SALUD

Dengue no solo cobra vidas, también impacta la economía

Ante la tendencia en el país al incremento en el número de casos de dengue, al pasar de 5,2 casos por 100 mil habitantes en la década del 90, a 18,1 casos en la misma población en los últimos cinco años, diversas entidades refuerzan campañas de prevención.

16 de noviembre de 2016

Dos estudios publicados en la edición 16 de la revista Biomédica del Instituto Nacional de Salud (INS) evaluaron los costos económicos del dengue en Colombia. En uno de ellos se estimó que el promedio del costo directo de atención para 2011 era de 76,1 dólares en los casos ambulatorios; de 705,1 dólares en los de pacientes hospitalizados con dengue, y de 1.115,9 dólares en aquellos de pacientes con dengue grave.

En el segundo estudio, se estimó que en 2012 el promedio de los costos directos e indirectos por caso ascendía a 202,3 dólares para la atención ambulatoria del dengue, mientras que, para un caso de paciente hospitalizado o un caso de dengue grave, los costos alcanzaron 497,9 y 2.306,7 dólares, respectivamente.

En tanto que el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico de la Universidad de los Andes y el Centro de Investigación en Salud de la Fundación Santa Fe, dice que “entre 2010 y 2012 el dengue le costó al país 771.000 millones de pesos”.

Para el Presidente de la Cruz Roja Colombiana, Fernando Cárdenas, el impacto económico del dengue es enorme, porque este tipo de enfermedades generan un incremento en los costos a todo nivel. En un lugar donde hay un pequeño centro de salud y hay más de 5 o 6 personas afectadas por el dengue, literalmente se colapsa el sistema porque no se cuenta con los recursos para atender ni con camas ni con recursos farmacéuticos o técnicos para efectos de la curación.

Los costos del tratamiento de esta enfermedad resultan supremamente altos, sobre todo en los centros de salud, en aquellos lugares donde estas afectaciones se presentan, que son básicamente las regiones más pobladas, en las ciudades donde hay menores posibilidades de atención frente a la cantidad de personas afectadas, y adicionalmente, en las zonas rurales donde las dificultades de sostenimiento en los centros de salud o de los pequeños hospitales, son mucho más graves.

El panorama, visto desde el lente del INS, muestra el surgimiento de nuevos virus como chikungunya y el zika, que también son transmitidos por el Aedes aegypti, hacen que se incrementen las medidas frente a las nuevas enfermedades, y se deje de lado otras como el dengue, que genera mayor número de muertes.

El dengue va en aumento

Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), más del 90% del territorio nacional, situado por debajo de los 2.200 metros sobre el nivel del mar, presenta la circulación del vector Aedes aegypti (mosquito transmisor)

A semana epidemiológica 43 de 2016 se han notificado 253 muertes probables por dengue, se han descartado 84 en unidad de análisis por no cumplir con la definición de caso para el evento, se han confirmado en unidades de análisis 39 y quedan 130 muertes en estudio.

Al respecto Cárdenas, Presidente Nacional de la Cruz Roja Colombiana, plantea que “el gobierno colombiano a través de sus autoridades, del ministerio de salud en particular, tiene un decidido compromiso de trabajo también en la prevención y la difusión del conocimiento, para que las comunidades y los individuos, no terminen siendo afectados por este tipo de enfermedades”.

Las acciones de la Cruz Roja Colombiana frente al dengue han sido importantes, pues según Cárdenas, “se han impactado los 32 departamentos donde la Cruz Roja Colombiana tiene sus seccionales, a no menos de 3 millones de personas a través de los medios de comunicación y mediante capacitaciones presenciales que se hacen con las comunidades, con los tomadores de decisiones en los temas de salud, las direcciones de salud, los centros de salud y los hospitales”.

Por tanto, el llamado que hace la Cruz Roja Nacional, tiene que ver con la promoción y prevención, que es básicamente el trabajo de capacitación de las comunidades y eventualmente de los responsables del área de salud, sobre todo en las regiones endémicas donde más se producen, para evitar que las personas se enfermen por la picadura de estos insectos.

El proceso de tratamiento, curación y rehabilitación son funciones que corresponden al sistema general de salud, y para eso están las autoridades públicas, en la tarea de capacitar a las personas, a las comunidades, a las familias, pues no solamente se enseña cómo evitarlo, sino cómo actuar en caso de que la persona resulte contaminada, a qué centro de salud acudir, cuáles son los tratamientos o los cuidados mientras el paciente acude, como en efecto debe hacerlo a los centros hospitalarios donde puede ser tratado.