Bernanke pide nuevos estímulos

El presidente de la Reserva Federal Benjamin Bernanke pidió nuevos estímulos para apoyar el crecimiento de Estados Unidos.

20 de octubre de 2008

WASHINGTON - El presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke respaldó el lunes, durante una comparecencia ante el Congreso, nuevos estímulos a la economía, pues existe el riesgo, dijo, que la debilidad económica en Estados Unidos se prolongue algún tiempo.

Las declaraciones de Bernanke ante el comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes señalaron su primer respaldo a otro paquete de medidas de estímulo propuesto por legisladores demócratas. El gobierno de George W. Bush se ha mostrado hasta ahora frío ante la propuesta.

"Debido a que la economía posiblemente continuará débil durante algunos trimestres, y con cierto riesgo de una prolongada desaceleración, parece apropiado considerar un paquete fiscal por parte del Congreso", señaló Bernanke en una declaración preparada por anticipado.

Las declaraciones de Bernanke fueron formuladas en momentos en que la economía estadounidense sigue afectada por la crisis en los mercados de vivienda, crédito y finanzas.

Los pronósticos indican que la desaceleración económica continuará hasta bien iniciado el siguiente año, dejando a más personas sin empleo y más empresas menos deseosas de realizar grandes inversiones.

Incluso si la crisis que agita Wall Street terminara y se recuperara la confianza en el sistema bancario, "una amplia recuperación económica no será algo que pueda ocurrir de inmediato", dijo Bernanke la semana pasada.

"La actividad económica no alcanzará todo su potencial durante algún tiempo", indicó.

Bernanke ha dejado abierta la posibilidad de reducir aún más las tasas de interés para traer alivio a la economía.

La reducción de las tasas podría animar a las empresas y consumidores a dejar de pedir préstamos y aumentar sus gastos, un factor de importancia al momento de restaurar la actividad económica.

Hasta ahora, una serie de acciones drásticas de parte del banco central y el gobierno de Bush no ha logrado recuperar la confianza en la economía. Los bancos temen prestarse dinero entre sí y a sus clientes. Las empresas no se sienten motivadas a abrir puestos de trabajo y los consumidores han frenado sus gastos.

Todos los problemas de la economía se alimentan entre sí, creando un círculo vicioso que los encargados de las políticas oficiales están encontrando demasiado difícil de romper.

Una terera parte de los estadounidenses están preocupados por la posibilidad de perder su empleo, la mitad temen ser incapaces de cubrir sus hipotecas y pagos de tarjeta de crédito y siete de cada 10 están nerviosos porque sus acciones y fondos del retiro están perdiendo su valor, de acuerdo con una encuesta realizada por Associated Press y Yahoo News, entre posibles votantes, que fue dada a conocer el lunes.

Bush ha pedido en varias instancias paciencia y que se le de tiempo a las acciones del gobierno de funcionar. Sin embargo, los demócratas en el Congreso insisten en que es necesario un mayor estímulo a la economía.

 

(AP)