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Negocios

¿Están preparadas la banca y las empresas para un panorama pesimista del petróleo?

El efecto de los precios bajos, la menor producción y las menores reservas internacionales de petróleo afectarían la tasa de cambio. Empresas poco vulnerables a un continuo aumento del dólar y un bajo nivel de riesgo de crédito determinarían la fortaleza del sistema financiero.

1 de junio de 2015

Según la OPEP los precios del petróleo permanecerán bajos cerca de una década. Según estimaciones de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), con la menor actividad de perforación del país desde hace unos años y la caída en actividad sísmica, del 92% este año, se agrava el panorama de reservas internacionales de petróleo y de la producción petrolera a corto plazo.

Adicionalmente Colombia no es competitiva, el sector está solicitando medidas pues en medio de la baja competitividad, los bajos precios pueden hacer inviable nueva inversión y nuevas actividades de exploración y explotación. Esto deja al país en condiciones precarias para la industria petrolera de corto, mediano y largo plazo, y supone la necesidad de algunos análisis sobre un posible contagio al resto de la economía con esta problemática petrolera.

Este tipo de análisis antes de 2009 eran poco comunes en el mundo. Pero como la crisis inmobiliaria de los Estados Unidos probó, una alta vulnerabilidad de las empresas y del sector financiero a un sector, pueden transformar un problema sectorial en un problema sistémico y general, con gran profundidad en toda la economía. Es decir, en EE.UU. terminaron en recesión sectores que estaban saludables pero en la medida que el sector financiero se paralizó, resultaron sin acceso a liquidez, crédito y ante la ausencia de otros servicios financieros claves para la operación diaria de la mayoría de empresas y negocios. La situación se agravó con una rápida pérdida de empleo en toda la economía.

La cantidad de reservas internacionales (ahorro en moneda extranjera que tiene el país) resulta ser una variable importante para el riesgo país y la tasa de cambio. A su vez, el acceso a líneas de recursos del exterior del Fondo Monetario Internacional permite asegurar el acceso a liquidez en dólares en caso necesario.

Sin embargo, la producción y reservas de petróleo también son ingresos y activos que influyen sobre la tasa de cambio. Por ende, si bien el año entrante el precio del petróleo puede aumentar, una menor producción y menores reservas podrían continuar presionando la tasa de cambio si los pronósticos de la ACP se cumplen.

El equipo técnico del Banco de la República analizó si una mayor tasa de cambio podía comprometer la viabilidad financiera de empresas endeudadas en el exterior. Al identificar las empresas, estudió qué tanta deuda tenían del sector financiero y si ello podía afectar la solvencia y solidez de las entidades de crédito.

La conclusión es que ninguna entidad de crédito presentaría problemas para mantener su nivel de solvencia. A su vez, al observar el crédito otorgado a empresas petroleras se concluye que este pesaba sólo el 3,7% de la cartera comercial a diciembre de 2014, por lo que a su juicio el efecto hasta el momento es limitado.

A futuro, será importante hacerle seguimiento al desempeño del empleo, que hasta ahora marcha muy bien, y vigilar la tendencia de las tasas de interés. Para este último caso resulta fundamental la credibilidad que tiene el país en el Banco de la República, pues permitiría escenarios incluso con fenómenos de inflación por encima de la meta y que las tasas de interés no aumenten y no se deteriore la capacidad de pago de los hogares y empresas colombianas. El nivel de endeudamiento tanto de hogares como de empresas se encuentra en su nivel históricamente más alto.