Redireccionar recursos involucrados en proyectos de largo plazo relacionados con el campo, se convertiría en una opción rentable que garantizaría utilidades promisorias. | Foto: Archivo

Inversiones

¿Más campo, menos petróleo?

Mientras analistas sugieren hacer un viraje de inversiones concentradas en el sector petrolero y energético hacia el sector rural colombiano, el gremio de los agricultores apela a trabajar previamente seis pilares para prepararse a la llegada de futuros recursos.

11 de noviembre de 2014

El nerviosismo generado tras la caída en los precios internacionales del petróleo, ha afectado la rentabilidad de las grandes petroleras del mundo y las utilidades de miles de inversionistas grandes, medianos y pequeños, entre los que se ha abierto el debate sobre qué hacer con su dinero, y en donde encontrar mayor rentabilidad y seguridad para sus recursos.

De acuerdo con economistas y catedráticos consultados por este medio de comunicación, la danza de los millones que se mueve en el mercado de valores, el sector financiero y el sector de la construcción, tendrá que obedecer a la naturaleza de Colombia, refiriéndose a la vocación agrícola que siempre ha tenido el país y que según ellos, se desaprovecha todos los días.

La alternativa

Al respecto el ingeniero financiero y especialista en mercado de capitales consultado por Dinero, Orlando Santiago de Fenix Valor, alegó que pese a que la acción de la petrolera colombiana Ecopetrol, también golpeada por el fenómeno internacional atraviesa por un periodo transicional, y que lo más recomendable es mantener con paciencia las inversiones hechas en la acción, es momento de que Colombia empiece a virar su mirada hacia el campo.

“Con la culminación de un procesos de paz, el agro nacional se convertiría en una alternativa seria para pensar en negocios hacia adelante. Necesariamente Colombia tendrá que mirar hacia el sector rural, el cuál ha sido descuidado durante más de 40 años, subestimando su importancia para el desarrollo económico del país”, señaló.

En consecuencia, redireccionar recursos involucrados en proyectos de largo plazo relacionados con el campo, se convertiría en una opción rentable que garantizaría utilidades promisorias en un segmento casi virgen.

El problema

Y es que la percepción del economista no está alejada de los pronósticos de la La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO (Food and Agriculture Organization) que estima que para el año 2050, la población mundial será de 9.100 habitantes, frente a los 6.800 actuales, lo que obligará a que haya un aumento de 70% en producción alimentaria.

Por lo tanto, al ser Colombia uno de los seis países que para ese entonces podrá suplir al mundo de alimentos por la oferta de su terreno agrícola, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, Rafael Mejía, señaló que antes de que el sector se convierta en foco de una masiva inversión, se le debe preparar para que sea capaz de ejecutarla debidamente.

Tarea previa…

Para el presidente del gremio agricultor, la deuda inmensa que durante años el país ha adquirido con la agricultura colombiana, deberá empezar a reducirse desde ya, basándose en seis ejes de ejecución inmediata, dichos ejes son:

1) Presupuesto de asignación: Tendremos 20 millones en cuatro años pero, ¿cómo se van a usar?

2) Cierre de seguridad jurídica: Sin ella como se va a invertir

3) Investigación y transferencia tecnológica: El sector privado aporta el 65% de tecnificación y desarrollo para el agro, mientras que el Gobierno tan solo tienen una participación del 35 % cuando en otros países, el aporte público llega a ser del 95%.

4) Fortalecimiento institucional: Existen entidades que parecen elefantes rosados que trasfiguran la razón de ser de un sector, dividiendo en vez de unificar.

5) El comercio Internacional: Los acuerdos comerciales con Korea y Chile.

6) Fortalecimiento de Infraestructura: Almacenamiento, distritos de riego, drenaje, plantas de secamiento, etc…

Es importante tener en cuenta que poco a poco se ha hecho evidente el interés del Gobierno Nacional en este sector, que con proyectos como el Censo Nacional Agropecuario, la creación de líneas de financiamiento para productores e incentivos a las buenas prácticas, dan las primeras puntadas para lo que será el encadenamiento de un sector productivo subvalorado hasta el momento.