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Ingeniero Magnus Cruz, gerente general de Superpolo

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De Brasil para el mundo

Hace 65 años en la ciudad de Caxias do Sul, cuatro hombres concibieron la idea que dio vida a la mayor productora de carrocerías del mundo. Esta es la historia de Marcopolo.

Carolina Castro
6 de octubre de 2013

Hacia finales de la década de los 40 -1949-, Paulo Bellini, José Martins, Valter Gomes Pinto y Raul Tessari crearon Carrocerías Nicola. “Brasil no tenía una industria de buses sino que para el transporte público utilizaban camiones o vehículos pequeños y estos cuatro señores con una visión muy grande del mercado decidieron hacerlo”, contó a Dinero.com el ingeniero Magnus Cruz, representante de Marcopolo en Colombia y gerente de Superpolo S.A.

El modelo que tuvieron en ese entonces para iniciar el negocio fue un bus italiano cuyas características replicaron para empezar a producirlo y comercializarlo en el país. “Ese primer bus tomó alrededor de 60 días para ser construido entre siete personas, era muy artesanal”, destaca el ingeniero. Iniciaron con un capital propio no muy grande, suficiente para la inversión inicial que requerían, la cual incluía la construcción de una pequeña planta en Caxias do Sul (estado de Río Grande del Sur).

El cambio de nombre surgió unos años después. Los cuatro socios fundadores decidieron mirar un día cuál era la persona que más había viajado en el mundo y encontraron en Marco Polo la inspiración para renombrar la empresa. “Luego sí buscaron otros socios inversionistas de la región y en determinado momento Marcopolo decidió abrir todo un capital, pero esto ya después de mucho tiempo” explica Cruz.

Fue en 1981 que inició la expansión hacia nuevos mercados, tras crear una segunda planta más moderna en Brasil. “Los primeros buses empezaron a ser exportados a Suramérica. Luego vimos que era importante tener una base en Europa y montamos una planta en Portugal para mirar el mercado europeo que era un target que crecía mucho en la fabricación de buses”.

Marcopolo cuenta con más de 30.000 empleados y un total de 17 fábricas en el mundo. Australia cuenta con tres plantas al igual que Brasil; en países como Argentina, Rusia e India esta empresa brasileña tiene dos plantas y, los demás países donde figuran con un solo punto de fábrica son México, China, Sudáfrica, Egipto y Colombia. “Estas plantas exportan para los países cercanos, además somos socios de una planta en Canadá y de una en Estados Unidos”, apuntó el ingeniero Magnus Cruz.

“Somos la mayor marca productora de buses, de carrocerías, pero cada mercado tiene un porcentaje distinto de participación. En México tenemos alrededor del 28-30% del mercado, en Colombia cerca de 42-47%, en Brasil más del 50%, en Argentina estamos por el 45-48% y en India, a pesar de que solo tenemos el 30%, producimos un total de seis buses por día”.

En el país

En Colombia, Marcopolo llegó como resultado de una alianza con carrocerías Superior, del grupo Fanalca. “Superior fue consciente de que el transporte en Bogotá tenía que evolucionar y salió al mercado en busca de una empresa que tuviera un producto que respondiera a ese tipo de necesidad. La empresa visitó varias industrias de carroceros y llegó a Marcopolo, siendo nosotros los primeros que empezamos con todos los sistemas para hacer ese tipo de transporte”.

En el año 2000, Superior hizo un contrato con Marcopolo para proveer las primeras carrocerías de los buses de Transmilenio. Empezó a producir con tecnología, materiales y personal de Brasil en Colombia y luego de una primera entrega solicitó un mayor número de buses para el sistema. “En 2001 se firmó la alianza en donde las dos carrocerías se fusionaron bajo el nombre de Superpolo S.A. y empezó a producir buses con materiales y proveedores locales, pero con tecnología y diseño de Marcopolo Brasil”.

El ingeniero Magnus cuenta que en un futuro se hablará de Marcopolo Colombia, ya que es esta marca la que es reconocida mundialmente. “Va a llegar un momento en que no va a existir más Superior ni Superpolo, a eso es a lo que estamos apuntando y actualmente lo estamos discutiendo con los socios”.

Un aspecto importante de la empresa al tener tantas plantas alrededor del mundo, es la financiación. Magnus explica que “los costos de mantener esta estructura son absorbibles por las compañías locales. Por ejemplo, tenemos la necesidad en Colombia de, un producto específico para el mercado colombiano. Se hace un requerimiento para Marcopolo Brasil donde los más de 400 ingenieros que tiene nuestras áreas de desarrollo empiezan a trabajar y esto genera un costo que es asumido, una parte por Marcopolo y la otra parte por Superpolo Colombia”.

Además resalta que la planta en el país fue la primera de América Latina en producir los buses Paradiso Generación 7, un producto que tuvo un costo de aproximadamente U$300 millones. “Cuando Marcopolo lo decidió hacer, ya tenía compromisos con algunas plantas y empezó a trabajarlo pensando en Colombia, México, Sudáfrica, Egipto y China, países donde también se fabrican estos buses”.

Es así como Marcopolo, en Colombia, no solamente se ha dedicado a proveer carrocerías para el sistema de transporte masivo de Bogotá sino que también ha colaborado con el Mío de Cali y sus similares en Bucaramanga y Barranquilla. Esto es lo que se conoce como buses de tránsito rápido o BRS por sus siglas en inglés, un sistema en que la empresa brasileña fue pionera. De igual forma la marca tiene el 60% del mercado de buses intermunicipales.

Los proyectos


El ingeniero Cruz dice que en 15 días o un mes, realizarán el lanzamiento de un producto importante. “Es un cambio de concepto no en el que estamos trabajando con Transmilenio, evaluando el transporte para que tenga más resistencia, brinde mayor seguridad y sea más amigables con el medio ambiente. Estamos trabajando en un nuevo desarrollo y en los próximos días con certeza se verá que Marcopolo hará un lanzamiento de un producto que va a cambiar totalmente el sistema de transporte”.

Mediante la reinvención y renovación de su portafolio, Marcopolo logra mantenerse en Colombia, pues la demanda de buses BRT ha disminuido. “Este año lanzamos tres productos y debemos cerrar en ventas con 1.060-1.070 carrocerías de exportación. Queremos crecer entre el 10 y 15% puesto que esta planta tiene la capacidad de producir 2.530 buses al año y la idea es llegar a ese número. Este año produjimos alrededor de 1.600-1.700 buses. Tenemos cerca del 50% del mercado en Colombia y por día estamos sacando cerca de 10, 12 unidades en promedio para un aproximado mensual de 160-170 unidades”.

Además de la producción de carrocerías, Marcopolo cuenta con un banco propio (Banco Moneo), el cual fue creado por la empresa para financiar la marca en Brasil. “Empezó en 2005 porque en esta época existía una dificultad de financiación de vehículos, principalmente buses. Entonces Marcopolo, viendo esto, decidió generar una línea de financiación para sus clientes principales, por esto creó el banco”.