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Los colombianos consumen cerca de 6 kilogramos de pescado al año. | Foto: Sxc

Competitividad

Del pescado solo se acuerdan en Cuaresma

Siempre se ha conocido del potencial que tiene Colombia en el sector por tener acceso a dos océanos, pero ¿cuándo se le sacará provecho?

16 de abril de 2014

La industria pesquera tiene un potencial de desarrollo importante, pero sigue presentando un retraso en competitividad frente a países de la región por factores como el costo de los combustibles y, ahora, la contaminación de los ríos.

Sin embargo, el Ministerio de Agricultura, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca y los empresarios trabajan conjuntamente para llevar a cabo los lineamientos  de política pesquera y acuícola que nunca ha existido en el país, para intentar repotencializar el sector.

Así lo expone el director de la cámara de Industria Pesquera de la Andi, Alejandro Londoño, quien describe las cinco principales necesidades del sector:

1. Promover el consumo del pescado.
2. Chatarrización de la flota pesquera, la cual es muy obsoleta. Operan embarcaciones de más de 50 años de antigüedad.
3. Establecer un precio de combustible más favorable tanto para la pesca industrial como la artesanal.
4. Vías de crédito específicas, con plazos importantes, para tecnificar el desarrollo de la actividad.
5. Modernización de la normatividad pesquera, ajustándola a las verdaderas necesidades para ganar en productividad y competitividad.

En todo caso, Londoño destaca el desarrollo que ha tenido la pesquería del atún, que ha logrado un nivel de talla mundial con plantas de procesamiento importantes en Barranquilla y Cartagena. “También existen otros segmentos que siguen ganando importancia como el camarón, donde el cultivo de la especie ha ido creciendo de manera importante”, expone.

Sin embargo, otros segmentos del sector han sido afectados porque su potencial se encuentra precisamente en zonas donde hay problemas de orden público que mitigan el desarrollo, sin contar los altos costos operativos debido al alto precio del combustible, que representa hasta el 70% del proceso de pesca.

Por esa razón, el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, estableció una mesa sectorial con todos los gremios que componen la actividad, con el propósito de encontrar la manera de repotencializar el sector para ser competitivos frente a los países de la región, “no en cantidad de producto sino en calidad”.

Adicionalmente, el director de la Cámara dice que existen nuevos recursos que están presentes en la zona económica exclusiva (San Andrés) y en el mar territorial, como son las sardinas y las sierras, que son especies que pueden ser incorporadas en mayor proporción al mercado nacional y proyectarlas como productos de exportación.

¿Qué tan rentable es el negocio?

El año pasado el atún representó unas exportaciones cercanas a las US$135 millones, principalmente a los mercados de la Unión Europea y a países de Centroamérica y el Caribe y Suramérica. “Se trata de una industria prominente, que ha hecho las cosas bien y que ha logrado un desarrollo importante”, sostiene Londoño.

Los otros segmentos, en su mayoría, se comercializan en el mercado nacional. La industria piscícola está cerca de las 80.000 toneladas, de las cuales el 25% se está exportando y el resto se consume en el país.

De las tres especies de la piscicultura nacional -Trucha, Tilapia y Cachama-, el directivo de la Andi explica que la de mejor desarrollo es la tilapia, que se consume en una cantidad importante en el mercado nacional y, además, en el momento se está exportando en filetes hacia el mercado de los Estados Unidos, mientras que la trucha la están comprando principalmente en Alemania.

Las exportaciones de camarón de cultivo, más el camarón de pesca, más la piscicultura pueden estar significando cerca de US$60 millones, según Londoño.

Además, destaca otra industria importante, con un nicho creciente en el mercado europeo y en el oriente, los peces ornamentales, los cuales significan unos ingresos de US$20 millones.

Consumo

Según las cifras de la Andi, actualmente en Colombia se consumen 6 kilogramos per cápita al año, estimando una población de 42 millones de habitantes  y 256.000 toneladas entre producción nacional e importaciones.

En cuaresma, las ventas de pescado en el país aumentan hasta un 60%, tanto de producto nacional como importado.

Londoño explica que el problema que existe es que debido a la contaminación de los ríos y lagunas por el uso de agroquímicos, la minería ilegal, entre otros, la producción es menor. Así mismo, algunos pescadores ya no adoptan los mismos procesos en el mar por los costos operativos que significa, debido principalmente al combustible.

En ese contexto, para satisfacer la demanda, el directivo explica que el país ha tenido que acudir a las importaciones de productos pesqueros de gran variedad de precios.

En ese contexto, de las 256.000 toneladas que se están comercializando en el país, el consumo de producto nacional alcanza cerca de las 120.000 toneladas y el resto es importación. Pero aquí el contrabando también hace daño, según el director de la Cámara de la Industria Pesquera de la Andi, pues el fenómeno puede representar hasta un 40% del total de las importaciones.