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Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro.

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S&P ve estabilidad en finanzas de Bogotá

Los importantes planes de gasto de inversión de Bogotá para 2015 y 2016 impactarían su desempeño presupuestal, pero la firma no espera que este se debilite.

13 de enero de 2015

Standard & Poor’s Ratings Services confirmó sus calificaciones de riesgo crediticio, en moneda local y en moneda extranjera en escala global de ‘BBB-’ de  Bogotá Distrito Capital.

Al mismo tiempo, confirmó su calificación de deuda de ‘BBB-’ de la deuda senior no garantizada denominada en pesos colombianos por unos US$300 millones, pagadera en moneda extranjera y con vencimiento en 2028. La perspectiva se mantiene estable.

Una flexibilidad y un desempeño presupuestal consistentemente estables, una política prudente de deuda, y su ‘adecuada’ posición de liquidez son las principales fortalezas de la calificación de Bogotá.

En opinión de Standard and Poor´s, éstas reflejan la satisfactoria administración financiera del Distrito, que ha resistido la inestabilidad política de los últimos dos años. Los factores que contrarrestan tales fortalezas son una economía que sigue creciendo por debajo del promedio nacional a pesar de su significativa contribución al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, una lenta inversión en infraestructura pública que limita el potencial de crecimiento de largo plazo de la ciudad, y la inestabilidad política aún relevante ante las próximas elecciones en 2015.

La calificación del Distrito también incorpora un marco institucional que evalúa la firma como ‘en evolución y desbalanceado’ bajo el que operan todos los gobiernos locales y regionales en Colombia.

Gracias a sus efectivos controles de costos operativos y el esfuerzo constante para mejorar su recaudación de ingresos, el desempeño presupuestal de Bogotá sigue siendo satisfactorio –‘promedio’ de acuerdo con las definiciones de S&P–. A septiembre de 2014, el Distrito reportó un superávit operativo de 66% de sus ingresos operativos y un superávit después de gasto de inversión de 28% de sus ingresos totales, por arriba del 61% y 26%, respectivamente, de septiembre de 2013.

De manera similar, la ciudad alcanzó superávits de 60% y 8%, al cierre de 2013, por arriba del 56% y 6% promedio de 2010-2012. Para 2014-2016, S&P proyecta un nivel promedio de superávits operativos de 59%, pero probablemente con déficits después de gasto de inversión ya que el Distrito planea incrementarlo a partir de 2015.

No obstante, no espera que se debilite su liquidez ni su nivel de deuda de Bogotá, dada la tendencia a la baja de su nivel de esta última en los dos últimos años y su adecuada posición de efectivo actual.

Este desempeño presupuestal estable está respaldado por los crecientes ingresos propios del Distrito que alcanzaron 75% de sus ingresos operativos en 2013, desde el 67% de 2009. En particular, los ingresos del impuesto sobre la propiedad de Bogotá aumentaron cerca del doble durante el mismo periodo y sus ingresos por el impuesto sobre actividades comerciales e industriales, su principal fuente de ingresos, aumentaron un 7% promedio anual.

S&P Considera que su flexibilidad presupuestal continuará limitada en los próximos tres años, dados sus importantes gastos en educación y salud y en su alto gasto de inversión proyectado.

El nivel de deuda de Bogotá se mantiene bajo debido no sólo a una política prudente de deuda, sino a un gasto de inversión limitado en los dos últimos años. A octubre de 2014, su deuda total fue de $1,500 millones, nivel inferior a los $1,900 millones en 2009, y equivalente a un 17% de los ingresos operativos del Distrito que S&P estimaba para 2014.

Su deuda tiene un perfil de largo plazo. Además, sus fuentes están bien diversificadas—principalmente en organismos multilaterales y en bonos—, por monedas, el 67% de su deuda se pagadera en pesos colombianos, y por tasas de interés, 50% tiene una tasa de interés fija.

De acuerdo con su perfil de largo plazo, el servicio de deuda de Bogotá también se ha mantenido bajo, en un promedio de 4% de sus ingresos operativos en los últimos tres años. Para 2015 y 2016, el Distrito planea incrementar su deuda, que tiene un techo de $3,800 millones, para financiar proyectos de infraestructura.

Bajo este escenario, la deuda total del Distrito representaría hasta 47% de sus ingresos operativos en 2016, nivel que consideramos moderado, mientras que su servicio de deuda promediaría 5% de 2015 a 2017, el cual incorpora un pago final (bullet) de sus bonos en circulación en 2015.