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Viajar en el tiempo, una obsesión para muchos científicos en el pasado y en el presente. | Foto: BBC Mundo

Sociedad

¿Cómo se imaginaban los artistas del pasado el mundo moderno?

La idea de porvenir ha sido siempre una frondosa fuente de sueños. Vea cómo diez artistas y soñadores del pasado imaginaban el mundo moderno

Alianza BBC
10 de febrero de 2013

El especial de la BBC ¿Qué pasaría sí? explora las visiones del futuro a través de diferentes temas como la salud, la guerra y la tecnología.

Pero ¿cómo se imaginaban los artistas y soñadores del pasado el mundo moderno? Véalo en este artículo de BBC Mundo.

1. Policías equipados con máquinas voladoras

Así se imaginaba el futuro el caricaturista de la revista satírica británica Punch Charles Harrison.

La ilustración de 1901 que tituló "Incremento de la actividad de la policía: una posibilidad de un futuro muy cercano", llevaba como pie de foto: "¡Estaba yendo a 30 millas por hora y eso no está permitido aquí. Le he cronometrado con mi reloj barómetro aneroide y deberá acompañarme a la comisaría!".

2. El helicóptero de Leonardo Da Vinci

Leonardo da Vinci hizo uno de los primeros bocetos de helicópteros. Fue en 1480 y lo llamó Tornillo Aéreo.

El diagrama esbozado en papel incluye notas explicativas de cómo funcionaría la máquina voladora.

"Creo que este mecanismo debería hacerse con tela de lino almidonado y si se le hace girar velozmente, el tornillo.... se elevará con el aire", escribió el maestro renacentista en sus anotaciones.

Según el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de Milán, el proyecto preveía una hélice con un diámetro de cinco metros fabricada con caña de junco, tela de lino y alambre.

El aparato nunca llegó a fabricarse pero la idea de Da Vinci era que cuatro hombres girasen el eje y que impulsasen el artefacto con sus manos.

3. La máquina del tiempo de HG Wells

Fue una de las más exitosas predicciones de su tiempo.
 
El autor y célebre futurólogo predijo la creación de armas biológicas, guerras mundiales y el auge del poder aéreo.

Sin embargo, la máquina para viajar en el tiempo sigue siendo una fantasía con la que dan vueltas los científicos.

En un artículo en el Daily Mail, Stephen Hawking explora la posibilidad de viajar a través del tiempo en cuatro dimensiones por 'agujeros de tiempo' en el espacio.

En el mismo sentido, la revista New Scientist sopesa constantemente esa posibilidad: "no lo descarten todavía... seguimos haciendo descubrimientos que nos mostrarán el camino hacia adelante... o hacia atrás", escribe un científico.

En la novela de Wells "1895 La Máquina del Tiempo", el personaje principal viaja a un tiempo lejano a una playa que está siendo atacada por cangrejos gigantes. También viaja 30 millones de años al futuro donde el único signo de vida es una masa negra con tentáculos.

4. Los overoles de Geoffrey Hoyle

El overol o mono que predijo el autor Geoffrey Hoyle tenía como objetivo ser un instrumento de nivelación.

En su libro de niños publicado en 1972 "2010: La vida en el futuro", Hoyle predijo que todo el mundo llevaría esa prenda de vestir.

Los patrones podrían variar, pero el estilo sería universal. Era, según decía, un símbolo de la "restricción de libertades".

Si bien su predicción no se cumplió en 2010, en 2012 los overoles para adulto protagonizaron una remontada gracias, en parte, a personajes populares y estrellas de televisión.

Incluso el viceprimer ministro británico Nick Clegg admitió recientemente tener un "overol verde grande", mientras que las tiendas han registrado un aumento de un 600% de sus ventas de esta prenda en los últimos meses.

Louise Corte, editora de la revista Cosmopolitan, le dijo a BBC Newsnight que su popularidad puede deberse al entorno económico. "Es muy infantil", dijo. "Te la pones, es agradable y acogedora y no hay nada de lo que preocuparse, tal vez es como una manta de seguridad. Todo el mundo puede usar uno y todo el mundo se ve igual de mal".

5. Las ciudades del futuro de Antonio Sant'Elia

Ciudades futuristas con rascacielos interconectados por carreteras a escala gigante. Ese era la idea de Antonio Sant'Elia de ciudades del futuro. Sus planes nunca se hicieron realidad debido en parte a la Primera Guerra Mundial. Pero su visión y sus diseños siguen inspirando a muchos.

"Los diseños de Sant'Elia nos mostraron la esencia de la ciudad del futuro", afirma Joseph Kohlmaier, profesor de historia de la arquitectura en la Universad Metropolitana de Londres.

Como miembro de los Futuristas Italianos, fue uno de los autores del Manifiesto Futurista con Filippo Tommaso Marinetti en 1914. El documento era una defensa de la velocidad, la novedad y la destrucción del viejo orden. La nostalgia no tenía lugar.

