El problema de la corrupción no solo se ve en los países menos desarrollados. | Foto: DW

Economía

Aumenta la corrupción en Europa

¿Seguirá a la crisis de la deuda una ola de corrupción en Europa? El índice de percepción de la corrupción así lo indica, y tiene en la mira sobre todo a un país europeo.

Alianza DW
6 de diciembre de 2012

Según las leyes del antiguo teatro griego, una verdadera tragedia tiene tres actos. El primero muestra el camino hacia la infelicidad; en el segundo acontece la catástrofe y en el tercero se decide si los acontecimientos van a llegar a buen fin o no. El índice de corrupción presentado en Berlín (05.12.2012) por Transparency International (TI) podría ser entendido como el segundo acto de la tragedia griega.

Después del bajón de la economía y la pendiente quiebra estatal, en Grecia se detecta un masivo incremento de la corrupción. En ningún otro país europeo este fenómeno ha crecido tanto en el último año como entre los funcionarios y los miembros del gobierno griego. En el estudio se ha considerado encuestas y valoraciones de expertos independientes.

Grecia, en caída

Grecia recibió sólo 36 de los 100 puntos posibles. Cien es “lo menos corrupto”, cero “lo más corrupto”. El adjetivo indica que los puestos y el poder públicos se utilizan para el beneficio privado. Que el país europeo comparta el sitio 94 (de 174 posibles) con Colombia, India y Djibuti es una llamada de alerta, opina Edda Müller, presidente de TI Alemania.

El riesgo de corrupción en cada país tiene que ser visto en el contexto de su estabilidad en general, también económica”, dice Müller. En el banquillo está Italia, que comparte con sólo 42 puntos, el sitio 72 con Bosnia-Herzegovina, sólo un poco mejor que China, que ocupa el sitio 80. España y Portugal, también muy afectados por la crisis, oscilan en las valoraciones de tres expertos por país entre el lugar 30 y el 50.

Alemania pagaría la falta de transparencia

Este barómetro coloca a Alemania, con 79 puntos, en el puesto 13 por encima de Japón, Estados Unidos y Francia. Pero no es para dormirse en los laureles, opina Müller. Desde hace diez años, el Gobierno alemán se viene negando a ratificar la convención de Naciones Unidas contra la corrupción. “Es hora de que Alemania demuestre su credibilidad”, dice la especialista. Los críticos de la convención temen que, una vez ratificada, los parlamentarios alemanes ya no puedan encontrarse con los lobbys de la industria sin despertar sospechas de corrupción.

Los países que encabezan la lista se han destacado por su manejo claro de la información y por haber ratificado la convención. Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda comparten el primer puesto con 90 de 100 puntos; al final de la lista se encuentran Corea del Norte, Afganistán y Somalia que alcanzaron sólo ocho puntos. "Estos países adolecen de estructuras estatales que no funcionan y de una escasa obligación de rendir cuentas”, explica Müller.

Este índice, cuya confiabilidad y representatividad no se pone en duda, resulta doloroso para Europa, y sobre todo para Atenas, que en un año ha descendido 14 puestos en la escala. Acerca de si esto es un indicador -como en la tragedia clásica- de que lo peor todavía está por venir, los analistas no quisieron pronunciarse en Berlín.