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Expectativa

Semáforo en rojo para economía colombiana

El país empieza a presentar síntomas de desaceleración económica. Si bien se espera que el PIB del primer trimestre esté por encima del 4%, las cosas pintan mal para el segundo semestre. Están encendidas todas las alarmas.

21 de junio de 2012

Este jueves le Dane da a conocer el dato del Producto Interno Bruto (PIB) del primer semestre. Aunque las cifras entre enero y marzo fueron más o menos favorables, ya que las encuestas indican que el dato podría estar alrededor del 4,5%, en 2011 el dato se ubicó en 5%. Ahora lo que preocupa a los analistas es el tercer y cuatro trimestre, pues hasta el momento se han empezado dar señales de enfriamiento.

La primera señal concreta de que las cosas no van tan bien es que en abril la producción industrial cayó 1,6%. Los más preocupante es que sectores importantes como vehículos automotores registraron descensos del 31,8%, sustancias químicas básicas 11,8%, refinación de petróleo 11,6%, productos de plástico 9,1%, hilatura, y de otros que generan empleo como tejedura de productos textiles que cayó 23,3% y otros productos químicos 2,9%. En conjunto estas seis actividades restaron 3,8 puntos porcentuales a la variación total.

Durante el mes de abril de 2012, el total de horas trabajadas por el personal vinculado directamente a las actividades de producción disminuyó 1,8% respecto al mismo mes de 2011.

La caída de abril es la más baja registrada en los últimos dos años, porque en marzo de este año también había bajado pero solamente un 0,8. Mientras que es la primera vez desde el 2010 que las ventas reportaron cifras negativas.

Según Juan Mauricio Ramírez, sudirector de Fedesarrollo, la explicación para una caída en los indicadores no solo es corresponde a una consecuencia de la crisis financiera que sin duda va a golpear de una u otra forma a Colombia, sino a los efectos de la política monetaria, debido a que el banco de l república mantuvo las alzas durante varios meses.

En el primer trimestre de 2012, los pagos efectuados por concepto de construcción en obras civiles disminuyeron 8,1% respecto al mismo período de 2011 debido principalmente al comportamiento del grupo carreteras, calles, caminos, puentes; este grupo restó 5,4 puntos porcentuales a dicha variación.

Por el contrario, el grupo de obra construcciones para la minería, centrales generadoras eléctricas y tuberías para el transporte a larga y corta distancia, sumó 0,6 puntos porcentuales a la variación, explicado por el incremento en los pagos ejecutados para la construcción, mantenimiento, reparación y adecuación de oleoductos, poliductos y gasoductos.

Es el caso de la demanda de energía no regulada para el sector industrial que crece 9% en el primer trimestre del año y cae -0.1% en el mes de abril y de las exportaciones industriales con aumentos de 8.9% hasta marzo y una caída de -9.7% en abril.

En la actividad edificadora se mantiene un comportamiento favorable en los indicadores de obras ya que, en el primer trimestre de 2012, las obras en proceso y las nuevas construcciones crecen 20.7% y 35.9%, respectivamente.

Sin embargo los indicadores líderes envían señales en la dirección contraria, ya que en las licencias de construcción se pasó de crecimientos significativos en el 2011 (33.9% para el año completo), a una reducción en el área licenciada de -20% en el primer trimestre de 2012.

Por su parte, las obras civiles, que crecieron 24% y 15% en el tercer y cuarto trimestre de 2011, ahora para el primer trimestre del año cayeron -8.1%.

Frente a marzo de 2012, la cartera total (incluyendo operaciones de leasing) evidenció un incremento de $2,5 billones, al pasar de $220 billones a $222 billones, comportamiento consistente con el aumento registrado en todas las modalidades y que fue más marcado en términos absolutos en comercial y en consumo

La Andi ya indicó en estas condiciones, resulta indispensable mantener un estrecho monitoreo de la actividad económica para identificar si se trata de una desaceleración transitoria o, si por lo contrario, el impacto es más duradero y exige acciones públicas y privadas. Y de todas formas, como lo hemos reiterado en anteriores informes, la ejecución de la Agenda de Competitividad no da espera. Igualmente, se debe mantener un clima favorable a la inversión y al crecimiento, caracterizado por bajas tasas de interés.