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POLÍTICA

Colombia es una democracia defectuosa: The Economist

En un ranking global de la unidad de investigaciones de la prestigiosa revista inglesa el país ocupa el puesto 51 entre 167 y es décimo a nivel de América Latina. Participación política, principal falla.

15 de enero de 2019

Aunque con frecuencia se afirma que Colombia es la democracia más antigua de América Latina, esto no significa que sea la mejor de la región. Al menos así lo asegura el índice de Democracia 2018 publicado esta semana por The Economist Intelligence Unit, el cual mediante el análisis de cinco categorías -proceso electoral y pluralismo, derechos y libertades fundamentales, funcionamiento de las instituciones, participación política y cultura política- evalúa cuáles son los países que mejor están haciendo la tarea y, en general, cómo está la democracia en el mundo.

En esa evaluación a Colombia no le va tan bien, dada su tradición democrática, aunque muestra mejoría desde 2006 cuando inició el cálculo del ranking.

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Entre 167 países analizados, Colombia ocupa el puesto 51 con una calificación de 6,96 en una escala de uno a 10, donde 10 es el mejor puntaje (en 2006 obtuvo una nota de 6,40). Esto implica que está por debajo de sus pares latinoamericanos, con excepción de México y Perú que están más abajo en el escalafón.

Al país lo superan Uruguay, Costa Rica, Chile, Trinidad y Tobago, Panamá, Argentina, Jamaica, Surinam y Brasil, aunque solo los dos primeros son democracias plenas, el resto, como Colombia, son democracias defectuosas. Para los autores del escalafón, una democracia plena es aquella donde son respetadas las libertades políticas básicas y las civiles, al tiempo que el funcionamiento del gobierno es satisfactorio. Los medios son independientes y diversos, hay un sistema efectivo de pesos y contrapesos, el poder judicial es independiente y las decisiones judiciales son de obligatorio cumplimiento.

Las democracias defectuosas, por su parte, también tienen elecciones libres e imparciales e incluso cuando se presentan problemas (como infracciones a la libertad de los medios de comunicación), las libertades civiles básicas se respetan. Sin embargo tienen debilidades significativas en otros aspectos como problemas de gobernabilidad, una cultura política subdesarrollada y bajos niveles de participación política.

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Híbridos y autoritarios

Las democracias de El Salvador, Bolivia, Honduras, Guatemala y Haití son clasificadas como híbridas debido a que sus procesos electorales tienen irregularidades, mientras que Nicaragua, Venezuela y Cuba tienen regímenes autoritarios.

En el caso de Colombia, se destaca el hecho de que en las elecciones presidenciales de 2018 hubo altos niveles de involucramiento de la ciudadanía y, según el informe, esto se debió al hecho de que al igual que en Costa Rica, los “candidatos populistas implicaron una amenaza”, aunque al final en ambos países ganaron los candidatos del establecimiento.

“El temor a los candidatos outsiders y a sus políticas tuvo el efecto de aumentar el compromiso y la participación de los votantes en estos países, aumentando significativamente el puntaje general de América Latina en la variable de participación política (situándose apenas por encima del promedio mundial)”, asegura el reporte.

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Justamente la participación política es la variable en la que más mal calificado está Colombia, con una nota de 5. Esta mide temas como el nivel de abstencionismo, la cantidad de mujeres parlamentarias, la cantidad de personas que pertenecen a los partidos políticos y el alfabetismo electoral de los ciudadanos, entre otros.

A Colombia le va bien en proceso electoral y pluralismo, donde saca 9,17. Esto se refiere a factores como si los ciudadanos pueden votar por el candidato que prefieren, si todos los candidatos tienen las mismas oportunidades para hacer campaña y los derechos de la oposición, entre otras cosas.

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