Seegún el BID, en 2050 habrá más de 140 millones de personas con 65 años o más en América Latina y el Caribe.

Economía

Los problemas pensionales de las mujeres en América Latina

Informalidad, baja cobertura pensional o sencillamente el coste de oportunidad de ejercer la importante labor social de la crianza de niños y adultos mayores revelan la complejidad de las jubilaciones para las mujeres de la región.

28 de agosto de 2015

En la actualidad, según informa el Banco Mundial (BM) cerca de la mitad de los países de América Latina y el Caribe (ALC) tienen en sus legislaciones diferentes edades de jubilación para mujeres y hombres.

Dentro de los argumentos, tener una edad menor para pensionarse es una especie de “subsidio” por el cual se espera compensar a las mujeres por la tradicional carga de las labores domesticas y de crianza de los niños.  Otra razón, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es la gran disparidad en la participación laboral de 56% en las mujeres contra el 83% de los hombres y los bajos salarios a los que se exponen. 



Fuente Banco Mundial

Para Mariano Bosch, especialista senior en la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID, esta “discriminación positiva” para las mujeres pretende ofrecer una solución al complejo panorama futuro que les espera en latinoamerica al momento de jubilarse.
 
En una reciente publicación conjunta del BID, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Economico (OCDE) y el Banco Mundial (BM) titulada “Panorama de las Pensiones: América Latina y el Caribe” se explica que las mujeres, al tener una esperanza de vida mayor que los hombres, tendrán en promedio más años de retiro que los hombres, resultando en un beneficio adicional el pensionarse antes. (En promedio, después de los 65 años, se espera que las mujeres vivan 22 años más y los hombres 18).

Pero no todo es positivo. El mismo informe resalta que las mujeres, en ALC recibirán en promedio pensiones más bajas que los hombres y que tendrán una mayor probabilidad de caer en pobreza durante la vejez.

¿Beneficia a todas las mujeres jubilarse antes?

Según Bocsh, el jubilarse antes no representa necesariamente una ventaja para las mujeres, al menos no para todas. No lo será especialmente para aquellas que no hacen parte del sistema pensional ya sea porque trabajaron de manera informal o en su defecto nunca lo hicieron al dedicarse exclusivamente a las tareas del hogar.

Y al revisar las cifras a 2015 del informe, donde se estima que para el 2050 entre el 70% y el 80% de las mujeres de la región no habrá podido acumular las cotizaciones necesarias para pensionarse, se pone en duda la efectividad de la diferencia en las edades a alcanzar para jubilarse.

La consultora de la División de Género y Diversidad del BID, Paola Buitrago, descubrió otro factor que puede ser potencialmente riesgoso para las futuras mujeres que aún no vean cercana su jubilación y que va de la mano con el acelerado envejecimiento de la población latina.

El efecto familiar de la vejez

América Latina y el Caribe esta envejeciendo. Y lo hace rapidamente.
 
Según el informe, en 2050 habrá más de 140 millones de personas con 65 años o más, practicamente 4 veces mas que en la actualidad. De esta población entre el 47% y el 60% alcanzará la edad de retiro sin el ahorro suficiente para garantizar una pensión.

El otro lado es algo mas complicado y particularmente regional. En ALC la estructura familiar permitirá, según Buitrago, que “las familias asuman la función de “red no oficial de protección social” que apoya a sus adultos mayores”, es decir, los nucleos familiares apoyan activamente a sus integrantes de edad avanzada.

Al sumarle a todo esto que un gran porcentaje de adultos mayores estará en riesgo de caer en pobreza y que según el BID generalmente las tareas de cuidado recaen en mujeres, existe una gran probabilidad de que abandonen el mercado de trabajo o de estudios para hacerse cargo de sus ancianos.

“Tan solo en México, las hijas destinan 22 horas a la semana en promedio a la atención del adulto mayor, en tanto que los hijos destinan 8”, resalta Buitrago.

Esto en el largo plazo puede crear un cicrculo vicioso puesto que estas mujeres inactivas no lograran obtener una pensión y lo más seguro es que su nivel de riesgo de caer en pobreza sea muy alto.

¿Qué se puede hacer?

“Pensiones no contributivas en los países de la región puede tener mucho mas impacto para reducir el porcentaje de mujeres que por no acceder a un empleo formal no pueda ahorrar para su futuro”, considera Bosch.

Para la consultora de la División de Género y Diversidad del BID, aumentar los esfuerzos en incrementar la participáción laboral femenina a empleos formales y de calidad para permitirle a las mujeres ahorrar para su futuro. Después de todo, según el reporte del BID tan pronto como las mujeres ingresan al mercado de trabajo contribuyen en igual porcentaje a los hombres (45%).