La economía de Grecia es por tamaño la número 44 del mundo (US$ 238 mil millones), con 11 millones de habitantes.

Informe Especial

El novelón griego

Grecia lleva 7 años afrontando un altísimo costo económico y social tras la crisis. La importancia para un país como Colombia de su propia moneda y poder tener una tasa de cambio flexible es que el ajuste económico no es ni por asomo parecido.

20 de abril de 2015

La economía de Grecia es por tamaño la número 44 del mundo (US$ 238 mil millones), con 11 millones de habitantes. Colombia es por tamaño la economía 31 (US$ 385 mil millones) con 48 millones de habitantes. Aún así en una eventual crisis aquí, no se generaría tanta atención ni la misma relevancia mundial. El país heleno ha puesto unas 7 veces al mundo al borde de un ataque de nervios. ¿Cuando harán la película en Hollywood?

1era Escena: Es final de la primavera de 2000 y el país es aceptado en la Unión Monetaria Europea (ingresa al euro). Cuatro años más tarde el país celebra los Juegos Olímpicos de Atenas y casi de inmediato se descubre que para su ingreso a la Eurozona los resultados fiscales reportados eran peores pero estaban maquillados para poder ingresar a la Unión Monetaria. Es cuestionada la legalidad de su ingreso.

2da Escena: Primavera de 2009. La economía y el comercio mundial están en caída libre tras la quiebra de Lehman Brothers y en una reunión como la hubo este pasado fin de semana, el Fondo Monetario Internacional y el G20 acuerdan que todos los países encenderán sus motores para evitar caer en una depresión global como la que sumió al mundo en 1929. Por esos días, el gobierno de Grecia anunció que su déficit fiscal se ha revisado, el 13% del PIB que se anuncia es descomunal. Después de Islandia, el más alto en el mundo. Las auditorías posteriores llegarán a encontrar que incluso es mayor, casi 16%. El peor a hallazgo es que hay un ocultamiento de la deuda del gobierno, a través de derivados con bancos de inversión americanos y europeos, por lo que la deuda pública de Grecia es 1.2 veces el tamaño de su economía.

3ra Escena:
En el otoño de 2009, con la desconfianza creciendo y la economía cayendo, Grecia enfrenta un claro riesgo de incumplir con los pagos de su deuda pues tiene cerrado el acceso a financiación por parte de los mercados. El momento no puede ser peor para todos; las economías de Irlanda, Portugal, España y en menor medida Italia, han mostrado baja resilencia en la crisis. En los siguientes meses, el deterioro económico de estos países y el de sus cuentas públicas amenazan con acabar la confianza en la Eurozona. Urge evitar un incumplimiento en el pago de la deuda de Grecia. Tras lograr los acuerdos a último minuto en cada caso, se decide darle un rescate a Grecia por €110 mil millones en 2010 y por €130 mil millones en 2011. Los recursos se irán descongelando para atender cada pago de la deuda pero con sujeción a la revisión del cumplimiento de los compromisos adquiridos por Grecia.

4ta Escena: Para acceder al rescate es necesario implementar un paquete de austeridad fiscal para recuperar la viabilidad y sostenibilidad de las finanzas públicas. El FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, quienes otorgan el rescate, piden que se recorte gasto público, se bajen los sueldos y pensiones, se despidan empleados del sector público, se aumenten impuestos, se disminuya la evasión, y se privaticen las diversas empresas públicas. Debido al alto peso del Estado en la economía, el plan de austeridad arrastra a toda la economía a una crisis mayor. El rescate y la mayor crisis llevan a que la deuda en 2013 alcance a ser 1.9 veces el tamaño de la economía.

5ta Escena: El gobierno griego acepta a regañadientes las condiciones de sus acreedores públicos. Rechazarlas supondría caer inevitablemente en el impago, salir de la Eurozona y tener el drama de volver al Dracma. El muy bajo valor de su moneda (al volver al Dracma), la enorme deuda externa en euros, el alto desempleo y la desconfianza, llevarían a la quiebra a los bancos griegos. El país inevitablemente entraría en un caos social y político. El hundimiento de la economía sería peor que el Titanic en el lecho submarino 100 años después. Grecia en un hipotético escenario de impago, sería el primer país de Europa que pasaría a pertenecer al tercer mundo.

6ta Escena: El acuerdo del 2011 contempla una verdad de apuño: no habría deudores irresponsables si no hubieran acreedores irresponsables. En el segundo rescate, los acreedores privados de Grecia, bancos de Europa y Estados Unidos, tendrán que reducir (eliminar) un importante porcentaje de la deuda que le otorgaron al país heleno, extender el plazo de la deuda que siga vigente y bajarle la tasa de interés que le cobran a Grecia. Es comienzos de la primavera de 2014 y hay buenas noticias, Grecia vuelve a emitir un bono soberano en los mercados. Es a 5 años y tiene una tasa de interés de 4,95%. Sin embargo, el país viene padeciendo un creciente descontento social y la economía ha tocado fondo pero no mejora al ritmo que se requiere para las aspiraciones de la población griega.

7ma Escena: 25 de enero de este año, hay elecciones y la población está muy dividida. La extrema izquierda gana y aunque no tiene la mayoría necesaria para formar un nuevo gobierno, logra hacer coaliciones bajo la premisa que los acuerdos y las condiciones pactadas han sido una imposición que ha generado una crisis humanitaria y social en el país. Horas después, Atenas anunció la cancelación de los acuerdos alcanzados y la necesidad de re-negociarlos con sus acreedores oficiales.

Estamos en la primavera de 2015, época en que se hacen las reuniones de autoridades económicas congregadas por el FMI y el G20. En la mira están las discusiones sobre qué hacer con el caso de la austeridad en Grecia. Hasta ahora no se ha alcanzado una re-negociación satisfactoria para las partes. Como música de fondo está que tras 7 años, la economía se ha reducido un 30% y el desempleo supera el 25%. Quien sabe cuantos años pasarán antes que la economía vuelva a ser la de 2007 y si algún día la deuda regrese a su nivel inicial. En todo caso, el partido Podemos en España escucha con atención como la extrema izquierda en Grecia pone a repensar el discurso de austeridad que se impuso con la crisis en Europa.