"Diseñó ciudades donde se podía conseguir casi cualquier cosa", añade Kohlmaier. "Quería que la gente se desconectase del pasado. Sin monumentos, sin memoria arquitectónica".

Su idea era crear una ciudad flexible y organizada en torno al movimiento. Grandes ciudades sin clase, religión ni raza, algo así como una gran máquina, explica.

Se cree que Ridley Scott se inspiró en sus diseños para Blade Runner. Los escenarios de Metrópolis de Fritz Lang también tienen algunas características similares a los planes de Sant'Elia.

6. La María de Fritz Lang

Precisamente el personaje de María de la película de Fritz Lang Metrópolis, de 1927, marcó un antes y un después en las películas de robots.

Construido por el brillante pero enloquecido Rotwang, el robot al que daba vida Brigitte Helm lideraba una revuelta contra los opresores en la historia futurista que tenía lugar en 2026 en una sociedad que estaba dividida entre una clase de trabajadores que vivía en un mundo subterráneo y los "pensadores" que estaban por encima de ellos y los controlaban.

Hoy en día, hay robots diseñados para desempeñar un papel activo en las guerras y los aviones no tripulados se han convertido en un aspecto familiar del paisaje militar moderno.

7.Naranja mecánica

La portada del ojo forzadamente abierto del personaje de la novela de 1962 de Anthony Burgess "La Naranja Mecánica" es una cruda imagen de un futuro distópico.

Lo diseñó David Pelham, el exdirector de arte de la editorial Penguin, y fue creado en una noche en 1972 para coincidir con el lanzamiento de la película de Stanley Kubrick.

Se hizo de manera tan precipitada porque al ilustrador al que le encargaron la imagen de portada inicialmente no la tuvo lista para la fecha prevista.

El ojo forzadamente abierto se ha convertido en un símbolo del siniestro Alex DeLarge, el antihéroe de la historia, un hombre con un apetito insaciable por la violencia y líder de un grupo de amigos que salen todas las noches a crear el caos y en un ambiente de ultraviolencia alimentada por un cóctel lácteo.

Finalmente, DeLarge es encarcelado por asesinato y se somete a una terapia de aversión experimental que le hace sentir nauseas cada vez que contempla un acto de violencia. La terapia desarrollada por el gobierno es un esfuerzo por resolver el problema de la delincuencia en la sociedad.

En sus memorias, Burgess asegura que se inspiró en el fenómeno de las bandas de adolescentes británicos para escribir la novela.

8. Caminar sobre el agua

Caminar sobre el agua manteniéndose a flote con globos personales fue la visión de un dibujante que creó una serie de postales para la compañía de chocolates alemana Hildebrand.

La compañía lanzó las postales en 1910 que eran una representación de cómo se imaginaba el autor la vida en el año 2000.

En las imágenes se podía ver un barco turístico con el fondo de cristal - su predicción con más éxito -, así como unas menos probables máquinas voladoras personales o la que se ve arriba, que muestra a gente con esquís y globos para dar un paseo por el agua.

9. Los supersónicos

Los supersónicos viven en el año 2062 en lo alto de casas suspendidas en el aire.

La serie se estrenó 100 años antes del momento en el que tenía lugar la historia que narraba la historia de robots, autos voladores y edificios futuristas.

El padre de familia George Jetson tenía su oficina en el cielo y se trasladaba en un Aerocar, un autobús colectivo similar a una pequeña nave espacial que pliega, mete en su maletín y almacena cómodamente en su escritorio.

Por su parte, a la señora Jetson le gusta ir de compras y odia hacer las tareas domésticas aunque sólo consisten en encender la aspiradora y dar órdenes a Rosie, la empleada amante de las máquinas para hacer tareas robotizadas.

10. Los planes de Le Corbusier par las grandes ciudades

Los planes para las grandes ciudades de Le Corbusier nunca se llegaron a implementar completamente.

En su carrera de 50 años, el arquitecto suizo, cuyo nombre real es Charles-Edouard Jeanneret, fue objeto de tantas alabanzas como críticas.

Su idea de la ciudad del futuro era dramática y despejada de todo sentimentalismo. "Eran visiones de un artista que tomaba la nueva cultura del movimiento, progreso y tecnología que nació en el siglo XIX y lo aplicó a gran escala", explica Kohlmaier.

Los bloques de torres de Corbusier, como la de Berlín de la imagen, siguen siendo algunos de sus trabajos más reconocibles donde sus ideas de las ciudades se implementaron en menor escala.

Aunque los diseños de sus ciudades nunca se hicieron realidad, su pensamiento permanece en libros en los que se pueden ver dibujos y collages que yuxtapuestos con rascacielos con imágenes de autos, barcos, templos antiguos y aeropuertos.