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Planeación, clave para la libertad financiera

La mayoría de las personas en diferentes momentos de la vida afrontamos la disyuntiva de realizar diversas actividades, ya sea por vocación personal, o para recibir una compensación económica que permita mantener una adecuada calidad de vida, lo ideal es hacer lo que más apasiona, porque así se logra disfrutar de lo que se hace consiguiendo el mejor desempeño.

Camilo Díaz Urrea
9 de junio de 2015

Sin embargo no siempre se logra tener la oportunidad de desempeñarse en lo que se disfruta, muchas personas se ven obligadas a realizar trabajos aburridos, poco motivantes, sin perspectivas, mal remunerados, o guiados por jefes maltratadores. Lo anterior debido a que en la mayoría de los casos existe una dependencia exagerada a los ingresos laborales para mantener el estilo de vida personal y cumplir con las obligaciones propias, por ejemplo: el colegio de los hijos, el pago de hipotecas, vehículos, continuar los estudios, afrontar una emergencia o pagar deudas.

La preguntas que surgen son, como evitar este tipo de situaciones? Como podemos lograr hacer lo que queremos, sin temor a posibles estrecheces económicas? Como lanzarnos a emprender sin temor a la quiebra? Como retirarnos siendo aun jóvenes para disfrutar la cosecha de lo trabajado? La respuesta a todos esos interrogantes es sencilla: planeación financiera.

La planeación financiera es la habilidad que deben tener todas las personas para administrar adecuadamente su dinero, vivir de acuerdo a sus posibilidades sin caer en el conformismo, y diseñar planes de ahorro que luego les permitan realizar inversiones, que con el tiempo deben complementar los ingresos, y en la medida que crecen ir reemplazando los obtenidos por el desempeño de actividades comunes. Esta última etapa es la libertad financiera.
La libertad financiera puede definirse como el momento donde un individuo no hace algo por dinero, pero, tampoco deja de hacerlo por ausencia del mismo. Esta circunstancia está atada a la planeación financiera, generando a medida que se avanza en el proceso interdependencia positiva entre las dos.
Hacer una adecuada planeación financiera incluye varios aspectos de la vida personal, entre ellos cultivar el ahorro como un habito valioso a lo largo de la vida y ser moderados a la hora de hacer gastos, que pueden ser innecesarios, y con base en ello hacer un ejercicio constante de presupuestar los gastos que se harán para periodos de tiempo cortos, por ejemplo un mes.
El ejercicio de planeación debe iniciar siempre por el ahorro, antes de hacer un presupuesto de gastos primero se debe separar el dinero que será ahorrado durante cada periodo, una medida recomendable oscila entre el 10% y 30% de los ingresos. Luego con el valor restante se debe proceder a realizar un presupuesto de gastos, este presupuesto debe priorizar los rubros imprescindibles como, manutención, hipotecas o arriendos, pago de estudios, vehículos. Siempre se debe dejar dinero disponible para recreación, de lo contrario la planeación puede fracasar porque nunca se recibirá una recompensa tangible del esfuerzo realizado o se genera la sensación de deterioro en el estilo de vida.
Por su parte el ahorro debe tener una meta específica, como ahorrar cierta cantidad de dinero para conformar un capital inicial y ejecutar un emprendimiento, realizar estudios de posgrado, un viaje planeado, adquirir una propiedad, o simplemente para contar con reservas de capital en caso de presentarse una contingencia. Una vez alcanzada la meta se debe continuar hasta acumular un 20% o 30% adicional al monto establecido inicialmente, esto para que cuando los ahorros sean usados exista una nueva base de capital para volver a iniciar el ciclo, y contar con respaldo financiero en caso de que algo salga mal.
Después de que se adquiere cierta capacidad de ahorro, se ha alcanzado el primer paso hacia la libertad financiera, el siguiente consiste en invertir el ahorro acumulado, y estar dispuestos a asumir algunos riesgos en cuanto a inversión se refiere. Esta etapa aunque es sencilla requiere un poco de dedicación personal para evaluar de manera adecuada las opciones disponibles de inversión, evaluar la propia disposición a asumir riesgos, formular preguntas sobre las inversiones que se piensan hacer, y claro, disponer de una parte del tiempo para administrar las inversiones o tener encuentros periódicos con quien las ejecuta por nosotros.
En Colombia existen diferentes opciones para ahorrar e invertir de manera segura, las alternativas disponibles van desde los clásicos Certificados de Depósito a Termino CDT’s , los Fondos de Inversión Colectiva FIC’s, Fondos de Empleados, Cooperativas Financieras, las Pensiones Voluntarias y el Mercado Financiero. Ese tipo de inversiones tiene rendimientos anuales entre el 4% y 12% dependiendo del riesgo asociado a cada una de ellas. No incluimos las cuentas de ahorro por considerar que pagan bajísimos rendimientos que no compensan la inflación anual ni su costo de administración.
En contraste existen opciones de inversiones alternativas que pueden tener rendimientos superiores al 15% anual, aunque incluyen incrementar un poco la exposición al riesgo, entre esas opciones están, las Compras de Cartera, los Fondos de Capital Privado y Fondos de Inversión inmobiliaria. Esas inversiones alternativas suelen presentar mejores rendimientos que las tradicionales porque generalmente se ubican en nichos de mercado desatendidos pero con alta rentabilidad, involucran mayor innovación en las estructuras financieras, o porque suelen eliminar intermediarios en la cadena, capturando más valor para los inversionistas y tienen un esquema eficiente de operación.
Al elegir cualquier opción de inversión es indispensable entender claramente el funcionamiento de la inversión que va a efectuarse, formular todas las preguntas necesarias aun cuando parezcan obvias, indagar los riesgos de pérdida y contrastarlos con la disposición personal a asumirlos, asegurarse que la firma gestora está vigilada por las autoridades competentes, conocer la experiencia profesional del equipo a cargo, y monitorear constantemente la inversión. Debemos recordar que nuestra planeación busca la libertad financiera y los recursos que invertimos son fruto del esfuerzo personal.