Con la plataforma de Pasalapagina, los lectores disfrutan del placer de leer varias revistas en medios digitales y pasar las páginas de sus favoritas como si se tratara de medios impresos. | Foto: Alejandro Acosta

TECNOLOGÍA

El Netflix de las revistas es colombiano

Con un modelo innovador, Pasalapagina crece en el mercado local y busca cautivar nuevos lectores de revistas. Este año será de expansión en América Latina.

21 de enero de 2016

Si internet transformó el mundo hace más de 20 años al democratizar el acceso de las personas a todo tipo de contenidos, las plataformas de tarifa plana lanzadas desde comienzos de siglo están empeñadas en hacer su propia revolución en áreas de entretenimiento y servicios.

Primero fue Netflix, que en 2000 abrió la posibilidad a sus suscriptores de acceder a un amplio universo de películas y series de televisión vía streaming, pagando una tarifa única. Una década después, el modelo se extendió a la música, a través de plataformas como Deezer o Spotify y desde hace tres años la revolución llegó al mercado de las revistas, con un modelo que busca replicar la experiencia del impreso en el mundo digital y donde los lectores acceden a decenas de revistas disponibles en una plataforma pagando una tarifa única.

El primer negocio de este estilo arrancó en Estados Unidos en 2012 con el lanzamiento de NextIssue –que acaba de cambiar su nombre a Texture– en la que participaron los principales editores de ese país, entre ellos Condé Nast, Time y NewsCorp. Colombia fue el segundo país en lanzar este modelo con Pasalapagina, que arrancó cuatro meses después de NextIssue, convirtiéndose en el primer quiosco de revistas bajo el modelo “all you can read” lanzado en América Latina.

Detrás de este negocio está el caleño Salomón Cuperman; quien, junto con su equipo de Publicaciones Digitales, creó esta plataforma, que a finales del año pasado fue premiada por Colombia en Línea como mejor modelo de negocio y lidera un proyecto de expansión en América Latina.

Aprovechando su experiencia de emprendedor y el hecho de tener desde hace unos quince años Revistero Virtual, un quiosco de revistas en internet –donde los títulos se venden individualmente–, decidió apostarle a crear el ‘Netflix de las revistas’. Pero, ¿cómo funciona este negocio? A través de una plataforma de internet o de una aplicación, Pasalapagina ofrece cerca de 63 títulos de los principales editores que tienen presencia en el país: Publicaciones Semana, Casa Editorial El Tiempo, Televisa, El Espectador y algunos independientes.

Los editores reciben un porcentaje del valor de las suscripciones, dependiendo de la lecturabilidad que tengan sus títulos. “Todas las revistas se leen, incluso las que uno percibe como muy especializadas o de nicho”, sostiene el emprendedor.

Los lectores pagan una tarifa plana de $29.900 por leer cada mes la edición actual y la anterior –no ofrece históricos– que mantienen la misma presentación que en el impreso, incluida la publicidad. Para Cuperman, el precio es competitivo si se tiene en cuenta que el suscriptor accede a un número elevado de ediciones que le saldrían muy costosas si las adquiriera de manera individual.

El sitio además ofrece un buscador potente para que el lector encuentre los temas de su interés. En menos de tres años, la plataforma ya cuenta con cerca de 5.000 suscriptores.

Las alianzas

Pero no solo en estas suscripciones virtuales hay oportunidades. En 2015 la firma selló una alianza con Tigo en un modelo de ‘empaquetado’ que entrega el servicio a 20.000 de los mejores clientes de la compañía.

El modelo ha resultado tan exitoso que Tigo comenzó a replicarlo en Guatemala, y en el mediano plazo llegará a Paraguay y Bolivia. El tema de las alianzas se ha convertido en un asunto clave en las metas de expansión de la compañía. Una de ellas la lanzó a finales del año pasado con Bancolombia, para que los clientes de esa entidad obtengan dos meses gratis de servicio y a partir del tercero una tarifa más baja para tener acceso a las revistas.

Este mes entra en operación otra alianza con Citibank, que también premia a sus clientes con unas condiciones especiales de suscripción. Con estos bancos, el modelo que se aplica es el de carrier billing, pues el suscriptor comienza a pagar después de un plazo. Este mismo modelo se planea desarrollar en otras alianzas a través de empresas públicas o privadas que manejen facturación, ya que allí puede cargarse el costo de la suscripción.?Cuperman encuentra que también existe un potencial grande entre los colombianos que están fuera del país.

“Son más de 5 millones de personas que están lejos de su país y que quieren ver la revista tal y como sale en Colombia. Este segmento lo hemos identificado y lo seguimos con mucho interés, ya que todos los días tenemos algún afiliado que nos busca desde otros continentes”, explica este ingeniero industrial de la Universidad Javeriana. Pero no solo en el tema de demanda trabaja el equipo de Pasalapagina.

Cuperman asegura que el éxito de este tipo de emprendimientos es lograr que el cliente perciba que obtiene un mayor valor por su compra, y por esta razón viene trabajando para lograr que editores de revistas internacionales ingresen a la plataforma. Esto hace pensar que en el mediano plazo revistas como El Gráfico, de Argentina; Time, de Estados Unidos, Arquitectural Digest o Harvard Business Review puedan disfrutarse en el portal.

La producción de revistas con contenidos propios es otro de los frentes que ha comenzado a explorar esta plataforma, para emular el éxito que ha tenido Netflix con sus series originales y para satisfacer nichos específicos que buscan información especializada.

Las expectativas frente al desarrollo de Pasalapagina son inmensas, pues Cuperman sabe que cada día crece el interés entre los lectores de revistas por los contenidos innovadores y pertinentes. Por eso, con este emprendimiento espera ‘sacarla del estadio’ y conquistar nuevos públicos para las revistas.

Lea también: ¿Cómo Netflix podría acabar con la televisión tradicional?