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TERRITORIO URBANO

Revolución Urbana

El Gobierno nacional acaba de lanzar una herramienta que significa un giro radical en la forma en que los colombianos podemos conocer y planear el crecimiento de nuestras ciudades. El director del DNP explica cómo funciona.

16 de noviembre de 2017

Colombia se acaba de convertir en el primer país del mundo en contar con su propia versión del Atlas de Expansión Urbana, una herramienta para medir el crecimiento de sus ciudades a partir de imágenes satelitales.

Este logro fue posible gracias al trabajo del Departamento Nacional de Planeación (DNP), con la colaboración de la Universidad de Nueva York. La herramienta fue presentada al público el pasado 23 de octubre.

El Atlas tiene como objetivo proveer información sobre el crecimiento de las ciudades colombianas a partir de imágenes satelitales tomadas entre 1990 y 2015.

Cualquier académico, investigador, estudiante, alcalde, gobernador o ciudadano en general podrá acceder a estos datos, los cuales son relevantes para tomar decisiones y administrar de mejor forma el acelerado proceso de urbanización que está viviendo el país.

Las primeras conclusiones son sorprendentes: en general, las ciudades del país han venido disminuyendo su densidad poblacional; esta tendencia es más marcada en ciudades grandes como Medellín, Manizales y Bucaramanga.

De otra parte, “para el caso de Bogotá se ha podido concluir que, a diferencia de las tendencias nacionales y globales, la huella urbana se ha venido incrementando”, señala el director del DNP, Luis Fernando Mejía.

La herramienta, que abarca información sobre 108 ciudades permite establecer tendencias como el crecimiento del área construida en estos centros urbanos, el tamaño de la población, las dimensiones promedio de las manzanas y el ancho de las calles, entre muchas otras variables.

En esta entrevista, Mejía explica el alcance de la propuesta que busca revolucionar la manera como se hace la planeación urbana en el país.

 ¿Qué es el Atlas de Expansión Urbana y para qué sirve?

Es un instrumento que permite entender los procesos de crecimiento y consolidación urbana durante un determinado periodo de tiempo, es decir la cantidad y la calidad de huella urbana, que es el conjunto de área construida que incluye zonas edificadas, vías y espacios abiertos.

Con el Atlas concluimos que la huella urbana de las ciudades colombianas creció 2,5% en promedio anualmente, acorde con el aumento de la población que fue de 2,28%.

¿Cómo es posible medir el crecimiento de las ciudades por vía satelital?

Estas mediciones se realizan a partir de imágenes de resolución media del satélite Landsat 5, que corresponden a tres períodos aproximados (1991, 2001 y 2015), sobre las que se obtienen métricas de los atributos físicos de las ciudades, huella urbana, densidad y disponibilidad de espacio abierto existente.

Por otro lado, utilizando información de alta resolución de Google Earth y Bing, se pueden ver otros atributos de la huella urbana. Por ejemplo, para el caso de Bogotá se ha podido concluir que, a diferencia de las tendencias nacionales y globales, la huella urbana se ha venido incrementando pasando de ubicarse en 1991 en 322,04 kilómetros cuadrados a 480,47 km2 en 2014. Gracias a esta herramienta también se identificó que su población pasó de 4,4 millones de habitantes en 1991 a 7,3 millones en 2014. Esa variación se suma al aumento en el tamaño promedio de manzanas, al pasar de 18.992 metros cuadrados en 1991 a 42.442 m2 en 2014, y a la reducción en el ancho promedio de las vías de 10,9 metros en 1991 a 6,6 metros en 2014.

El Atlas de Colombia, ¿es un proyecto pionero en el mundo? ¿Por qué?

Así es, Colombia es el primer país del mundo en tener su propia versión del Atlas de Expansión Urbana. Esto permitirá monitorear el desarrollo urbano de 108 municipios, que hacen parte del Programa de Planes de Ordenamiento Territorial (POT) modernos, liderado por el DNP, así como de 12 aglomeraciones, es decir, cascos urbanos, incluyendo sus áreas suburbanas.

Se desarrolló en alianza con el Instituto Marron de Gerencia Urbana de la Universidad de Nueva York. De esta forma, el DNP hace un esfuerzo por actualizar y estandarizar los datos que brindan información para la elaboración de los POT.

¿Cómo pueden acceder los mandatarios locales, la sociedad civil, los empresarios o la academia a la información contenida en el Atlas?

Una de las bondades de esta herramienta es que la información es de libre consulta y descarga por parte de todos los ciudadanos. De esta forma, hay una disminución de la dispersión de información y de los costos de transacción para las entidades territoriales en el acceso a datos, mejorando su disponibilidad abierta y transparente para la toma de decisiones de actores públicos y privados y la realización de estudios académicos con énfasis en las relaciones entre desarrollo socioeconómico y territorial.

¿Qué conclusiones iniciales se pueden desprender de la información recopilada en el Atlas?

Entre los datos arrojados en el análisis por el Atlas de Expansión Urbana encontramos que las ciudades colombianas presentan una reducción significativa en el número de habitantes por kilómetro cuadrado –densidad poblacional–, al iniciar un decrecimiento partiendo de 18.604 habitantes por kilómetro cuadrado en 1990, a 17.100 en el año 2000 y finalmente a 16.236 en 2015.

En las grandes ciudades –con más de 100.000 habitantes– dicha tendencia es más marcada. Por ejemplo, en Manizales se pasó de tener 25.128 habitantes por km2 en 1990 a 20.190 en 2015. Medellín en 1990 tuvo una densidad poblacional de 23.135 habitantes y cayó a 18.433 habitantes en 2015, mientras que Bucaramanga pasó de 22.475 habitantes por km2 en 1990 a 16.912 en 2015.

Sin embargo, los municipios de Apartadó, Buenaventura e Ipiales tienen una dinámica de crecimiento contraria a la del resto del país, pues en estos se incrementó el número de habitantes por kilómetro cuadrado; Apartadó fue el municipio con el incremento más significativo, al pasar de 23.245 habitantes por km2 en 1990 a 34.090 en el 2015.

¿De qué manera se articula esta herramienta con la tarea de modernización de los POT en la mayoría de municipios del país?

A través del Atlas de Expansión Urbana obtenemos información útil en el diagnóstico y conocimiento que las entidades territoriales deben tener para su planeación. Un referente del uso de la plataforma es que con esta se evidenció que el municipio de Mocoa creció en los últimos 30 años hacia el río Sangoyaco, siendo esta una de las zonas de mayor impacto en el reciente desastre natural. Por ello, aprovechando la información del Atlas se priorizó a este municipio en el Programa POT Modernos con el fin de apoyar la revisión de su instrumento territorial.

¿Cuál es el llamado a los representantes de las entidades territoriales?

El llamado es para que aprovechen la información que se ha dispuesto y elaboren un diagnóstico informado de su ciudad de tal manera que tomen decisiones acertadas. Este es el desafío real que afrontan nuestros alcaldes y gobernadores. La invitación es a hacer una planeación basada en evidencia.

http://atlasexpansionurbanacolombia.org/