Lagarde recurrió al símil futbolístico con tono irónico. "Todos los jugadores son iguales, incluido los argentinos, a pesar de lo buenos que son jugando al fútbol", dijo en el Instituto Peterson de Washington. | Foto: Archivo Semana

Internacional

A Argentina le van a sacar "tarjeta roja" en el FMI

La directora del FMI, Christine Lagarde, advirtió a Argentina que tiene tres meses para poner en orden sus estadísticas y evitar la "tarjeta roja" de una censura por parte del organismo.

24 de septiembre de 2012

El Fondo le dio hasta diciembre al país sudamericano para resolver ese conflicto, "así que tienen la tarjeta amarilla y tres meses para evitar la tarjeta roja", advirtió Lagarde a preguntas de la prensa en un centro de análisis.

Lagarde, sin embargo, se refirió por "tarjeta roja" al proceso de "censura" de un país miembro del Fondo, que implica primero la prohibición de acceder a préstamos, luego al derecho de voto y eventualmente, tras varios plazos, la expulsión.

Ningún país ha sido expulsado nunca del Fondo, que cuenta con 188 miembros, a causa de la calidad de las estadísticas que entrega.

El pulso, que se prolonga desde hace más de un año, es para que Argentina país entregue datos fiables sobre la inflación o el Producto Interior Bruto (PIB).

El directorio del Fondo dio ese plazo de tres meses el pasado lunes a Buenos Aires, tras una advertencia previa.

Lagarde recurrió al símil futbolístico con tono irónico.

"Todos los jugadores son iguales, incluido los argentinos, a pesar de lo buenos que son jugando al fútbol", dijo en el Instituto Peterson de Washington.

Según los reglamentos del Fondo, Argentina debe responder a los requerimientos del directorio antes del 17 de diciembre, para evitar que se abra el mecanismo de censura.

Analistas privados dentro del país e inversores internacionales cuestionan las cifras del país sudamericano, al que, sin embargo, el Fondo asesoró durante meses para que elaborara un índice nacional de inflación.

Lagarde intervino en el Instituto Peterson a dos semanas de la reunión semestral del FMI y el Banco Mundial, que se celebra en Tokio.

La directora gerente del Fondo lanzó una nueva señal de alerta ante las incertidumbres del panorama económico mundial, que no se despejan a causa principalmente de los países desarrollados.

"Continuamos esperando una reactivación gradual pero el crecimiento mundial debería ser más débil incluso en relación a lo que anticipábamos en julio", cuando el organismo publicó sus últimas proyecciones, indicó.

La institución proyectó en julio un crecimiento mundial de 3,5% en 2012 y de 3,9% en 2013 y tiene previsto anunciar oficialmente una actualización de su pronóstico el 9 de octubre en Tokio.

"Mi principal mensaje de hoy" es "la necesidad urgente de implementar las políticas que garanticen la recuperación global".

Para Lagarde, Europa sigue siendo el principal centro de la crisis y el lugar donde se precisan políticas más urgentes.

Lagarde elogió el reciente anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de compra de deuda de países de la zona.

"Es claramente un punto de inflexión", consideró, en referencia al programa ilimitado de compra de deuda soberana de Estados en dificultades anunciado a inicios de setiembre por el BCE.

El FMI debería supervisar en parte esta iniciativa.

Lagarde señaló por otra parte que el Fondo está muy cerca de cumplir con los requisitos para reformar sus cuotas internas de voto, como pactaron sus principales miembros en 2010.

Países como Brasil o China exigen desde hace años tener más peso en el seno del directorio y el compromiso de hace dos años era cerrar el proceso en Tokio.

Los países miembros debían aprobar el incremento de cuotas y la reforma de ese directorio para estas fechas.

"Estamos haciendo todo lo que podemos para ayudar a nuestros países a cruzar la línea, si no es en octubre, inmediatamente después", dijo Lagarde.


Afp