis.

Los países del G20 se comprometieron a "no levantar nuevas barreras a las inversiones o al comercio en bienes y servicios", a no "imponer nuevas restricciones comerciales ni crear nuevos subsidios a las exportaciones", compromiso que tendrá una validez de doce meses.

Para Obama, solo se podrá resolver esta crisis si los países actúan juntos. El presidente de Estados Unidos considera que su país "no puede ser el único motor" de la recuperación. En su opinión, después de la crisis todos tendrán que ir al mismo ritmo.

Más concreto ha sido el primer ministro británico, Gordon Brown. El líder británico y anfitrión del encuentro consideró que la recuperación pasa por cumplir con cuatros proyectos básicos: cambiar la regulación del sistema bancario internacional para hacerlo más transparente, impulsar el crecimiento económico, aumentar la cooperación y acabar con el proteccionismo sin olvidar a los más vulnerables.

 

AP/Dinero