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EN LA OFICINA

Frases que un jefe nunca debería decir

Altos niveles de rotación, baja productividad y tensión laboral son la consecuencia del mal ambiente generado por expresiones desatinadas de los jefes. Que no le pase a usted.

18 de agosto de 2016

¿Le suenan conocidas frases como: “me tocó hacerlo a mí porque usted no fue capaz”; “trabaje, que para eso se le paga”; “si usted no quiere este trabajo, hay una fila detrás suyo que sí lo está necesitando”?

Estas expresiones, que con frecuencia se escuchan en algunas empresas, demuestran las malas prácticas de gerencia y liderazgo y provocan baja productividad, alta rotación de personal y un clima laboral deficiente que no atrae ni retiene.

José Miguel Caro Lasso, director de la consultora Plurum, considera que hay frases que un jefe nunca debería pronunciar, por el impacto negativo que tienen en los resultados de las compañías. Por ejemplo, “¿por qué lo voy a felicitar si ese es su trabajo?”; “ese no es mi problema, usted mire a ver cómo lo soluciona” o “qué buena idea, pero para qué nos complicamos si no lo están pidiendo”.

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Aunque hoy los jefes son más receptivos a los cambios que imponen las nuevas tendencias gerenciales y la actuales generaciones, aún estas situaciones son más comunes de lo que se piensa y es clave tomar medidas para contrarrestarlas. Estas son otras frases que resultan “lapidarias” para los trabajadores:

¿Malos mensajeros?

Laura Alba

Human Resources & Marketing Business Partner de Michael Page.

Los resultados de una organización pueden verse afectados negativamente con expresiones ofensivas y desmotivadoras generadas por sus jefes. Las palabras de un líder tienen gran impacto tanto en el corazón como en la mente de los trabajadores, por esta razón el éxito de un equipo se basa en gran medida en la manera como este se comunica con sus miembros.

Mensajes mal enviados o palabras mal utilizadas podrán convertirse en una comunicación deficiente, niveles de rotación altos, baja efectividad y productividad debido a que el maltrato, la falta de respeto o la desmotivación limitan la capacidad del empleado para innovar, proponer y ser proactivo.

1| Usted no piense, haga caso. Coartarles a los colaboradores su posibilidad de opinar y aportar al equipo de trabajo es uno de los peores errores que puede cometer un jefe. Antes de decirla, piense en cómo promover ideas entre sus colaboradores, pues muchas de ellas reducen costos y mejoran la productividad.

2| No traiga sus problemas personales a la oficina. Los jefes deben entender que los trabajadores tienen una vida personal y familiar por la cual también deben preocuparse. El apoyo en momentos difíciles es clave para fidelizar el trabajo y evitar las deserciones y baja productividad.

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3|Para eso se le paga. Esta frase no quiere decir otra cosa diferente a que el jefe se cree dueño de su colaborador. Reprochar el pago que se les hace a los empleados no es una buena estrategia ni es justo, porque de por medio hay un contrato y nadie trabaja de forma gratuita.

4| Si usted no quiere este trabajo, hay una fila detrás de usted que sí lo está necesitando. Este tipo de amenazas veladas para el empleado conllevan un mensaje de desconfianza en el trabajo que realiza. Sin duda, esto tiene efectos en productividad y compromiso de los colaboradores.