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Mike Walsh, futurista y CEO de Tomorrow. | Foto: Mike Walsh

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“No estamos preparados para lo que viene”, futurista Mike Walsh

¿Cómo serán los negocios en el futuro? ¿Quiénes serán los nuevos ricos del planeta? El futurista australiano Mike Wash habló con Dinero en exclusiva para darle una mirada al futuro. Walsh nos cuenta por qué no estamos preparados para lo que viene...

20 de mayo de 2018

El australiano Mike Walsh, CEO de la consultora Tomorrow, es un reconocido futurista en el mundo de los negocios a nivel internacional, enfocado en tecnología emergente y comportamiento disruptivo del consumidor. Dinero lo entrevistó en exclusiva para saber cuál será el futuro de los negocios en el mundo:

¿Cómo ve a Latinoamérica en innovación con respecto a otras regiones del mundo?

Yo creo que en Latinoamérica la innovación es una idea, no necesariamente una realidad. Hay tantos mercados industrias y países, todos en distintas realidades y en distintas posiciones, pero lo que une a América Latina con otras zonas del mundo con rápido crecimiento no es la cultura locativa sino la juventud de su población. Ese es el verdadero impulsor del cambio, viene del consumidor no de las compañías.

¿Qué brechas tecnológicas ve en América Latina?

Creo que muchas de las organizaciones siguen siendo muy tradicionales. Hay mucho proceso, mucho papeleo, mucha regulación y a menudo, una falta de voluntad política y valentía para hacer los cambios que se tienen que hacer. Pero se está dando un cambio generacional. Entonces no creo que la tecnología sea el problema. La tecnología está muy abierta en el mundo, uno puede acceder a servicios a través de la nube muy rápidamente, el problema está en la voluntad de las personas para hacer el cambio. Es un tema de personas, no de tecnología.

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¿Qué le diría a una empresa que está empezando ese proceso de transformación digital?

Los dos principios clave. En primer lugar: obsesión con el cliente. Hay que diseñar para los clientes futuros no los clientes actuales. Una de las cosas que hace Amazon, por ejemplo, cuando desarrolla un nuevo producto es crear un boletín de prensa para un producto que aún no existe, porque están tratando de entender cómo se ve esto desde una perspectiva humana, más que cómo refleja esto sus prioridades corporativas.

En segundo lugar, las compañías se deben fijar en los datos. Porque estos datos van a ser los que impulsarán la habilidad de generar sistemas de aprendizaje automático (machine learning), para seguir haciendo ese ciclo. El algoritmo mismo no es tan importante. Uno puede saber el algoritmo de Google, pero no puede reconstruir a Google, porque no tiene toda la data y eso es un tema en el que las compañías tradicionales latinoamericanas, incluso en Colombia, tienen ventaja: ellas tienen toda la data, pero simplemente no la han apalancado de una manera que transforme la experiencia de los clientes.

El reto para una compañía que está intentando hacer este proceso es encontrar los datos sobre los cuales apalancarse para encontrar aún más datos y avanzar en la causa. Y hacerlo suficientemente rápido, antes que las otras compañías tradicionales.

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¿Usted cree que existe un lado oscuro del machine learning o que podría afectar negativamente a la humanidad?

Ya lo estamos viendo. El machine learning no es objetivo, hay que tener una etnografía de la data, uno tiene que entender de dónde provienen los datos, si los datos son diversos y reflejan a todo el mundo y qué sesgos podría haber involucrados en los datos o en el diseño de algoritmos. Las máquinas en sí mismas no son oscuras, pero ellas pueden reflejar perfectamente el lado oscuro de la humanidad.

¿Tiene algunos ejemplos negativos de machine learning y cómo evitar que eso pase en el futuro?

Ha habido, por ejemplo, mucha polémica en los Estados Unidos por el uso de algoritmos en las sentencias de delincuentes. Descubrieron que hay un sesgo racial, porque las máquinas estaban aprendiendo de los datos recolectados y de las sentencias que se han ejecutado sobre segmentos específicos de la población, entonces estaban acelerando la eficiencia de un proceso que ya era sesgado. El caso del doctor David Dao, el señor asiático al que le rompieron los dientes sacándolo arrastrado de un avión de United Airlines, y la gente lo señalaba como un caso de mal servicio al cliente, es realmente un ejemplo de un mal diseño algorítmico. Hay una cantidad de formas de cómo se diseña un algoritmo y ninguno de los empleados tenía el poder para decir que había algo malo en el algoritmo y no había forma de saber cómo se iban a comportar los empleados. Así que llamaron a la policía y lo sacaron arrastrado del pelo.

¿Qué opina sobre lo que está pasando con blockchain y los fraudes alrededor del bitcóin en Latinoamérica?

Pienso que ha habido una curiosa característica en que los criminales colombianos siempre logran innovar con la nueva tecnología. Esto no es un fenómeno nuevo. Pero uno debe separar ente blockchain y bitcóin. Blockchain es probablemente una de las más importantes innovaciones, tan importante como la creación de internet. Y en el futuro habrá organizaciones enteras sin gente, basadas en contratos inteligentes. No hay una solución blockchain para todos los problemas, pero sí para muchos.

