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OPINIÓN

¿Por qué creer en los grupos financieros del país como Grupo Aval?

El conglomerado financiero más importante del país ha generado valor a sus accionistas desde que salió a Bolsa en 1999. Se mantiene como la segunda empresa con más socios en la BVC, detrás de Ecopetrol. Análisis de Andrés Moreno Jaramillo.

Andrés Moreno Jaramillo
30 de enero de 2019

En el año 1999 Colombia estaba sumergida en una profunda recesión económica que mostraba una caída en el PIB del 4,2%. Sin embargo, entre 1999 y 2000 la empresa Grupo Aval Acciones y Valores S.A., que había sido recién fundada en 1998, le apostó al mercado de valores desafiando la difícil coyuntura y realizó su primera emisión de acciones a $170 por acción; 40.000 nuevos inversionistas creyeron en la empresa. Fue un gran estímulo para la confianza del mercado de capitales en el país.

Posteriormente, en junio 2007 Grupo Aval realizó su segunda emisión de acciones ordinarias a $630 por acción, con la que completó un total de 68.378 socios, siendo hasta ese momento la compañía con mayor número de inversionistas en la bolsa de Colombia. Finalmente, en el año 2011 Grupo Aval emitió acciones por tercera vez, pero en este caso se colocaron títulos preferenciales en los que invirtieron 83.759 nuevos accionistas, que le apostaron al crecimiento de la holding financiero más importante del país, comprando a $1.300 por acción.

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Durante estos 20 años de historia del Grupo Aval en la Bolsa de Valores de Colombia, sus miles de accionistas han recibido altos dividendos cuya rentabilidad ha oscilado entre 3% y 5% anual. Sumándole además que para los socios que compraron en 1999, el precio de sus acciones se ha multiplicado por más de 6 veces y para los accionistas de 2007, el precio se ha duplicado. Por su parte, los accionistas preferenciales de 2011 no han tenido valorización en el precio de sus acciones, pero han recibido los suficientes dividendos para tener en la actualidad un portafolio con balance positivo.

A septiembre 2018, Grupo Aval cuenta más de 67.393 accionistas entre sus acciones ordinarias y preferenciales, siendo la segunda empresa con más socios en la bolsa, detrás de Ecopetrol. Las  acciones preferenciales “PFAVAL” tiene un peso de 4,54% en la canasta del índice bursátil Colcap, siendo la tercera especie con mayor liquidez del mercado accionario colombiano detrás de Ecopetrol y Bancolombia preferencial. En el tamaño de la empresa (capitalización bursátil), Grupo Aval vale más de $24 billones, en cuyo patrimonio están invertidos además fondos de pensiones locales, fondos extranjeros y empresarios que creen en las empresas líderes del país.

Según la propia compañía, Grupo Aval tiene más de 15 millones de clientes, genera más de 150.000 empleos directos e indirectos, tiene más de 4.600 proveedores de bienes y servicios, paga $3 billones anuales en impuestos, posee miles de créditos aprobados y es líder en inclusión financiera. Todas las anteriores cifras muestran la importancia de Grupo Aval en el sistema financiero y su papel como motor clave para el desarrollo de Colombia y de la región.

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Si bien, su nombre ha sido salpicado por el escándalo de sobornos de Odebrecht, es un deber racional esperar los resultados de las investigaciones del Departamento de Justicia en Estados Unidos y de la justicia en Colombia, sin hacer juicios anticipados, ya que son este tipo de industrias las que han dinamizado el mercado de capitales durante los últimos 20 años contribuyendo al crecimiento, desarrollo y competitividad del país. De todas maneras, las empresas listadas en la bolsa deben robustecer su Gobierno Corporativo con énfasis en las buenas prácticas de sus funcionarios en temas de contratación del sector público y privado, ya que se ha visto un enorme número de investigaciones por escándalos de corrupción en compañías que han incursionado en el país en áreas infraestructura y construcción como Cementos Argos, Cemex, Conconcreto y Corficolombiana, entre otras.

Colombia no necesita atacar, señalar y perseguir a sus empresas líderes y a sus administradores exitosos. Por el contrario, ojalá el país tuviera 200 Grupos Aval o 2.000 empresarios de ese talante, grandeza o importancia, que generen empleo, productividad y, por ende, más ingresos por recaudo de impuestos. Vale la pena creer en Colombia y en sus empresas, de lo contrario, el aumento del bienestar económico y la disminución de la pobreza están en peligro.

*El columnista invitado Andrés Moreno Jaramillo es trader y experto en acciones. En Twitter: @andresmania.

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