El frenazo de las inversiones petroleras en 2015 ha alcanzado cifras estremecedoras. Para ser exactos, cerca de US$380.000 millones en grandes proyectos cancelados o aplazados en todo el mundo. Se trata de un monto de inversiones del tamaño de toda la economía de Colombia o de la de Sudáfrica.

Son inversiones que desaparecieron del mercado mundial por cuenta de unos precios del crudo que pasaron de más de US$100 por barril a menos de US$30 en menos de un año. Las pérdidas arriba citadas no incluyen las incontables iniciativas de tamaño pequeño y mediano de la industria petrolera que han sucumbido también a esta nueva era de combustible barato.

El impacto de la pérdida de todos estos proyectos se medirá en decenas de miles de puestos de trabajo perdidos y en miles de millones de dólares menos de ingresos tributarios para las naciones que esperaban beneficiarse de esa producción.

Plataformas petroleras 

La consultora internacional Wood Mackenzie publicó este miércoles un informe dando cuenta de 68 megaproyectos petroleros que están parados por efecto de las nuevas condiciones del mercado del crudo.

Proyectos que suman casi 27.000 millones de barriles de petróleo en reservas, que por el momento no serán desarrolladas comercialmente.

América Latina no escapa a la tendencia de grandes recortes en la industria petrolera, le dice a BBC Mundo Horacio Cuenca, director de investigación de Wood Mackenzie para el Cono Sur.

"Muchos yacimientos en funcionamiento están viendo reducida su operación", le dice a BBC Mundo.

Otros grandes proyectos en curso como los de los yacimientos de aguas profundas en Brasil, ya estaban sufriendo demoras por razones técnicas y otros motivos antes de la caída en los precios, puntualiza el analista.

Y el desplome en las cotizaciones del crudo ha influido en la demora da la hora tomar decisiones frente a otros proyectos nuevos más pequeños.

"En Ecuador por ejemplo, se postergó el desarrollo del proyecto de Pungarayacu, que tiene un crudo muy pesado. Empezó a negociarse un contrato con operadores en 2013 y 2014, se iba a tomar una decisión, cayeron los precios y se ha postergado indefinidamente", le dice a BBC Mundo.

No resulta muy sorprendente que los proyectos más caros de explotar son los que primero se vieron suspendidos. En este caso, los de exploración offshore, en plataformas submarinas, perdieron más que las otras modalidades de producción de hidrocarburos. Y este colapso de la inversión llevará a menos producción diaria del crudo en nuevos yacimientos.

Los cambios de planes inducirán un aplazamiento en la explotación de 2,9 millones de barriles diarios hasta la próxima década, señala el reporte de Wood Mackenzie.

Entre los megaproyectos suspendidos en la segunda mitad de 2015 sobresalen:

  • El del campo de gas Golfinho en las aguas de Mozambique
  • La segunda fase del proyecto Kashagan en Kazajistán, con reservas der 4.500 millones de barriles

Impacto brutal 

En promedio, señala el estudio, los proyectos aplazados requerían de un precio internacional de petroleo a US$62 el barril para ser rentables.

Y como el crudo se está cotizando a menos de la mitad de ese nivel, está claro que muchos de los planes de la otrora pujante industria petrolera están por el suelo.

"El impacto de los menores precios en los planes de las compañías ha sido brutal", dijo en un comunicado el analista principal de Wood Mackenzie, Angus Rodger.

"Lo que empezó a finales de 2014 como una disminución de gasto discrecional en proyectos de exploración y de pre-desarollo se ha convertido en una operación quirúrgica integral para cortar todos los gastos operativos y de capital no esenciales", advirtió Rodger.

Estados Unidos muy golpeado

El estudio también pone en evidencia a los países que más daño han sufrido en su industria petrolera.

El caso más paradójico es tal vez el de Estados Unidos. La economía estadounidense en su conjunto ha recibido un enorme alivio por la caída en los precios energéticos, pero su industria petrolera ha recibido un golpe muy fuerte.

EE.UU., junto con Canadá, Angola, Kazajstan, Nigeria y Noruega, son las naciones con más producción aplazada, totalizando cerca de 90% de los proyectos mencionados en la investigación.

Y el futuro inmediato no es particularmente prometedor.

"Con los precios del petróleo cayendo a su nivel más bajo desde 2004, las empresas de petróleo y gas se verán forzadas a adoptar un modo de supervivencia en 2016", puntualiza Tom Ellacott, vicepresidente de análisis corporativo para Wood Mackenzie.

"Es muy probable que haya nuevos aplazamientos de proyectos y recortes en la inversión discrecional", asegura.