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Foto: Venezuela/Getty. | Foto: Getty

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La cruda realidad de las empresas que deciden quedarse en Venezuela. El caso Epson

No solo la ciudadanía sino también las grandes multinacionales se han sumado al éxodo de Venezuela, un país al borde del colapso en el cual la confianza inversionista es nula, y por ende, quedarse es una verdadera cuestión de compromiso.

10 de agosto de 2017

General Motors, Avianca o United Airlines son solo algunas de las marcas que se han despedido del país suramericano que hace poco más de quince años vivía una época dorada gracias al auge del petróleo y otras materias primas.

La promesa de equidad social se derrumba a pedazos, afectando a la población, al sector empresarial y al desarrollo económico en una época en la que quedar en rezago podría resultar bastante caro.    

Una de las compañías que se mantiene firme a pesar de los problemas es Epson, cuyo gerente regional para Centro América, El Caribe y la Región Andina, Antonio Pisani, dijo a Dinero que “hoy en día las ventas son prácticamente nulas”.

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“Hemos trasladado ejecutivos a algunos países, incluyendo Colombia y Costa rica.  Pero mantenemos nuestra oficina, se ha convertido en una operación de servicio para atender a la base”, explicó.

Actualmente la compañía especializada en la industria de la impresión, una categoría que ha perdido relevancia en un país en el cual las personas ni siquiera pueden acceder a los productos de consumo básico, mantiene su planta en Venezuela.

Y aunque conserva las ventas a través de distribuidores locales que le compran a la oficina de Miami, la realidad, según lo explicó el venezolano Antonio Pisani, es que “los montos son muy pequeños” y por ende “prácticamente no hay formas de operar” en ese país.

Esto debido a que las alternativas para adquirir divisas e importar son muy limitadas, por lo cual las compañías prácticamente quedan imposibilitadas para conectarse con el mercado internacional.

La condiciones de Epson como las de la mayoría de las empresas del sector de tecnología que permanecen en ese país no es fácil. La política es clara, empleado que se retira, no es reemplazado.

Es así que de los 68.000 empleados que tiene la compañía fundada en 1942 en Nagano (Japón), únicamente trece están radicados en las oficinas de Venezuela. Y aunque claramente no es una oficina central, contrasta con el número de empleados que hay en Colombia (45).

“Ha habido traslados, hay personas que han dejado el país y no los hemos reemplazado. Pero no hemos despedido empleados”, dice Antonio Pisani, un venezolano radicado en Miami que ocasionalmente visita su país.

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Sin embargo, confiesa a este medio que hace cerca de dos años no lo hace por estrictos motivos de seguridad, pues como se sabe, la situación en la actualidad es dramática.

“Estamos ahí por nuestros clientes y el futuro del país, en algún momento se abrirán oportunidades para expandir el negocio (…) lo hacemos como una inversión en nuestro clientes, en el país”, dice el directivo.

Una posición muy parecida tiene el vicepresidente comercial de la compañía Dell para América Latina, Diego Majdalani, quien dijo hace un tiempo a este medio que la estrategia se basaba en “cuidar” a los clientes existentes.

“El esfuerzo que requiere tener esos clientes ahí es el doble”, dijo el argentino, al destacar la relación y el compromiso que tiene la marca con aliados como bancos, empresas de telecomunicaciones e incluso supermercados.

“En diez años le toca a un país y en diez a otro (la crisis económica, política y social), y uno no puede olvidarse de los clientes, estar con ellos paga a largo plazo. Esa consistencia la reconocen en el tiempo más de lo que uno se imagina” aseguró.

La otra cara de la moneda

 Foto: (De izquierda a derecha) Gerente Regional para Centro América, El Caribe y la Región Andina de Epson, Antonio Pisani y el director internacional de Marketing y Comunicaciones de Epson, Dan Murphy.

Mientras llueve en Venezuela, en el resto de América Latina florecen oportunidades para Epson, una marca que domina el 42% del mercado de la impresión tradicional,  el 51% del de proyectores y el 90% del de impresión por tanques de tinta a nivel mundial.  

Justamente, en días pasados el director internacional de mercadeo y comunicaciones de la firma japonesa Dan Murphy, estaba de gira en Colombia para explorar nuevas oportunidades en la región.

El directivo coincide en que la marca está teniendo buenos resultados a pesar de que el sector del retail en general no tuvo muy buen balance en el comienzo del año.

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De hecho, entre abril y junio la marca creció en el país un 6% mientras otros fabricantes de la industria han decrecido, según dijeron los voceros de la marca a este medio.

De acuerdo a la edición de las ‘5.000 Empresas de Revista Dinero, Epson Colombia es la compañía número 15 en términos de ventas en la categoría de ‘enseres domésticos’ con $145.377 millones. Sus activos, por su parte, representan $63.217 millones, mientras que su utilidad neta es de -$1.522 millones.

El camino no es fácil para ninguno de los competidores de la industria de la impresión puesto que en la actualidad marcas como HP o Epson luchan contra la falsificación de cartuchos de tinta, un mercado que puede alcanzar entre el 40 y el 60% de la participación en países emergentes como Colombia.  

A nivel global, Dan Murphy compartió que la compañía obtuvo US$9.100 millones en ingresos en el año fiscal 2016, así como US$586 millones en ganancias.

Murphy dice que en la actualidad el crecimiento de la compañía se basa en el desarrollo de segmentos específicos como PrecisionCore Technology (La tecnología de cabezal de impresión), además de la impresión industrial y de textiles.

Sin embargo, la marca, conocida en sus primeros años de vida por su participación en el mercado de la relojería (que aún mantiene vigente con su línea de dispositivos ponibles), le apunta al futuro con innovación robótica.

Especialmente en el desarrollo de dispositivos de aprendizaje de máquinas, inteligencia artificial y análisis de datos para avanzar en el diseño de nuevas patentes en el campo de la impresión, los proyectores, entre otros dispositivos que lo mantenían en el top de la industria.  

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