Home

Green

Artículo

El ministro de Medio Ambiente y Vivienda, Carlos Costa.

Sostenibilidad

Lo verde toca

Atrás ha quedado el discurso de lo verde paga. La responsabilidad con el medio ambiente y la necesidad de asegurar mejores condiciones para la comunidad ya son una obligación en los negocios.

24 de noviembre de 2009

No es exclusividad de las empresas velar porque un bien o servicio cumpla con estándares de producción limpia y responsable. Empleados y consumidores juegan igualmente un papel preponderante en la consolidación de un mundo sostenible. Las relaciones no son unidireccionales, del mismo modo como los empresarios deben establecer mejores prácticas de producción, la comunidad está en la obligación de exigir que así sea.

Durante el foro Negocios Verdes, realizado en Bogotá el pasado 20 de agosto, organizado por Foros Dinero y el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, con el apoyo de EPM, se discutieron las estrategias que están empleando algunas empresas del sector productivo colombiano para ajustarse a una realidad global: lo verde toca. Fue notorio el cambio en la forma de entender el concepto de sostenibilidad que se está dando en el país. A tono con la tendencia mundial, el discurso según el cual ser ambientalmente sostenible resulta rentable en términos económicos, dio un giro decisivo. El mensaje, ahora, es que no es posible ser rentable si no se es responsable con el medio ambiente.

Pero las iniciativas fueron más allá. Entendiendo el concepto de sostenibilidad, muchas empresas del país están coordinando sus estrategias ambientales y de responsabilidad social empresarial para asegurar su futuro. Los trabajadores y consumidores, principales grupos de interés de las compañías, ocupan un lugar prominente en la actividad productiva local.

Carlos Costa, ministro de Ambiente, señaló que "la conciencia mundial de que estamos andando en un camino no deseable está definida" y resaltó que lo mismo sucede en el contexto nacional, porque las nuevas generaciones tienen una nueva óptica en sus exigencias de consumo. Tras señalar que, de seguir la tendencia actual, en 2100 se necesitaría el área de tres planetas para "seguir siendo una especie exitosa", el Ministro afirmó que "el consumidor tiene un rol fundamental de transformación en la producción limpia y no solo el sector productivo, en el cual se enfoca la política vigente desde 1997".

Por ello, cada vez son más las empresas nacionales que han adoptado en sus estrategias de crecimiento los principios de la Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible; según la cual, se debe contribuir a la competitividad, generar empleo, mejorar la calidad ambiental y fortalecer sus capacidades. Entre otros, dichos lineamientos se han dado por el interés privado de aprovechar incentivos tributarios. Así, entre 2002 y junio de este año, el Gobierno ha destinado cerca de $200.000 millones por este concepto.

Otra voz que se hizo sentir entre los asistentes al foro fue la de de la viceministra de ambiente, Claudia Mora. Luego de afirmar que "es mandatorio actuar", resaltó que la sostenibilidad es posible pero que la misma "depende de todos los actores", haciendo referencia, nuevamente, al papel crucial del consumidor en el tema.

Por su parte, Carlos Manuel Herrera, director de asuntos ambientales de la Andi, señaló que "el mundo de los negocios no será el mismo" a causa de las nuevas regulaciones, los requerimientos de los grupos de interés, la mitigación de efectos ambientales, la reputación de las empresas y los nuevos estándares de competitividad. Después de señalar que el 2,2% del PIB europeo es generado por la 'ecoindustria', Herrera hizo un llamado para que las políticas públicas fomenten la innovación.

Aquí están pasando cosas

Casos como el del Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre), una alianza de empresas colombianas para el desarrollo sostenible, llamaron la atención de los asistentes al foro por el potencial del impacto en educación ambiental y concientización de la sociedad que pueden generar sus iniciativas de promoción de proyectos autosostenibles con énfasis en el posconsumo.

En este mismo sentido apunta la experiencia presentada por C.I. Parque Ambiental Mundo Limpio S.A., una organización que investiga las problemáticas socioambientales y propone estrategias de intervención; educando, reciclando y produciendo bienes y servicios que generan impactos ambientales positivos con tecnología de punta. A la fecha, Mundo Limpio ha contribuido con una disposición más limpia del reciclaje de llantas, eliminación de desechos no biológicos hospitalarios, reciclaje de baterías electrónicas, aparatos electrónicos y otros residuos especiales y peligrosos.

La responsabilidad de las empresas con el uso que se dé a sus productos una vez termina su vida útil, por parte de los consumidores, viene adquiriendo una enorme importancia en el mundo entero. Así, los procesos denominados reverse logistics o backward logistics, en la literatura anglosajona, son actualmente mirados con detenimiento por los usuarios y las autoridades ambientales. En el país, el Fondo Nacional de Aceites Usados, una iniciativa del Gobierno Nacional y el sector de hidrocarburos, viene trabajando en este tipo de estrategias para el caso de los aceites, idea novedosa, toda vez que el grueso de esta actividad se da en productos de tecnología.

Entretanto, la producción limpia como estrategia de reducción de costos se abre cada vez más espacio entre los empresarios nacionales. Ejemplos como el de Sociedad Minera la Bodega y Procesadora de Materias Primas (PMT) del Grupo Nacional de Chocolates, captaron el interés de los asistentes al foro por el potencial que brinda el uso de nuevas tecnologías y la optimización de procesos logísticos con proveedores en la minimización de costos.

Así mismo, las experiencias en productos verdes y consumo responsable de los sectores floricultor, construcción y cosméticos despertaron la conciencia del público. Los avances en los cultivos de flores por propiciar un mejor entorno para los trabajadores, mediante el uso de fertilizantes menos nocivos para la salud y mejores prácticas de manejo de cultivos, y la certificación Florverde, creada por Asocolflores para promover la floricultura sostenible, brindan mayor tranquilidad a los consumidores que valoran su contribución al desarrollo sostenible.

En el área de cosméticos, las experiencias de Natura han logrado prestigio internacional por la enorme conciencia ambiental que incorporan en su producción. Además del uso de insumos naturales, su manipulación por parte de la cadena de valor se rige por altos estándares de cuidado del medio ambiente, con el compromiso constante de los proveedores de esta multinacional brasilera. Ana María Carmona, gerente de sostenibilidad para América Latina de esta compañía, indicó que, además de enfocarse en producir sosteniblemente, Natura desarrolla programas de responsabilidad social con sus representantes de ventas y adelanta proyectos inclusivos en reciclaje.

Por su parte, Cristina Gamboa, presidente ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), explicó en el foro la importancia para el sector de la construcción de contar con sellos de certificación de sostenibilidad, toda vez que es uno de los sectores que más contribuye con las emisiones de carbono en el planeta (33%). El CCCS ya cuenta con 64 empresas vinculadas y promueve en el país la certificación de liderazgo en diseño de energía y ambiente (LEED, por sus siglas en inglés), con ventajas por su flexibilidad frente a otros certificados.

Las experiencias compartidas por los participantes del foro de Negocios evidencian el interés de un gran número de empresas nacionales por desarrollar modelos de desarrollo sostenible en diferentes sectores. Como lo expresó el Ministro de Ambiente, "en el país están pasando más cosas en negocios verdes de lo que creíamos. Todos los países y procesos productivos mundiales van a terminar empleando tecnologías eficientes y desarrollando procesos limpios, pero la pregunta es a qué velocidad lo va a hacer Colombia".