Se dice que lo importante son las facultades que se ponen en práctica en el papel de líderes de un equipo. | Foto: iStock

EDUCACIÓN

Líder empresarial, líder personal_

El respeto, la empatía, la gestión de las emociones y del tiempo, que configuran las bases del liderazgo empresarial, también son útiles para el día a día.

21 de febrero de 2019

Cada vez se habla más de la importancia de ser un líder. Una figura que, lejos de limitarse a dar instrucciones a los trabajadores, tiene que saber motivarlos y guiarlos a través de unos valores, unas habilidades personales y unas ideas y objetivos compartidos. Es decir, crear un buen ambiente de trabajo para que el rendimiento sea más alto.

De hecho, cada vez más escuelas de negocios y universidades incorporan postgrados y masters especializados enfocados precisamente a dar este tipo de herramientas. Universidades como la del Rosario y los Andes incorporan diplomados y cursos mientras que el Cesa, la Corporación Universitaria Americana y la Universidad del Norte cuentan con Centros de Liderazgo especializados que buscan desarrollar las habilidades de sus estudiantes.

Por un lado, profundizan en el autoconocimiento -gestión de las emociones, seguimiento de unos objetivos, etc- y, por otro, adquieren habilidades sociales como escuchar, técnicas para comunicarse asertivamente y gestión de grupos, entre otros. Finalmente, también se enseñan técnicas para saber gestionar el tiempo y aumentar así la competitividad dentro y fuera de las empresas.

"La mayoría de estas técnicas tienen que ver con la capacidad para identificar y potenciar las capacidades de las personas, y hacer que las cosas pasen. Por tanto, no solo se pueden usar en un contexto laboral, también son trasladables al día a día”, explica Liyis Marilin Gómez, experta en emprendimiento y vicerrectora de Extensión, Proyección Social e Internacional de la Corporación Universitaria Americana en Barranquilla.

"Necesitamos más líderes, porque son estos los que jalonan, no solo el desarrollo económico de las regiones, sino el cambio y transformación social de comunidades y países, por eso creamos el Centro de Innovación y Emprendimiento Albert Corredor-Gómez como mecanismo para acompañar procesos de creación y aceleración empresarial, al igual que de fortalecimiento de Mipymes, porque hace parte del propósito misional de contribuir a un desarrollo incluyente en la región”, añade.

El que todos llevamos dentro

Hablar de liderazgo también implica retomar la eterna pregunta de si se nace con tal facultad o si se adquiere por el camino. Difícil respuesta. Si bien existen personas con una capacidad natural para asumir dicha tarea, lo cierto es que la realidad también está llena de ejemplos de líderes forjados por el camino. En definitiva, se dice que lo importante son las facultades que se ponen en práctica en el papel de líderes de un equipo o una empresa. Ahí reside el verdadero secreto del buen líder, pero ¿cuáles son esas facultades?

Una de ellas y la más importante es la gestión de las emociones y el estrés. "La inteligencia emocional tiene que ver con reconocer y gestionar las emociones, tanto las propias como las ajenas. Esto sirve para evitar conflictos pero también para detectar oportunidades”, afirma Alejandro Adler, director de Educación Internacional en el Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pennsylvania.

Se trata de ser observador, lo que se llama mindfulness o la psicología positiva, es decir, ser plenamente consciente de lo que se hace en cada momento. “Cuando se aprenden a reconocer las emociones también hay que saber gestionarlas. Muchas veces los conflictos surgen por malentendidos, el manejo de las emociones es el primer paso para ser un líder”.

Relacionado con este punto también se encuentra la gestión de personas, que, según varios expertos en emprendimiento y liderazgo, consiste en saber motivar a las personas a través de sus objetivos. Además del autodominio, sentido de la justicia, decisión, trabajo en equipo, empatía y responsabilidad.

Desde pequeños

Según Emma de Llanos, coordinadora de los programas de formación para directivos de Eada Business School, en Barcelona, la retroalimentación que reciben los alumnos es muy positiva. "Dicen que les cambia la vida. Aprenden unos valores que no solo son útiles para la empresa sino que los pueden utilizar en todos los escenarios que quieran. De hecho, sería muy poco coherente aplicarlos solo en un ámbito de la vida". De Llanos considera que son competencias que todo el mundo puede adquirir entrenando y formándose. "Siempre hay alguien que tiene más facilidad, pero creo que depende mucho de la actitud de cada uno -explica-. Además, hay que aprender que no hay que ser muy bueno en todo. Quizás alguien será más creativo, pero otro tendrá más constancia. Nosotros no somos partidarios de buscar el ideal, sino que intentamos que todo el mundo saque lo mejor de sí mismo".

De hecho, de Llanos considera que tendría que ser una formación que todo el mundo adquiriera desde pequeño. "Las habilidades personales son la clave del éxito hoy en día, ya que continuamente te tienes que estar relacionando con los demás. Hay escuelas que ya empiezan a incorporar este tipo de formación, pero tendrían que ser todas. No puede ser que en las universidades no se trabajen técnicas para gestionar conflictos o habilidades para comunicarse cuando en las empresas ahora es lo que más se valora", concluye.

Para cuidar el cerebro

Hoy por hoy los cargos empresariales encabezados por personas consideradas líderes exigen trabajar más la mente que el cuerpo; hacer todo con inteligencia y creatividad. Por eso, Dinero recomienda ocho actividades que tendrían que formar parte de una rutina para tener una “dieta mental” sana y así acercarse más al líder innato que se lleva adentro:

Dormir: respetar las horas de sueño.

Deporte: hacer ejercicio físico de manera constante disminuye el riesgo de sufrir estrés.Trabajar: tener un empleo que guste y que haga sentir útiles a las personas.Desconexión total: momentos para no hacer nada ni pensar en nada.Vida social: dedicar tiempo a estar con otras personas y socializar.Meditar: es la manera de hacer descansar el cerebro y es muy positivo para la concentración.Reír y divertirse: el sentido del humor para los adultos es como el juego para los niños, y es igual de necesario.Seguir una rutina: no hay éxito sin disciplina.