AUTOPISTA DE LA PROSPERIDAD

Mar de oportunidades

Con una inversión superior a los $13 billones, las Autopistas de la Prosperidad no solo acercarán al interior con la costa Caribe sino que serán clave en el desarrollo de Urabá como nuevo polo empresarial de Antioquia.

19 de noviembre de 2014

Cuando en la oficina de María Eugenia Ramos, directora del Departamento Administrativo de Planeación de la Gobernación de Antioquia, se habla de vías, se destaca uno de los mapas más dicientes en materia de infraestructura de ese departamento. Hace cinco años, apenas dos concesiones viales tocaban la parte norte y la parte sur de esa región.

Hoy con las Autopistas de la Prosperidad, uno de los proyectos emblemáticos de las concesiones de 4G cuyo valor supera los $13 billones, el departamento no solo tendrá una red de vías interna sino también será uno de los pasos que reducirá las distancias del resto del país hacia la costa Atlántica. “No son solo para Antioquia, son para todo el país”, explica Ramos.

Ya han sido entregados para su desarrollo cinco de los nueve tramos de estas autopistas que representan $6,3 billones, la mitad de lo presupuestado y suman 582 kilómetros. Las vías Pacífico 1, Pacífico 2, Pacífico 3, Conexión Norte y Río Magdalena 2. Quedan pendientes Río Magdalena 1, Autopista al Mar 1, Autopista al Mar 2 y el Túnel El Toyo.

La infraestructura ha sido uno de los dolores de cabeza para el departamento. En 2013, en la medición del Índice de Competitividad Departamental del Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, Antioquia ocupó el noveno lugar, la posición más baja que tuvo el departamento en todos los indicadores del ranking. Sin embargo, las nuevas inversiones, las mejoras a las vías existentes y el potencial que se abre con las Autopistas de la Prosperidad llevaron al departamento a dar un salto y este año se ubicó en el cuarto lugar.

Las autopistas serán claves en el desarrollo de Antioquia y sus decenas de municipios y se convertirán en la principal herramienta para cumplir una de las metas del departamento en el mediano plazo: convertir a Urabá en un nuevo polo de desarrollo y en un eje industrial y logístico.

Aunque el Urabá es una de las zonas con mayor índice de necesidades insatisfechas, también es reconocida por su producción y zona de exportación de banano y sus 11 municipios cuentan con una amplia riqueza y un gran potencial.

Y el papel de las Autopistas de la Prosperidad será clave, pues es la conexión del departamento con esa región y a partir de sus vías se podrá consolidar el crecimiento y protagonismo del Urabá.

De hecho, se busca detonar la vocación portuaria pero multipropósito: graneles, vehículos ensamblados, carga general y contenedores. Al sur ya se desarrolla un moderno puerto con una inversión cercana a los US$380 millones y habrá otro puerto más al norte cuya inversión podría ser el doble de esta cifra. Se espera que la región sea el nuevo norte de reubicación y operación de empresas industriales del país.

Las Autopistas de la Prosperidad no solo generarán 65.000 empleos directos y tres o cuatro veces esa cifra en indirectos, y representará el 1% del PIB de la región. Será la arteria principal que le dará una nueva vida a la región.

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