Bitcóin tampoco es un fenómeno nuevo. Los seres humanos somos muy susceptibles a las historias de enriquecimiento rápido: las pirámides, la Alemania de los tulipanes, la especulación también es una idea muy antigua y eso lo vimos a finales de los 90s con el primer boom de internet, hay muchas similitudes entre las ICOs y las primeras .com, pero pienso que cuando se tranquilicen las aguas, la gente sí va a sentarse a mirar los contratos inteligentes y ver cuál será la mejor manera de dirimir todos los temas que hay dentro de un contrato. Si uno mira las dos fuerzas: automatización y blockchain, todo el procesamiento que sucede en el back office se va a revolucionar en los próximos 5 a 10 años y eso cambiará, por ejemplo, la naturaleza de lo que es un banco, una compañía de medios, una empresa de retail, una comisionista de bolsa, empresas de logística, etc.

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¿Considera que en algún momento las criptomonedas podrían llegar a ser las monedas de un país?

No criptomonedas, pero veremos monedas digitales administradas por gobiernos y de pronto lo veremos en algún país latinoamericano primero o en India, porque es la manera más fácil y más rápida de eliminar la evasión de impuestos, el fraude y el mercado negro, pues no va a haber dinero que no sea rastreable. Así que hay una diferencia entre criptomonedas y monedas digitales, los gobiernos tratarán de hacer monedas digitales que pueden monitorear y van a pelear contra las criptomonedas, porque para ellos una criptomoneda es peor que el efectivo: si usted pone US$1.000 millones en las paredes de su casa, alguien podría encontrarlo, pero si está en un disco duro, no hay nada que hacer.

Pero la historia mayor, que no se está mirando bien, es el impacto de todos estos temas sobre el empleo. Seguimos sin entender cómo es que la automatización, el machine learning, va a reestructurar la fuerza laboral. La última vez que esto sucedió fue cuando se revolucionó la agricultura y tuvieron que reinventar el sistema educativo desde kínder hasta once grado para reentrenar a la fuerza de trabajo y poder enfrentar lo nuevo.

¿Usted cree que en el mundo, el sistema educativo está rezagado frente a lo que está pasando con la tecnología?

No estamos preparados para lo que viene. Seguimos enseñando a los niños en una forma completamente obsoleta frente a la tecnología que ya está en el mercado. Los estamos preparando para profesiones que quizá ni siquiera lleguen a existir.

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¿Cómo debería ser el sistema educativo ideal para esta época?

Mirando hacia atrás, de donde vamos a llegar, las compañías más exitosas del futuro van a ser más descentralizadas, con equipos más empoderados, más autónomos. Los líderes en esas organizaciones van a tener que ser no solamente muy analíticos, sino también humanistas. Si uno puede automatizar las actividades transaccionales obvias, necesitaría personas que sean excelentes para resolver problemas, que puedan administrar las excepciones y que probablemente puedan hablar los nuevos lenguajes o idiomas del poder. Va a haber lenguajes específicos de negocios que van a parecerse a programación, pero que va a permitir que los líderes de negocios en esencia creen sus propios algoritmos para automatizar la toma de decisiones, como se ve por ejemplo en los mercados financieros hoy en día. Esto se va a ver en mercadeo, en logística, en tesorería y servicios financieros. Así que el sistema educativo, de lejos, no está preparado para este nuevo mundo.

¿Hay algún país que esté haciéndolo bien?

Hay muchos experimentos. Por ejemplo, hay mucho trabajo alrededor del pensamiento computacional como una nueva disciplina.  Que los niños, por ejemplo, usando Minecraft es una de las mejores plataformas para aprender. Si piensas que la respuesta es obvia, probablemente sea equivocada.

Uno mira excelentes líderes como Masayoshi Son, presidente de Softbank en Japón. Hace algunas semanas conocí a diferentes líderes de su compañía y les pregunté “¿cuál es el secreto de Masayoshi Son?” La respuesta que encontré es que él no trata de imaginarse cuál va a ser la próxima cosa grande que va a hacer. Él piensa cómo va a ser la gente en 50 años, cómo va a vivir, cómo va a trabajar, la vida humana y se devuelve para pensar qué tipo de compañía, servicios e infraestructura tendrían que existir para habilitar todo aquello. Si puede encontrar alguna cosa de esas la compra o invierte en ella y si no puede encontrarla va a alentar a la gente a que arranque ese estilo de compañías. Elon Musk tiene la misma actitud.

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¿Usted cree que hay una burbuja alrededor de esas compañías tecnológicas como Amazon o Tesla?

Sí, en el momento, la gente está valorando estas compañías como si pudieran resolver todos los problemas. Pero simplemente puede resultar que no pueden ejecutar lo que son sus propias ambiciones. Hay un punto de vista que dice que una compañía como Amazon que tiene tanta data, que tiene tanta información, pudiera quizás estar subvalorada.

¿Qué piensa de lo que está pasando en la política con respecto a las nuevas tendencias de derecha, el populismo y la antiglobalización?

La gente está culpando a la globalización, pero finalmente lo que nos vamos a acabar dando cuenta es cómo la tecnología terminará cambiando la estructura de clases y no va a ser para bien. La gente piensa que porque puede pedir comida desde su teléfono móvil el futuro va a ser bueno para ellos. Pero realmente hay un riesgo de que en el futuro termine habiendo 3 tipos de personas: puedes ser de los que están trabajando para el algoritmo y la vida ahí no es muy buena; o de los que están trabajando en el algoritmo y estás en ese pequeño porcentaje de profesionales altamente pagados; o tu eres de ese 0.0001% que es dueño del algoritmo, momento en el cual vas a ser parte de una clase aristócrata, mucho más rica que cualquier otra clase que haya existido en la historia. Esos son los hijos de Zuckerberg, Musk… un mundo loco, no es ciencia ficción, ya lo estamos viviendo.

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