El FMI vislumbra una recuperación a dos marchas, con los países ricos avanzando a un ritmo "modesto" y los mercados emergentes acelerados. Asia, seguida por América Latina, encabezan la recuperación mundial.

Perspectivas del FMI, ¿buenas o malas?

El Fondo Monetario Internacional elevó hoy hasta el 4,6% su pronóstico de crecimiento mundial para 2010, debido al fuerte tirón de Asia en la primera mitad del año, pero ve amenzas a la meta por la deuda en Europa.

8 de julio de 2010

Un panel e expertos del FMI, liderado por el consejero financiero español José Viñals, y el francés Olivier Blanchard, consejero económico, se reunió en Hong Kong, en un gesto hacia Asia, para dar a conocer la actualización de los pronósticos de crecimiento mundial y del análisis del sistema financiero desde la región que lidera la recuperación mundial.

La economía mundial crecerá 4,6% en 2010, el mayor crecimiento desde el 2007. América Latina, según la entidad, crecerá un 4,8% este año, gracias al empuje de Brasil, una cifra que supone un aumento de ocho décimas de su cálculo de abril; al tiempo que no tocó la estimativa para 2011, situada en el 4%.

Según el organismo, los países emergentes y economías en desarrollo crecerán este año medio punto porcentual más que lo anticipado. El que se lleva la palma es Brasil, al que el FMI aumentó el crecimiento previsto en 1,6%, hasta el 7,1% este año.

El FMI vislumbra una recuperación a dos marchas, con los países ricos avanzando a un ritmo "modesto" y los mercados emergentes acelerados. Asia, seguida por América Latina, encabezan la recuperación mundial.

Pero no todo es bueno, existen riesgos sobre esta meta de crecimiento, sobre todo por la situación de la deuda Európea. Dice el informe que los bancos podrían reducir la colocación de crédito debido a su exposición a la deuda pública comprometida, los consumidores y las empresas podría gastar menos debido a que su confianza se ha visto afectada, reducir el déficit podría inhibir el crecimiento; nuevos reglamentos financieros podrían disminuir los créditos bancarios, los precios estadounidenses de la vivienda podría caer aún más, y las tasas de cambio podrían desestabilizarse.

La mayoría de estas amenazas se derivan del creciente riesgo de impago de algunos países de la zona euro y la reacción en cadena de los bancos europeos que tienen sus bonos. El FMI publicó un escenario en el que el mundo se repite la crisis financiera que experimentó a finales de 2008. Para el mundo, el PIB sería de 1,5% por debajo de la previsión actual (en ese escenario el mundo no volvería a recesión).

El FMI recomienda ajustes fiscales en los países desarrollados y continúen con políticas monetarias expansivas pero no por medio de tasas de interés, si no aumentando la cantidad de dinero en la economía. "Los bancos centrales pueden volver a confiar más fuertemente en el uso de sus balances para facilitar aún más las condiciones monetarias".

Al mismo tiempo, los ajustes fiscales de los países desarrollados pueden detener el fuerte crecimiento de los países emergentes, así como entrar en conflicto con una política monetaria expansiva, a menos que estos países tengan la intensión de emitir moneda para este fin.

Por último, al contrario que a los países desarrollados, dado el fuerte repunte en los países emergentes, el FMI les aconsejó acabar ya con las políticas de estímulo, pues existe el riesgo de un calentamiento excesivo de las economías de algunos de ellos.