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TECNOLOGÍA

Senose, la tecnología colombiana para devolverle la vida al suelo

El estudiante de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Daniel Pineda, presentó un dispositivo o 'nariz' electrónica que puede medir los gases del suelo con el fin determinar su estado y tomar decisiones claves para la producción.

21 de marzo de 2017

Se trata de Senose, un dispositivo dotado de seis sensores controlados por un microchip que toma datos sobre gases, como por ejemplo dióxido de carbono, los procesa y los envía a un software para su análisis.

A diferencia de los métodos tradicionales que utilizan compuestos químicos, Senose permite conocer la variación en los niveles de los gases, lo cual es un aporte para las investigaciones.

“La nariz electrónica es un aporte a la investigación agrícola y ambiental, ya que hasta el momento se dependía de equipos importados o diseñados para otras condiciones”, destaca la Universidad Nacional.

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Justamente, este aparato es útil para medir las diferencias en la generación de dióxido de carbono (CO2), el cual se produce de manera abundante en zonas y suelos tropicales.

Daniel Pineda, quien en la actualidad cursa una maestría en ciencias y física en la sede de Medellín, destaca que este sistema podría servir como herramienta de control y manejo de suelos.

De hecho, a través de esta solución tecnológica los productores pueden detectar el uso excesivo de fertilizantes, una práctica que aumenta la producción de este gas (CO2).

Foto: Desarrollo de la ‘nariz’ electrónica/UNAL

Además, gracias a este mecanismo se puede descubrir microorganismos eficientes en la descomposición de materiales contaminantes y determinar medios de cultivo adecuados para estudiarlos.

Esto es posible ya que a través de los gases se puede indagar sobre su metabolismo, según lo explica el coordinador del Laboratorio de Microbiología del Suelo de la Facultad de Ciencias, Juan Carlos Pérez.

El académico, quien acompañó el desarrollo de esta investigación, también señala que Senose representa una ventaja para hacer mediciones en áreas boscosas o libres de influencia humana.

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 “En Colombia se hacen estudios en zonas donde hubo conflicto, que habían sido inexploradas y que son de interés para evaluar procesos ambientales”, añadió el académico.

Con un costo de US$45, el dispositivo es más económico que el método químico, cuyo análisis por muestra de suelo puede alcanzar un precio de hasta  US$30, o se deben emplear equipos similares que  detectan otros gases y cuyo costo es de hasta US$30.000.

Foto: La ‘nariz’ electrónica/UNAL

Para el investigador Pineda, aunque el sistema se conecta a la energía, consume solo cinco voltios. Sin embargo, podría usar baterías para hacer más fácil su uso en campo, desde donde enviaría datos a través de internet.

Vale la pena destacar que para evaluar este dispositivo se realizaron dos muestras de 20 gramos de suelo que se tomaron en Apartadó, en la subregión antioqueña de Urabá, y en el Valle de Salinas, en Ecuador.

Tras realizar un monitoreo por un día, el sistema Senose permitió identificar las diferencias en las actividades microbiológicas de la tierra de los dos países.

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Gracias a este estudio se logró comprobar que el suelo colombiano produjo más gases que el ecuatoriano porque aumentó la producción de metano, hidrógeno y CO2 al cabo de seis horas, mientas que en las muestras de tierra ecuatoriana el incremento se dio a partir de 10 horas.

Debido a los positivos resultados que se han registrado con la utilización de este dispositivo, un grupo de investigación de la Universidad Autónoma de México está probando la nariz electrónica y el software en sistemas de producción bovina para analizar impactos ambientales.

Y es que como consecuencia de la alimentación con el pasto y la actividad microbiológica en su estómago, el ganado es uno de los mayores productores de gases de efecto invernadero.

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