Canciller alemana, Angela Merkel. | Foto: EFE

Internacional

Angela Merkel la dueña de Europa

La canciller alemana, Angela Merkel, figura cada vez más como la voz de Europa, imponiendo su discurso de austeridad a los países del sur y a una Francia debilitada, según varios analistas.

12 de octubre de 2012

Hasta hace unos pocos meses, Grecia veía en el presidente francés, François Hollande, a un potencial "Roosevelt europeo" -según una expresión del diario Ta Nea- capaz de sacar a Europa de la crisis gracias a un plan para relanzar la economía a través de inversiones públicas.

Pero fue finalmente Merkel quien fue recibida esta semana en Atenas por su homólogo Antonis Samaras. Los dos dirigentes abogaron juntos por reducir el gasto y por las reformas estructurales dolorosas exigidas por los acreedores del país a cambio de una nueva ayuda financiera.

Mientras tanto, Francia seguía inmersa en un debate nacional para votar el tratado europeo de disciplina presupuestaria, a destiempo con relación a sus principales socios europeos.

Merkle, huésped habitual de las primeras planas en la prensa internacional, acechada por sus declaraciones capaces de mover los mercados, está convirtiendo Berlín en la nueva capital de Europa. "Berlín es la nueva Bruselas", afirma Ulrike Guerot, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, destacando, en contraste, la debilidad de París. "Todavía no tenemos señales de que Hollande sepa lo que quiere, que sepa gobernar, de que se va a convertir en un nuevo Mitterrand, si es que está a la altura", comenta Guerot, señalando esas carencias como un riesgo para Alemania, "que no busca estar en esa posición (dominante) y que no está acostumbrada a ello". Las manifestaciones violentas del martes en Atenas pusieron en evidencia el peso de la historia, que limita toda afirmación de liderazgo germánico.

Guerot reconoce, sin embargo, que el presidente francés "supo orquestar una resistencia del Sur contra Merkel" y que, a pesar de su peso económico y político, Alemania no podría afrontar sola una coalición de sus principales socios europeos. El equilibrio de poderes en Europa sigue siendo un tema complicado.

Jean-Dominique Giuliani, presidente de la Fundación Robert Schuman, con sede en Bruselas, dice que nunca creyó en la interpretación de la cumbre europea de finales de junio según la cual Hollande posiblemente logró doblegar a Alemania con la ayuda de España e Italia.

Según Giuliani, "la influencia de Merkel pudo desplegarse a expensas de un repliegue relativo de Francia". "Hollande no parece darse por enterado" de que Europa "está basada en la pareja franco-alemana" y actualmente "se mantiene al margen", aunque "es una falta de práctica que va a corregirse" con el tiempo, afirma.

El italiano Michele Comelli, experto en cuestiones europeas del Instituto de Asuntos Internacionales (IAI), estima que "el público en general percibe cada vez más a Angela Merkel como la figura clave en la toma de decisiones" a nivel europeo. "La relación de igual a igual instaurada al principio (por Hollande) está desapareciendo", agrega.

España e Italia pueden hallar en Hollande "un respaldo importante sobre ciertas cuestiones, como los eurobonos o el crecimiento, pero Francia tiene sus propios problemas y no existe una identidad completa de puntos de vista entre los tres países", analiza Comelli.

La canciller alemana se beneficia además de la predominancia conservadora en Europa a la hora de promover sus puntos de vista, aunque tenga a veces que afrontar a una parte de la opinión pública, como durante su visita a Atenas. "La decisión de Merkel de ir a un país donde buena parte de la población la considera persona non grata es una clara señal de que Berlín está determinado a imponer su óptica de austeridad al resto del continente", analiza por su parte George Gilson, especialista en cuestiones europeas del semanario anglófono Athens News.


Afp/Dinero.com