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¿Qué tan buen negocio está haciendo Terpel con la compra a Exxonmobil?

La Superintendencia de Industria y Comercio acaba de avalar de manera definitiva el negocio entre Terpel y Exxonmobil. Se trata de la adquisición de las estaciones de servicio de las estaciones de servicio de marca Mobil que hoy operan en el país.

16 de febrero de 2018

La entidad supervisora impuso una serie de condiciones que dan para pensar qué tan buen negocio resulta esta operación, especialmente para Terpel.

Segùn la Resolución No. 9915 del 15 de febrero de 2018, la SIC redujo el tiempo que Terpel tenía de ‘castigo’ para comprar otras estaciones de servicio, pues en la primera resolución el órgano de control vigilancia había impuesto una cláusula de 10 años; esto significa que Terpel no podría adquirir nuevas estaciones de servicio de otras marcas durante una década. Ese significaba un duro castigo a la estrategia de crecimiento de esta marca en el país. Sin embargo, en la nueva decisión este periodo quedó reducido a 4 años.

“La Superindustria le impuso a Terpel otros condicionamientos con el fin de preservar las condiciones de competencia en el mercado, como la obligación de levantar las exclusividades (por 4 años) en la distribución y exhibición de lubricantes en estaciones de servicio identificadas con su bandera”, afirmó la SIC en la resolución.

Sin embargo, un afiliado a Exxonmobil podrá competir por tener la bandera de otras marcas. Es decir, ya no se le impedirá abanderar, pero sí se le prohíbe comprar una estación de servicio por un periodo no inferior a 4 años.

Además, informó que con el fin de cumplir la orden de que Terpel nunca adquiera el negocio de combustibles de Exxonmobil, la Superindustria autorizó que este sea transferido de manera inmediata y provisional a un tercero (fondo de inversión o patrimonio autónomo), quien se encargará de la posterior venta del negocio de combustibles de Exxonmobil a un comprador definitivo en un plazo improrrogable no superior de 9 meses.

Por el lado de los lubricantes, la Superindustria condicionó la compra del negocio de lubricantes de Exxonmobil Colombia por parte de Terpel, a la venta de la planta de producción de lubricantes de la distribuidora en Colombia y de las marcas Máxter y Máxter Progresa, venta que deberá perfeccionarse en un plazo máximo de nueve 9 meses.

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De otra parte, la SIC expuso que Exxonmobil seguirá participando en Colombia en el segmento “upstream” de la cadena de valor de combustibles (exploración de hidrocarburos).

Cabe destacar que Exxonmobil se reservó el derecho de seguir atendiendo a sus clientes directos en Colombia (principalmente multinacionales) de lubricantes, por los próximos 20 años.

“Con la decisión de la Superindustria, se garantiza que se preserve la competencia, tanto en la cadena de valor de distribución de combustibles líquidos vehiculares derivados del petróleo, como en los distintos mercados de lubricantes involucrados (motores diésel, industriales, automóviles, transmisión automotriz, motos y grasas)”, recalcó la entidad en su comunicado.

Aunque aún permanecen algunas restricciones en comparación con la primera medida de la SIC, este periodo de 4 años le podría servir a Terpel para fortalecerse financiera y estratégicamente para que, al regresar al mercado, lo haga sin pasos en falso.

Terpel buscará crédito puente

La Junta Directiva de Terpel autorizó a la administración de la firma para solicitar el crédito puente a mediano plazo hasta por $1,72 billones. Este monto sería utilizado para la posible adquisición de las estaciones de gasolina de ExxonMobil en Colombia, Perú y Ecuador.

De acuerdo con Terpel, esta suma sería utilizada para la posible futura adquisición de operaciones de downstream de ExxonMobil en Colombia, Perú y Ecuador por parte de la compañía, que está sujeta la autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia.

La firma explicó que, durante el 2017, los indicadores de deuda de la compañía han estado por debajo de los niveles requeridos por las agencias calificadoras de riesgo con el fin de mantener la calificación AAA. “Con la transacción los niveles de endeudamiento se verían afectados temporalmente mientras se ejecutan las posibles acciones mencionadas en la información relevante del 7 de febrero de 2018, periodo en el cual no se vería afectada la calificación de Terpel”, explicó la empresa.

La distribuidora aseguró que para el crédito puente no se constituyeron garantías, pero que expedirá pagarés para cada uno de los bancos prestamistas los cuales deberían ser suscritos antes del desembolso.

Condiciones del crédito

-El crédito a 18 meses, que es considerado de mediano plazo, debe ser prepagable y sin penalidad.

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-Se requiere la aprobación de la posible adquisición por parte de la Superindustria y que el mismo sea utilizado de forma exclusiva para el pago de dicha operación.

-Mantener la calificación AAA y realizar prepagos obligatorios en determinados eventos.

Por otro lado, Terpel aseveró que el producto de este contrato (crédito puente) no se generarían cambios en la estructura corporativa de la entidad, ni habría reformas estatutarias, ni modificaciones a las políticas internas de la compañía.

Hay que decir que en caso de llevarse a cabo el desembolso se tendría un efecto económico y financiero temporal, el cual se reduciría una vez se amortice el crédito puente con recursos que provendrían de una eventual emisión de bonos y papeles comerciales en el mercado público; del precio que se recibiría a través de la eventual venta de la operación de combustibles de ExxonMobil de Colombia a un tercero de acuerdo con los requisitos que establezca la Superindustria; y de una eventual emisión de capital, manteniendo la calificación AAA por parte de las agencias de calificación de riesgo.