En 2010 esta relación estará cerca del 39,4% del PIB y debería disminuir a 28,4% en 2020 hasta mantenerla en 25,7% del PIB a partir de 2021.

Superávit del 1,3% del PIB establecería la regla fiscal

Para reducir la relación de la deuda pública con el PIB del 39,4% en 2010 a 28,4% en 2020, el gobierno propone generar un superávit primario de 1,3% del PIB en los próximos diez años, lo que implica realizar un ajuste fiscal de por lo menos 0,6% por año. Así está planteado el diseño de la nueva regla fiscal.

7 de julio de 2010

El ministerio de Hacienda presentó el miércoles la nueva regla fiscal que el presidente de la República llevará al Congreso el próximo 20 de julio. El objetivo de este proyecto de ley es el de “crear un conjunto de reglas fiscales que el gobierno tendrá que aplicar en torno a los recursos con los que cuenta la Nación, en especial los provenientes del sector de hidrocarburos”, señalan los autores de la propuesta.

Otro de los objetivos es el de reducir la deuda pública como proporción del Producto Interno Bruto (PIB). En 2010 esta relación estará cerca del 39,4% del PIB y debería disminuir a 28,4% en 2020 hasta mantenerla en 25,7% del PIB a partir de 2021.

Lo anterior implica convertir el déficit fiscal primario actual – que es el déficit sin incluir el pago de intereses sobre la deuda -, en un superávit permanente de 1,3% en los próximos 10 años. “Esto significa llevar a cabo un ajuste fiscal de por lo menos 0,6% del PIB en 2011, lo cual supone cumplir las metas de ingresos y gastos contenidos en el Plan Financiero y en el Marco Fiscal de Mediano Plazo”, señala el informe presentado por el Comité Técnico Interinstitucional.

Con todo, por efecto de los requerimientos que le están imponiendo las cortes a los gastos en salud y para los desplazados y para atender las transferencias y las pensiones, la regla debe ser relativamente laxa en una primera fase de aplicación, que el gobierno estima entre 2011 y 2015.

La regla fiscal tratará de equilibrar el gasto público con factores relativamente estables de ingreso, para que no se desborde si hubiera ingresos extraordinarios por las explotaciones petroleras o mineras en el futuro.

El problema del aumento exagerado en el gasto se encuentra en que por esa vía, se crean presiones para aumentar las tasas de interés de largo plazo y para revaluar el tipo de cambio. Esto se convertiría en un elemento que golpearía de manera sustancial, las exportaciones de otros sectores de la economía y conformaría los síntomas de la temida Enfermedad Holandesa.

La regla fiscal propuesta señala que el balance fiscal debería ser el resultado de una suma de tres elementos. El balance fiscal objetivo, la brecha del producto y el componente cíclico del ingreso petrolero que recibe el gobierno.

La brecha del producto es la diferencia entre el crecimiento del PIB observado y la tasa a la que podría crecer la economía. El componente cíclico del ingreso petrolero se define como el ingreso petrolero del año menos el ingreso petrolero proyectado para el año siguiente. La forma en que se relacionan los tres elementos es la siguiente:

El Balance Fiscal debe ser igual al Balance Fiscal deseado (1,3%), más el 30% de la brecha del producto más la totalidad del ingreso cíclico. Esto quiere decir que cuando el país crezca poco, se gastaría más que cuando crezca aceleradamente – esto es, que el gasto será anticíclico – y que se ahorrará la parte permanente del ingreso petrolero.