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| Foto: Getty Images

AGRICULTURA

Colombia se quedaría sin abejas en los próximos 12 años

En los últimos ocho años se ha perdido cerca del 40% de la población de abejas en el país y, con la progresión actual, en 12 años Colombia dejaría de tener a esta especie animal fundamental para la seguridad alimentaria.

18 de septiembre de 2020

La salud de las abejas en un tema que cada vez preocupa más a los productores, gremios y ambientalistas ya que se sabe que es fundamental para la agricultura, pues el 90% de las plantas son polinizadas por esta y otras especies. 

Según la ONU, el 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35% de las tierras agrícolas mundiales. Además, los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad.

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César Cocomá, gerente comercial de la empresa apícola Cocomá, le comentó a Dinero que la situación es más que preocupante, ya que a pesar de los esfuerzos que han hecho el país, gremios, universidades y asociaciones, se sigue realizando una fumigación masiva que ocasiona la muerte de grandes cantidades de abejas en todo el país y esto ha puesto en peligro la sostenibilidad de la especie. 

Según el empresario, el año pasado se reveló que Colombia presenta uno de los niveles más altos de muertes de abejas en el mundo y eso se traduce en que “si las abejas se mueren, nosotros también”, afirmó Cocomá y añadió que con los niveles actuales de extinción, las abejas dejarían de existir en Colombia de aquí a 12 años. 

El peligro de la fumigación

Aunque la fumigación es un proceso necesario para la salud de los cultivos, Cocomá señala que es preocupante que cada vez haya menos cultivos sostenibles, pues se fumiga mucho y eso termina afectando en gran medida a las especies polinizadoras.

En este sentido, los productores apícolas del país, como Cocomá, han tenido que buscar espacios en donde no haya tanta contaminación, por ejemplo, las reservas forestales, aunque siguen presentándose casos masivos de envenenamiento. En estos lugares, trabajan la extracción de la miel en carpas, bajo un modelo totalmente sostenible y siempre cuidando la salud de las abejas.

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En este momento, la empresa cuenta con apiarios en varias regiones del Tolima y puntos de distribución en otras zonas del país, entre ellas Bogotá. 

Cabe mencionar que de cada 10 alimentos que se venden en el país, siete son polinizados por las abejas, por lo cual diferentes organizaciones, como la ONU, han calificado a las abejas como la especie "más importante del mundo". 

Otro efecto de la fumigación es la imposibilidad de exportar estos productos a otros países, como por ejemplo los que hacen parte de la Unión Europea, pues al hacer los análisis correspondientes del producto de países como Argentina o México se encuentran sustancias como glifosato y otros químicos que no son aceptados en estos mercados y terminan comercializándose al interior del país. 

Por otra parte, el empresario manifestó su preocupación por la miel china que está llegando al país, pues afecta mucho al sector ya que es una miel barata que se produce con azúcares invertidos y se mezcla con miel nacional. “La falsificación es enorme en el país, a niveles del 85% y el problema es que las grandes cadenas riegan ese producto por toda Colombia”.

Centro Democrático hundió proyecto de protección apícola

Debido a la muerte de cerca de 1.000 millones de abejas en los últimos años, se presentó un proyecto de Ley en el Congreso que buscaba proteger a los polinizadores del país y evitar su desaparición en el mediano plazo. Según le confirmaron a Dinero diferentes fuentes, esta ley alcanzó a pasar a cuarto debate en la corporación; sin embargo, en el último momento se hundió por la bancada del Centro Democrático. 

En la última sesión antes de ser aprobado, la bancada del Centro Democrático se retiró del recinto aduciendo conflicto de intereses, ya que varios miembros de esta colectividad tienen relaciones con azucareras y otras empresas relacionadas al sector agroindustrial.

Al retirarse de la sesión, no hubo quórum para finalizar el debate y el proyecto terminó por hundirse, aunque varios parlamentarios retomaron el proyecto y, con algunos ajustes, lo volverán a presentar para no abandonar un tema “fundamental para la sostenibilidad y seguridad alimentaria del país”, según el apicultor.

Cocomá indicó que aunque no sabe a ciencia cierta si hubo lobby por parte de grandes empresas, como Bayer, Monsanto o Syngenta, sí es evidente que hubo muchas personas y empresas en contra de este proyecto debido a que afectaba sus intereses en la venta de agroinsumos que afectan notablemente a estas especies. 

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De igual manera el experto señaló que no es un proyecto favorable para las azucareras, pues también afectaría su negocio, ya que es posible que la gente utilice más la miel para endulzar sus alimentos, debido a temas de salud.

Relevo generacional 

Para los apicultores el tema de la pandemia, además de todas las implicaciones económicas que trajo, les hizo notar que hace falta un relevo generacional, pues al principio del aislamiento los apicultores de mayor edad no podían cuidar como era necesario a las abejas y eso afectó bastante la actividad.

"Como ocurre en el sector cafetero, es necesaria una renovación de la mano de obra, necesitamos que llegue gente joven", indicó Cocomá, quien señaló que al año su empresa está produciendo cerca de 1.500 kilogramos de miel y comercializando diferentes tipos de productos, como crema de miel, propóleo, vino de miel y muchos otros productos.