El sector industrial es importante por el alto valor agregado, pero, desde el 2012 ha estado marcado por la debilidad. | Foto: Archivo Semana

Desaceleración

¿Qué necesita la industria para volver a crecer?

La recuperación está en buena medida ligada a la dinámica del crecimiento global. En este sentido, la revisión de las proyecciones no arroja señales esperanzadotas.

1 de junio de 2013

El rumbo de la economía colombiana a partir de 2012 ha estado marcado por la debilidad del sector industrial que ha tenido uno de los peores desempeños dentro de los sectores productivos: en 2012 la producción se contrajo 0,7%, y en el primer trimestre de 2013la caída fue de 6,1%.

Esos resultados, según un estudio del Grupo de Investigaciones Económicas de Bancolombia, ha llevado al sector a ajustar sus niveles de contratación de empleo. El tema es preocupante debido a que esta rama de la producción posee un amplio poder de generación de trabajo. Además genera el desarrollo de capital humano, innovación, productividad y competitividad en un país.

Pero, ¿está Colombia viviendo una desindustrialización? Las cuentas nacionales revelan que en 1980 la industria representaba el 23,3% del PIB, y que dicha participación se redujo hasta alcanzar en la actualidad menos del 12,9%, lo que sugiere que el país en efecto afronta una desindustrialización.

Sin embargo, los economistas de Bancolombia tienen una explicación adicional al tema. “Parte de la explicación está asociada a la tercerización de varias actividades y procesos que tradicionalmente había realizado directamente el sector manufacturero. Esto ha llevado a que parte del valor producido por la industria se contabilice dentro de la actividad de otros sectores de la economía, como los servicios”.

De acuerdo con lo anterior, lo que experimenta Colombia por cuenta del menor peso del sector en el PIB no es estrictamente un marchitamiento de la industria.

¿Qué ha ocurrido recientemente con la industria en Colombia?

El comportamiento de la industria colombiana en los últimos meses ha distado de ser favorable.

En 2012, la producción del sector se contrajo 0,7%, después de haberse expandido 5,0% en 2011. Además, desde 2001 la producción manufacturera solo ha logrado crecer en promedio 3,3% por año, un punto porcentual por debajo del agregado de los demás sectores.

Por otra parte, a pesar de que el ciclo de la industria manufacturera se asemeja al del resto de la economía, la fase de contracción que experimentó en el período 2008-2009 fue muy marcada, a raíz de la caída de las exportaciones del sector hacia Venezuela.

Esto refleja la dependencia del sector a las exportaciones y, por ende, al desempeño de la economía mundial, la cual ha venido decepcionando de manera consistente.

No obstante hay esperanzas y éstas están enfocadas a la política fiscal, la recuperación del sector externo y a la política monetaria, “todos mecanismos efectivos para recuperar en los próximos meses la dinámica de la industria manufacturera”.

En el impulso a la industria se debe incorporar, medidas que apunten a generar una mayor competitividad y aumentar la productividad en dichos sectores con reformas estructurales.

Los frentes en los que se debe trabajar para incrementar la competitividad de la industria (y de paso, del resto de sectores) incluyen elevar la inversión, incrementar el gasto en educación e infraestructura y reducir los costos laborales y de transacción.