Presidente de Corea del Sur, Lee Muyng-bak (izq.), y su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos. | Foto: Cortesía

Comercio

Los tropiezos del TLC con Corea

Aplazamientos, recusaciones, plantones y duros enfrentamientos han marcado las sesiones que se siguen en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, que estudia la aprobación del proyecto de ley del Tratado de Libre Comercio con Corea.

7 de mayo de 2014

La iniciativa, cuya discusión se ha aplazado en las últimas semanas, no será discutida el día de hoy como estaba programado, y se espera que en los próximos días se fije la nueva fecha en la que será estudiada.

El proyecto de ley ya fue aprobado en el Senado de la República –en Comisión y Plenaria-, pero ha sufrido varios tropiezos en el proceso de discusiones que comenzó a mediados de marzo, cuando el Congreso retomó el trabajo legislativo.

Parte de las dificultades que tienen enredada la discusión de este proyecto tienen que ver con el cronograma electoral y la Semana Santa, que se cruzó con las sesiones. Pero también ha jugado en contra la oposición de algunos sectores industriales que mantienen su férreo rechazo a la iniciativa.

Recientemente, la discusión fue aprobada por una recusación presentada a comienzos de abril contra el presidente de la Comisión Segunda del Senado, Telésforo Pedraza, porque su hija trabaja como asesora en el Programa de Transformación Productiva, uno de los programas bandera del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que a su vez lidera la negociación y aprobación de los tratados de libre comercio.

Guillermo Rodríguez, director de Proindustria, uno de los grupos que se opone al TLC con Corea –porque considera que acabaría con el sector industrial colombiano-, asegura que aunque la recusación ya fue resuelta en la propia comisión, todavía está pendiente que sea la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes la que se pronuncie sobre el tema.

Para Rodríguez, “con toda certeza Corea seguirá interesada en comprarnos sus materias primas, con o sin tratado; ellos lo que realmente buscan es vendernos su excedente de manufactura con el acicate de que podríamos surtirlos de productos del agro que todavía están en el limbo de nuestra capacidad o de nuestro cumplimiento con sus condiciones fitosanitarias”.

A instancias de Proindustria y de gremios y organizaciones que rechazan el tratado con Corea –como Acopi, Recalca y las Centrales Obreras- se han organizado plantones en pequeñas y medianas industrias que consideran que las condiciones de la negociación no son favorables para Colombia.