Así se mueve el millonario negocio de los fichajes en el fútbol

El fútbol colombiano obtuvo grandes logros en el mundial de Brasil 2014. La selección nacional llegó a cuartos de final; James Rodríguez recibió el codiciado ‘botín de oro‘, Juan Guillermo Cuadrado hizo más asistencias de gol y el equipo ganó el premio Fair Play (al juego limpio). Pero, al parecer, hubo un logro aún mayor: demostrar que la industria en el país estaba preparada para exportar jugadores.

En ese año, y tiempo después, hubo movimientos al respecto. David Ospina confirmó su transferencia al Arsenal el 27 de julio de 2014 por 4 millones de euros; el Real Madrid fichó a James Rodríguez por casi 80 millones de euros y Cuadrado tomó rumbo en 2015 hacia el Chelsea, gracias a una transacción de cerca de 35,5 millones de euros. En ese mismo año su transferencia a la Juventus costó unos 22 millones de euros.

El tema no para ahí. Según el reporte de la FIFA sobre transferencias a nivel global en el fútbol masculino durante 2019 las inversiones ascendieron a US$7.345 millones. Para el caso de Colombia, el valor de los traspasos de jugadores colombianos alcanzó los US$38,8 millones.

Además, según un estudio realizado por la firma de análisis de mercados Statista, a partir del primero de mayo del año pasado había 382 jugadores de fútbol profesionales de Colombia en el extranjero, 16,8% más que en 2018.

Esto, sin duda, muestra el gran negocio del talento futbolístico y del que algunos ya sacan tajada. El venezolano Norman Capuozzo, ingeniero industrial especializado en negocios internacionales, ha tenido una gran trayectoria en el mundo empresarial. Un día detectó que el deporte y el entretenimiento se mantenían en crecimiento incluso cuando la economía mundial estaba en crisis. Y de inmediato decidió lanzarse a crear una empresa para impulsar los negocios del fútbol en el país.

“Go Pro Sport Management nace en Colombia hace seis años en alianza con una academia de fútbol. Nos adentramos en ese mundo, conocimos el negocio, cómo se mueve la representación deportiva y vimos una oportunidad. Por eso decidimos abrir una agencia de representación y hoy los resultados hablan por sí solos”, afirmó.

Capuozzo representa estrellas de fútbol. Su compañía gestiona la carrera de sus clientes. Les crea un plan de crecimiento, alineado con los objetivos del jugador, que abarca temas deportivos, construcción de imagen, asesoría financiera y desarrollo humano.

Según cuenta, la compañía ha logrado consagrar su actividad en menos tiempo que otros representantes. “Tuvimos tres jugadores en el Mundial de Rusia 2018, dos en la final emblemática de la Libertadores entre el Boca Juniors y el River Plate hace año y medio, y también participaron jugadores nuestros en la última Copa América”, contó.

En los últimos tres años han tenido un crecimiento exponencial, cercano a 200%, sustentado en el número de transferencias –en 2019 realizaron 12 movimientos–, la calidad de jugadores y la expectativa de proyección de sus deportistas.

Actualmente representan por ejemplo a Juan Fernando Quintero, Luis Sinisterra, Jorge Carrascal, Sebastián Villa, Cucho Hernández y José Izquierdo, entre otros.

Así juegan

Negociar con futbolistas no es fácil, pero deja grandes rendimientos. Según un informe publicado por la FIFA, 3.000 transferencias internacionales en 2019 involucraron al menos un intermediario. Estos representantes recibieron durante el año pasado comisiones por unos US$653 millones.

Según cuenta Capuozzo, por lo general cuentan con personal especializado que se encarga de buscar a las próximas estrellas. Para ello recorren el país a ver partidos, averiguar sobre su situación actual y determinar sus cualidades físicas. “Primero que todo determinamos si el potencial jugador tiene representante. Si no lo tiene le hacemos una presentación y ofrecemos nuestros servicios. Si acepta, procedemos a hacer un plan de carrera que dependerá de su presente y de sus expectativas profesionales”, afirmó.

Para seleccionarlos, según explicó el empresario, tienen en cuenta aspectos como su talento, su calidad de atletas de alto rendimiento y sus estadísticas. Esto, y la demanda que haya de la posición en la que juega, determinará el precio. “Hay algunas compañías y plataformas que calculan sobre la valorización de los deportistas. Sin embargo, estas no suelen ser exactas, pues muchos factores determinan su valor real. Lo que valen hoy no valdrán mañana", dijo.

Al respecto, Capuozzo mencionó que, por lo general, los atacantes tienen más valor que los defensas. Pero pueden presentarse excepciones. Asimismo, aseguró que los ingresos de un futbolista constan del salario que recibe del equipo, los premios grupales e individuales y los ingresos extras provenientes de los derechos de imagen, bien sea por patrocinio deportivo o marcas que representan. “Ha sido claro que, en los últimos cinco años, han crecido constantemente los valores. Antes nadie concebía que un club pagara más de 200 millones de euros por un jugador. Que hoy lo hacen, sin duda demuestra un rápido crecimiento en la industria”, concluye Capuozzo.

Cifras en euros. Fuente: transfermarket.com