Foto: Archivo Semana

Desarrollo social

Programas de apoyo económico a familias latinoamericanas cumplen 20 años

Los programas de transferencias monetarias condicionadas han sido clave para las familias en situación de pobreza y recientemente cumplieron 20 años. Por esto, el BID mostró una serie de programas que han sido implementados en la región, entre ellos, ‘Más Familias en Acción’.

25 de mayo de 2016

Ante las condiciones socioeconómicas de los países de la región latinoamericana, la situación de pobreza y las dificultades de inclusión social, se crearon los programas de transferencias monetarias condicionadas.  

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estos son programas sociales que utilizan los países de América Latina y el Caribe para dar apoyo a las familias que viven en situación de pobreza y al mismo tiempo promueven la acumulación de capital humano.

Es por esto que con el motivo de los 20 años de implementación de dichos programas, el BID lanzó una serie de publicaciones sobre varios de los programas que se han implantado en la región. Para dar un ejemplo, entre ello se encuentra el programa colombiano “Más Familias en Acción”.

Este programa comenzó en el año 2000, inicialmente enfocado a los municipios rurales y urbanos con menos de 100.000 habitantes. Luego, a partir de 2012 se convirtió en un programa de cobertura permanente a  nivel nacional.

Departamento para la Prosperidad Social es la institución encargada de la implementación de Más Familias en Acción (MFA). Según el BID, en 2015 alrededor de 2,5 millones de familias recibieron transferencias de MFA y el presupuesto del programa representó alrededor de $2‘253.000 millones, equivalente a casi el 0,3% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

El objetivo del programa es ofrecer apoyo a las familias con niños, niñas y adolescentes que requieran de ayuda económica para contar con una alimentación saludable, una permanencia en el sistema escolar y controles de crecimiento y desarrollo a tiempo. Para lograrlo, se entrega una transferencia periódica condicionada a la familia, para complementar el ingreso, la salud y la educación de los menores de 18 años.

Es por esto que el programa contribuye a la prevención y superación de la pobreza y a la formación de capital humano.

Es importante tener en cuenta que no solo familias en condición de pobreza con niños adolescentes menores de 18 años se convierten en beneficiarios, sino que además las familias en situación de vulnerabilidad como la comunidad indígena y las víctimas del desplazamiento también podrían serlo.

El BID plantea que a pesar de que la ley dicta que la información socioeconómica de los beneficiarios de MFA debe ser actualizada cada tres años, en la práctica la información solo se ha actualizado tres veces desde su implementación en el 2000.  

Hay que tener en cuenta que las familias beneficiarias también pueden ser apartadas del programa, siempre y cuando presenten esta situación:

  • Los niños superen la mayoría de edad
  • Exista una mejora en el estándar de vida medido
  • Exista incumplimiento de responsabilidades de forma sistemática
  • Se compruebe que la familia presentó información falsa

Más sobre los programas de transferencias monetarias

En un estudio realizado por la entidad durante el 2012, se planteó que estos programas tenían una representación de más del 20% de los ingresos de familias pobres y además se estimó que la incidencia en la pobreza hubiese podido ser un 13% mayor de no haber sido implementados dichos programas.

“La experiencia de la mayoría de países ha demostrado que la cooperación exitosa entre el sector social y los prestadores de servicios de educación y salud es difícil de lograr. Sin embargo, esta es una tarea fundamental si los gobiernos quieren crear una nueva generación de PMTC y garantizar que sus programas sean eficaces en el logro de la meta original: detener la transmisión intergeneracional de la pobreza”, aclaró el BID.