Home

Empresas

Artículo

Empresario Víctor Maldonado. | Foto: Guillermo Torres

Fondo Premium

Maldonado mejora oferta a los acreedores

El empresario Víctor Maldonado, cuyas compañías están intervenidas por la Superintendencia de Sociedades, está dispuesto a desembolsar $45.000 millones.

26 de mayo de 2014

Esto lo hará para atender sus obligaciones con los inversionistas del Fondo Premium, uno de los principales vehículos de inversión del colapsado sistema de InterBolsa.

Maldonado no solo duplicó su oferta, sino que mejoró la calidad de los activos con los que está dispuesto a responder, pues hasta ahora solo ofrecía un puñado de bienes cuya propiedad no era del todo clara: lotes en la Costa Atlántica pertenecientes a sus sociedades en los que solo tenía pequeñas participaciones, Por ejemplo.

Su oferta cobra especial interés en momentos en la Superintendencia de Sociedades, por intermedio de su agente interventor Alejandro Revollo; prepara para junio la asamblea general en la que podrán participar, con voz y voto, los 1.050 inversionistas delñ Fondo Premium reconocidos formalmente como víctimas del descalabro.

Si la propuesta de Maldonado es acogida mínimo por el 75% de los asistentes a la asamblea, servirá de base para el futuro Plan de desmonte. Adicionalmente, podría ayudarle a despejar el camino para conseguir un principio de oportunidad en el proceso penal, aunque la Fiscalía es la única autoridad que puede decidir al respecto.

Maldonado se apega a la condición de que sus acreedores no le cobren a tasa de mora sino a tasa comercial. Si la condición es aceptada podría hacerse a una rebaja de unos $25.000 millones.

Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo, gestores de la creación del Fondo y hoy dos de sus principales deudores, mantuvieron en cambio sus ofertas iniciales. Ortiz se declaró dispuesto a responder con su patrimonio, hasta por $30.000 millones, mientras que Jaramillo se mostró dispuesto a devolver $11.000 millones y aduce que la mayoría de los bienes de los que disfruta no le pertenecen a él sino a la familia de su esposa.
La asamblea tiene ahora la palabra.